viernes, 10 de octubre de 2014

Cuando era niña yo bailaba rolas de Fey sin mucho éxito (ni gracia)


Yo la bailaba cuando era niña (jajaja) y hasta la bailé en un festival del día de las madres o algo así en la primaria.

Ooooooh, qué oso con Fey.

Qué bueno que cambié y ahora-ahora no me gusta el pop. Pinche pop pinche y rosa y repetitivo-repetitivo-repetitivo y masoquista emocional-mal pedo (con sus honrosas excepciones argentinas, colombianas y japonesas), de ahí en fuera, el pop ya está muy pachiche.

Junto con mi prima me ponía a bailar y cantar “tú mi complemento, mi media naranja, yo te quiero sin cruzar palabras, si esto no es un sueño ¡eres  mi otra mitaaaad!”. En ese entonces yo no sabía moverme y mis movimientos arrítmicos tenían la gracia de una zanahoria en un concurso de poodles con pedigree.

Bailaba como mi prima me decía y nomás no la armaba, la cagaba a cada rato y nunca (NUNCA, en serio) me ha tenido paciencia (ni tantita) ps me daba zapes, me decía: “estás bien mensa, aprende” y no, no la armaba. Mi coordinación pa’l baile del pop tipo Fey era nulo o muy deficiente, pero (lo juro, verdádedios, por ésta) lo intentaba con mucha enjundia.

Sin embargo. Crecimos y adivinen ¿quién es un as en el bailongo y el meneíto de cadera? Sí: yo. Mi prima se mueve, pero ni gracia tiene y yo dejo a todos cautivados con mis movimientos (jajaja no es cierto, estoy faroleando bien cabrón). Ahora sí lo disfruto mucho y nadie me zapea. Qué bonito es crecer y decir: ja-ja *tonito Nelson* te superé.

Lo cagado: ahora sí tengo mis labios color clavel (rojo pasión) jojojo.

Y esta otra canción, híjole cómo me llegaba en la secundaria, me llegaba ritihaaaarto en mi corazón virginal y enamoradizo e inocente de aquel entonces porque sufría porque el chico que me gustaba ni me pelaba y, después sufrió porque el que me gustaba se fue de la secundaria-carcelera en la que íbamos... ah, qué tiempos tan extraños.



(Y ahora escucho los EeEeEeÉxitos de Fey en mi Spotify en mi oficina godinez donde no estoy haciendo nada porque no hay nada qué hacer juajuajua, así mi viernes. Sí, morían por saberlo, oh).

1 comentario:

  1. Haha por tu culpa me acordé de mi negación innata al baile, mis dos primas de edad cercana a la mía también se sabían todas las coreografías de Fey y cosas así mafufas, son re bailadoras, pero ahora son jóvenes adultas respetables que ya no salen mucho de pari, yo pasé de no-bailarín a headbanger; ya cuenta como baile ¿no?

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