sábado, 29 de octubre de 2016

Carta a mamá, en su cumpleaños

Querida Alejandra: 

Eres la mejor persona que la vida me dio para aprender de ti, para quererte, para apoyarnos y que fueras mi mamá. 

Te amo y gracias al Universo por dejarte a mi lado todos estos años y rezo para que me deje ver tus ojitos muchos, muchos años más. 

Gracias por enseñarme que no necesito un hombre a mi lado para ser feliz ni para sacar adelante a esta pequeña familia de dos, por preocuparte por mí en todo momento y nunca dejar de amarme. 

Gracias por ser la mujer más fuerte del mundo, porque de ti aprendí la entereza, la felicidad, el valor y el coraje para andar por la vida. Aprendí de ti que a veces el acto más grande de amor es dejar ir y soltar, por mucho que duela. 

Aprecio todos y cada uno de tus cuidados, odio mirar tu cara preocupada y de angustia cuando he dado al hospital, detesto las peleas, pero sin ellas no estaríamos amándonos bonito ahora. 

Eres una mujer maravillosa, valiente y fuerte, sumamente inteligente y capaz, soñadora e inmensamente amorosa. Gracias por respetar mis decisiones locas, por limpiar mis lágrimas y mocos cuando tengo roto el corazón, por los abrazos y por ser un gran ejemplo para mí. 

Sé que hemos tenido diferencias y discusiones a largo de nuestra vida juntas, pero eso también ha funcionado para la relación abierta que ahora tenemos, para decirnos las cosas, para pedirte consejos… 

Muchas gracias, Dios, Universo, por este gran regalo, por dejar a mi mamá conmigo mucho tiempo, porque ha sido mi más grande maestra y es uno de mis grandes amores de la vida. 

¡Feliz cumpleaños, mamá! 

 

miércoles, 26 de octubre de 2016

Tengo nuevas responsabilidad en el trabajo

Desde ayer me avisaron que ya no sería copy, sino que estaría encargada de la corrección, echarles el ojito a las piezas de mailing que trabajamos y darles mi más sincera y sesuda bendición, por eso tengo mucho trabajo porque a fin de cuentas debo aprender el proceso y cómo está la onda.

Este cambio me tiene muy entusiasmada y ocupadísima, al grado que ni puedo leer mis blogs del día para tener mi alma en paz ni pude revisar mi correo en la mañana, sino hasta muy entrada la tarde y eso porque esperaba a que me pasaran los últimos cambios del día.

¡No tengo tiempos muertos!



Bueno, al menos no por ahora mientras organizo todas mis múltiples e importantes actividades en este nuevo rol que tengo. Aprendo cosas nuevas y eso me encanta. El equipo es bien chido y, creo, ya me acoplé a ellos y ya me integré.

Pero. Como todo gran poder conlleva una gran responsabilidad pues también debo tener más cuidado con el trabajo que mando, que todo esté en los lineamientos establecidos, defender la chamba de mis compañeros y esas cosas porque yo soy el filtro. ¡Ya estoy aprendiendo de responsabilidades!

Y bueno... ya me voy a dormir que mis ojitos me lo exigen a gritos lagrimones.

Denme su bendición para que este cambio sea largo, largo y muy fructífero para mi historia como Yuriko Publicista.

:D

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El viernes hay concurso de disfraces en la agencia y eso me tiene reteemocionada. Me disfrazaré de enfermera... ya les contaré. Amo Halloween, amo disfrazarme, amo el cempasuchitl, las ofrendas y vendrán mis abuelitos a visitarnos y... ¡ah, noviembre, bella época en que cumplo años!

lunes, 24 de octubre de 2016

Intermedio musical: La Santa Cecilia

La Santa Cecilia es un grupo que conocí en el disco tributo a José José, cantan la de Cuidado. La voz de su vocalista, Marisol, me encantó por rasposona y potente, así que decidí buscar más de sus canciones y di con varias que hablan sobre los migrantes y combinan un estilo chicano, texmex, bossanova y cumbia norteña. A veces cantan en inglés y español, otras en inglés y otras en español.

Aquí les dejo un par de sus canciones. Dense.


Esta canción particularmente me ha servido mucho estos días en que he estado bajoneada y pues "mira hacia arriba, olvida lo pasado que el tiempo curará todas las heridas".

domingo, 23 de octubre de 2016

Halloween es cosa del diablo

Ayer mientras esperaba, confundidamente, a Alonso para ver lo de nuestros lentes, una señora se me acercó y preguntó si yo iría a la marcha de los zombies. Respondí que no, que esperaba a alguien. 

La señora remató: es que están mal, eso es adorar a Satanás… 

Ahí me dieron ganas de decirle: ¡arriba Belcebú! \m/ pero sólo atiné a contestarle: ¿por qué lo dice? Es que las sagradas escrituras, blablabla, me dijo. ¿Que no tienen un muerto que resucitó a los tres días? Me miró indignadísima y se fue. 

No se metan con Halloween que me pongo bien ruda, chiavos. Digo si a nadie le hacen daño y había disfraces bien chingones, ¿por qué les jode tanto? Vivan y dejen vivir. 

viernes, 21 de octubre de 2016

Sobre las ideas

Las ideas alegres me ponen de buen humor, pero -¡plaf!- de golpe vuelvo a la preocupación obsesiva y estropeo el asunto; y entonces recuerdo un momento de indignación y me vuelvo a acalorar y cabrear; pero entonces mi mente decide que es un buen momento para compadecerse y entonces me siento sola otra vez. Al fin y al cabo somos lo que pensamos. Los sentimientos son esclavos de los pensamientos y uno es esclavo de sus sentimientos.

Comer, rezar, amar, Elizabeth Gilbert


jueves, 20 de octubre de 2016

Diario de una insomne

Encontré esto entre mis recuerdos de Facebook. Lo quise compartir es de 2013, cuando inicié mis pininos en eso de la reporteada:

Lo conocí en Puebla, a más de 4600 metros de altura e íbamos en la misma camioneta; pero él no lo recuerda. 
Me sonrió cuando me cansé por subir una altura de 2 metros y cruzamos, por primera vez, un par de palabras. 
Fue hasta la comida donde hablamos largo y tendido. Yo fui quien le dio mi número; él semanas después me envió un mensaje para estar en contacto. 
Salí un viernes con él. El mismo viernes en que supe que Héctor era Héctor y dejó de ser el "guapo de la redacción". Bebimos. Platicamos. Había tensión y emoción entre nosotros. 
Él no es guapo. Él no es un galán; pero tiene algo y lo sabe. Lo "nuestro" fue algo clandestino. 
Eso lo convierte en un buen muchacho para mí; en un muchacho que me atrae.

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Tuve un "guapo de redacción" que resultó convertirse en un amigo, confidente, coqueto de cajón y un apoyo. 
Tuve un "guapo", que está medio roto y medio loco que platica con una media rota y media loca como yo. 
Hay un "guapo" que cuando le dejo de hablar me busca; cuando me deja de escribir lo busco; danzamos como deberían hacerlo los amantes: separándose y acercándose; dándose el espacio. 
Tengo un "guapo" y él una "coqueta reportera". Lo aprecio. 
Una Yuriko lleva un Héctor en su corazón.

miércoles, 19 de octubre de 2016

Me han llenado de amor



Ayer que saqué la cajita de mis cartas, encontré muchos recuerdos de amigos, conocidos, chicos que me gustaron, recortes de mi vida pasada y volví a sentir cada una de las emociones que pasé en esos momentos: los sonrojos, las sonrisas, el brillo en los ojos, esas risas de entre vergüenza y picardía, los abrazos subsecuentes y cómo latía mi corazón cuando las leí por primera vez.

Encontré dos que, en particular, me llamaron muchísimo la atención. Ya no las recordaba. Me las dio Mariana, una chica de la Prepa a la que le decían "La Doña". Me agradecía por ser una buena persona con ella y que había descubierto en mí un gran ser humano. Esas palabras me lanzaron a ese octubre o noviembre de 2004 cuando en el taller de dibujo la vi llorando y ni sus amigos le ayudaban, creo que ellos le habían hecho una grosería, le pregunté si estaba bien y la abracé hasta que se calmó. Le susurré al oído que no estaba sola, que podría confiar en mí si quería. Exclamó un "pero... tú, ¿cómo...?" No importa, le respondí, no soy rencorosa. Le sonreí. Y empezó la clase.

martes, 18 de octubre de 2016

Hola, mi vida es un desastre

No lo digo yo, me lo gritó hoy mi armario. Me gritó desesperado que lo arregle, que todo es caos ahí dentro, que no hay orden, que no sabe ni lo que tiene ni dónde o cómo caben tantas cosas.

Me dijo, de forma agresiva, que hay recuerdos antiguos archivados ahí, que necesita una limpia de ropa, de fotos, de dibujos, de papeles, de cartas, de memorias empolvadas. 

Mi armario me ha gritado "necesito orden, muchachita" y no le había hecho caso porque no quiero, me da pereza, no lo deseo. 

Pero hoy, hoy me gritó que es urgente. Mis pantalones están en desorden, no encuentro blusas ni playeras (¿dónde está la negra de florecitas?), tampoco es fácil hallar un traje de baño. Mis calzones son un desorden, mis calcetas no tienen par y hay bras que ya no uso. 

Necesito orden en los barnices, en las cremas porque sólo llegué a aventar todo el 2 de octubre (¿quién iba a pensar en acomodar un domingo luego de un bucle emocional?), hay que ordenar el gel, la cera, la plancha del cabello, la crema desmaquilante, mis cremas para el cuerpo, sacar medicamentos de ahí porque es salud y no belleza. 

Es necesario sacar las cartas de los viejos amores, los recuerdos de Carlos (el futbolista de la prepa) o de Miguel, su hermano; o las cartas a Israel, las canciones que le escribí, las fotos que arrumbé ahí. Mis agendas caducas. Las cajas vacías, por si algún día se ofrecían. ¿Qué tal ordenar el recetario? ¿Donar la ropa que ya no uso? 

Hoy mi armario me dijo: acomoda tu vida, nena, yo soy una señal… 


lunes, 17 de octubre de 2016

Vi Amèlie y cambié de opinión...

Luego de muchos años, casi 12 años que vi, por primera vez, la película Amélie me animé a verla porque un compañero del trabajo me conminó a que le diera una segunda oportunidad, "seguro te va a gustar si la miras con otros ojos". Así que me decidí.

Recuerdo que cuando la vi, por allá de mis 15 años, estaba enojada o algo traía porque estaba afectada de ánimo, harta no pude apreciar la historia y al contrario me desesperó la inocencia y el ir y venir de los personajes sin que nada, absolutamente nada se concretara nunca. El rostro de ella me dio miedo y el rostro de él no me dio buena espina. Lo cierto es que, acostumbrada a las películas típicas de amor hollywoodense, tampoco le entendí porque -para mi yo de entonces- ese amor no existía.



Pero. La vi hace ratito y qué bonita historia. O sea la forma en que ella se entromete en la vida de los demás para hacerles creer, tener esperanza y fe; darles alegría y, de paso, encontrar su propia felicidad, dejar de ser la chica del vaso y no dejar que su corazón se haga frágil como un esqueleto de cristal. ¡Me conmovió mucho!

En la Universidad me enamoré de todo su soundtrack y ni así pude darle una segunda oportunidad a la película, fui al concierto de Yann Tiersen y ni así se la di, todo mundo hablaba maravillas de ella y no, tampoco. Pero ahora le quise dar otro chance porque se vale y se lo ganó.


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No estás sobrevalorada, Amèlie, yo soy la pinche loca de corazón duro como piedra que no te supo apreciar en su momento.

Quizá algún día haga lo mismo con Cien años de soledad, algún día... cuando esté muerta.

domingo, 16 de octubre de 2016

Hablemos de la obra Pulmones

El jueves pasado fui a ver la obra de teatro Pulmones, la cual resultó ser impactante y una excelente opción que retrata -casi- a la perfección las preguntas que toda relación con planes a futuro se hacen, problemas por lo que podrían pasar muchas parejas a lo largo de los meses o los años. No estamos exentos, eso nos recuerda.

Pero, bueno ¿de qué trata Pulmones?



La historia inicia con Ella preguntando muy alterada "¿un hijo?". Él responde "sí, cálmate, hablemos". Esa pequeña palabra los hace cuestionarse toda su vida, si son buenas personas, si podrán mantenerlo, ¿y la huella de carbono?, ¿no somos muchos ya en el mundo?, ¿para qué traer a alguien más a este mundo si está ya muy jodido?, ¿no es muy irresponsable?, ¿no son egoístas?

Pero, ¿y si ese ser humano es el que crea la cura del cáncer o del SIDA?, ¿o si crea la solución a los problemas de la humanidad? Acaso no será que somos egoístas y nomás no queremos traerlo porque tenemos miedo.



La obra gira en torno a ese tema, que es muy actual y muy duro porque también se cuestiona el amor que existe cuando hay diferencias de por medio, cuando hay "accidentes", cuando existen pérdidas muy dolorosas, cuando se es infiel, cuando no nos entendemos o no nos explicamos el uno al otro, porque a veces nos miramos como si estuviéramos descifrando un crucigrama y no a nuestra pareja.

¿Acaso el amor lo puede todo? ¿Hasta soportar los baches y los abismos del camino?

Pulmones es simple, sólo es el escenario y luces. Eso la hace compleja porque te aventura a recrear los escenarios, el clima, el tiempo y hasta el dolor. Hay gritos, risas, orgasmos, llanto, frustración, enojo, amor, compasión, pasión, decepción y también perdón y esperanza...

El boleto cuesta 250 pesos, pero si cazan les puede salir en 175 con descuento, como a mí, empieza a las 20:45 horas todos los jueves en el Teatro Milán. No se la pierdan, de verdad, es muy buena.

Aquí pueden encontrar sus boletos.

Si van, me cuentan qué les pareció.

miércoles, 12 de octubre de 2016

El poder sanador de Luismi

Como dije en entradas anteriores, he tenido días pachiches sintiéndome pachiche por cosas pachiches que bien puedo arreglar, pero no todavía porque #SecretoDeEstado. Y heme así, moqueando durísimo cada que me entra la nostalgia.

Pero.

"Descubrí" las canciones del Luis Miguel de los 80 y me levantan bien cabrón el ánimo, supongo que es el ritmo propio de la época y las letras y que sus rolas eran más movidas que sus boleros. Me ponen feliz por alguna extraña razón. #CosaInexplicable

Confieso que no me gusta nadita cómo canta o interpreta, su voz me molesta y me parece muy cursi (aunque para cursi me pinto sola). Tal vez sea mi estado debilucho el que me hace ver en "Isabel" o "Cuando calienta el sol" una chispa de felicidad, alegría y buenaondez que me hacen las mañanas.








¿Ya van a llamar al doctor? ¿Esto es normal? Ya me perdieron...

martes, 11 de octubre de 2016

Soñé tu voz

Estaba dormida en una silla de la Central de Autobuses, pasando el frío propio de la madrugada en un lugar cálido como lo es un sitio público y de paso, estaba muerta por tanto ajetreo, papeleo y el cansancio emocional.

Mi viaje saldría a las 7 de la mañana y recuerdo que justo a las 2 de la mañana desperté sobresaltada, el frío me hizo evocar tu presencia. Me asaltaron los recuerdos de tus brazos cálidos rodeando mi cuerpo, tus piernas calentando mis pies helados y tu cuerpo acompañando al mío. Resistí el impulso de llorar, no quería tener esa recaída en un lugar público. 

Mi mente te extrañó y mi cuerpo también. No lo quise aceptar porque me daba miedo reconocer que aún te necesitaba, te quería en mi vida, pero se nubló la fantasía, eso no volvería a pasar, sabemos que no tuvo un final feliz. 

Suspiré, no sé cuántas veces, pero suspiré profundamente. Puse una mano en mi pecho y pude sentir mis latidos arrítmicos entre el sobresalto y el dolor. El frío no ayudó a sentirme mejor. Cerré los ojos, respiré, visualicé tu sonrisa, tu nariz, tu cara, tus labios, tu olor, tus manos, tus dedos, tu voz... ¡y me quebré! 

No puedo irme, ¿en qué estoy pensando?, me dije en voz alta. Me dieron ganas de tomar un taxi e ir a tu casa, decirte que te extraño, que te amo y que el divorcio doloroso fue un error... me detengo. 

En el camino pienso que te extraño, me haces falta y lo único que quiero es escuchar tu voz. Sólo eso: tu voz. 


lunes, 10 de octubre de 2016

Aventura en Tolantongo (o de cómo conocí a unos primos)

Este fin de semana, luego de mi estado deprimente de la semana pasada (que aún no se va del todo), agarré mi traje de baño y mis chanclitas para irme a Tolantongo. Karla me invitó y creí que me haría bien para despejar la mente, no sentirme pachiche en mi casa viendo series frente a Netflix y para pensar con más claridad. También para reírme como pinche loca que estoy.

Bueno, resultó que acepté largarme. Creímos que encontraríamos un bonito cuarto en alguno de los hoteles que hay ahí, pero no. No encontramos. Al contrario, tuvimos que rentar una casa de campaña para quedarnos Karla, Carmen (amiga de Karla) y yo, al principio pareció buena idea y nos gastamos -casi- lo mismo. Apenas si alcanzamos un lugar para acampar, ya estaba todo atiborrado.


En la combi rumbo a las Grutas venían dos parejitas, quienes venían escuchando la bola de albures, tonterías, risas e historias de tragicomedia que platiqué en el camino. Como llegamos juntos, uno de ellos propuso que nuestras casas estuvieran juntas, quesque pa' cuidarnos entre todos. Así lo hicimos y los llamamos "primos". Primo esto o primo aquello, se sentía hermandad.

Una vez que se puso la casa de campaña, compramos una lona pa' cubrirnos ante las lluvias, no iba a pasar nada. Confiadas ante la aventura que nos esperaba, nos acomodamos en la casita, quesque, para cuatro personas y nos pusimos los trajes de baño para ir a recorrer las grutas y el río y las pocitas.


Fuimos a las grutas y luego nos metimos al río. Cabe destacar que cuando quise sentarme a sentir la caída de agua, el río me dio un revolcón tremendo y acabé en un cuenco atorada unos segundos y medio ahogándome, gracias a eso traigo un moretón en la nalga derecha y el muslo izquierdo, no me explicó cómo pasó así, pero pasó. Karla se puso a gritar "¡sácala, Carmen, sácala!" y luego se empezó a burlar de mí porque abrí los ojos al salir.

Nos hicimos amigos de los primos de Tola y platicamos muy amenamente de nuestras desgracias, ¿cuáles?


Verán, como a eso de las 11 de la noche empezó a llover como si Tláloc se hubiera encabronado de que abandonara la CDMX para despejar mi mente sin avisarle a nadie de mis planes de diversión, así que como a las 12 empezamos a sentir frío y luego me desperté porque mi trasero estaba completamente mojado. Tocamos la colchoneta y splash splash escurría agua. Sólo pudimos sacar la ropa seca y a mi hijo-huevo (de eso les cuento después), algunas cositas para que no se pusieran peor y nos refugiamos en el baño.

Ahí dormimos desde las 12:30 hasta las 7 u 8 de la mañana que nos fueron a sacar. No fue la mejor noche, me duelen las nalgas aún, también la espalda y todo el día estuve mojada de los pies y húmeda de la espalda porque mi chamarra se mojó horrores. Mi mochila terminó siendo un guiñapo, no tanto como la de Karla que escurría agua y lodo.

Cuando clareó pudimos ver la tragedia. El río se desbordó y ese río que una vez fue azul claro ahora era marrón, como si fuera un cauce de café con leche y estaba bravo con ganas. Se desgajó una parte frente a la que era nuestra tienda de campaña y uno de los primos lo encontramos casi al lado de nosotras. La otra pareja, nos cuenta, se quedó ahí a dormir, mojados y sin ropa seca.

Ayer nos fuimos a las pocitas y la pasamos bien. Cuidamos las cosas y nos empezamos a reír de todo lo que habíamos pasado, ¿ya qué otra nos quedaba? La pasamos bien y es increíble cómo unos "desconocidos" pudieron salvar un viaje que se veía como un desastre.

Claro... como escucharon nuestra plática en la combi, uno de los primos llamado Ricardo me dijo: oye, lo que platicabas, cómo odié al güey del que hablabas. ¿De quién?, pregunté. De ése que te mandó el mensaje de "¿cómo estás?". ¡Ah!, Andrés, dije. ¡Ándale, pinche Andrés!, repuso. Y así fue como surgió el hashtag local #PincheAndrés. También el otro local #CasiSeMeCaeUnDedo y #LosPrimosDeTola.

Definitivamente, salir con Karla y con Carmen fue una de las mejores experiencias del año. Aún me duele la cara por las risas sin fin que tuvimos y aún tengo sueño por mal dormir un día, pero este fin de semana pasó a la historia, de esa bonita y feliz.

¡Gracias!

miércoles, 5 de octubre de 2016

¿Cómo estoy?

No estoy bien, es un hecho y una realidad. Sinceramente estoy mal, me encuentro mal y, por primera vez en mi vida, pedí a mamá sus cuidados porque tengo miedo de mí misma. 

No puedo pensar claramente. No puedo dejar de llorar. Me duele el pecho, la espalda, la cintura y no me pasa el alimento, al menos ahora ya me da hambre, pero me da asco la comida. La felicidad se fue de vacaciones, ojalá regrese pronto no porque la extrañe sino para estar mejor. 

Tengo miedo y tengo ansiedad. Al menos controlé cuatro ataques de ansiedad ayer, y no sé cuánto más voy a aguantar esta condición frágil, sin voluntad, sin decidir, sin estar… 

Eso es lo que más duele, no estar. La culpa… no estoy bien, sinceramente estoy mal. 

Al menos hoy tengo terapia y ojalá me ayude a no temerme, que se me olviden esas ideas horrendas y aclare mi nublada mente. 

Volví a fumar, volvió la depresión y no me gusta nada. 


martes, 4 de octubre de 2016

Mensajes pasados de rosca o cómo el LSD arruina todo

Resulta que el día que fui a Tepoztlán, un ex jefe y ex novio (más tirándole a fracaso emocional que otra cosa), me mandó un mensaje nada sexi ni grato a las 2 de la mañana. La cosa estuvo así:

Regresé en la madrugada al hotel y como casi no había revisado el celular activé los datos para poder decirle a Alonso que luego de mi peda en la tarde, en ese momento estaba sobria y sin ningún inconveniente en mi habitación. Ya era muy tarde así que no me iba a responder.

Luego un amigo al verme conectada, me escribió para presumirme su tatuaje. Lo leí mientras pude y alegué mi cansancio en ese momento, sin ningún problema nos despedimos y ya. Al minuto de hacer esto, el sujeto "H" me envío un mensaje que, de primer golpe, me inquietó porque decía: "cometeré un error" y pensé: "chale, este güey en su peda se va a matar".

Cabe señalar dos cosas: una, medité mucho si ventilar esto o no, y dos es un alcohólico por eso mi pensamiento de que estaba pedo.

No tardó mucho en escribirme: "te quiero coger *carita feliz*". PUM. ¿Qué pedo? ¿Así nomás, sin un "hola, ¿cómo estás?", chale. Me enchilé porque nunca le he dado pie a que me proponga ese tipo de cosas, pese a ser mi ex, le dejé MUY claro que lo nuestro ya no era ni sería porque descubrí muy nocivas mis salidas con él, porque manejaba borrachísimo a las 3 o 4 de la mañana o escuchaba, mientras yo dormía, como él seguía emborrachándose y se caía o tiraba cosas, para luego despertar en la mañana viendo pedazos de vidrio en el piso.

Esas pocas semanas que tenía que regresarme a las 7 u 8 de la mañana yo sola de Naucalpan, o cuando pasábamos al Walmart 24 horas de Toreo a comprar más alcohol porque ¡oh, qué loco, la libertad!, me duró muy poco esa sensación de hacer lo que quería hasta que H me llevó a casa a las 3 de la mañana cayéndose de borracho y arrastrando las palabras desde su casa hasta la mía, cerca de Santa Fe. Me aterró que nos perdiéramos, que él me dijera que tenía el control, que nunca había tenido un accidente estando borracho y que con él nunca me pasaría nada. Lo cierto es que me aterró poner mi vida en manos de alguien tan irresponsable y, obviamente, me reproché ser irresponsable y no cuidarme a mí misma.

Tal vez por eso me dio mucho coraje que me escribiera esas cosas y en ese tono de "lo quiero y ahora". Le escribí sorprendidísima y luego me llamó, primero me dijo que me quería muchísimo y que al igual que en el periódico (en El Universal, cuando era practicante por allá de 2012 o 2013) él quería seguir siendo mi gurú (¿?) y mentor en el periodismo, me cuestionó si era feliz en mi actual trabajo, le contesté que sí.

Después me dijo que le encantaba y cuando ya sólo le contestaba con monosílabos, se enojó y me espetó "sólo me soportas porque soy yo, ¿verdad?". Y respondí: la verdad quien me dijo toda esa bola de estupideces fuiste tú, tú eres quien llamó y yo contesté porque no ibas a dejar de insistir, yo venía de una fiesta del trabajo y le escribía a mi novio cuando tú me escribiste cagándola y luego vienes y me hablas ahogándote de borracho, realmente quien está aguantando tus groserías aquí soy yo, así que conmigo no te pongas así. Me dijo adiós y colgó.

Por supuesto, lo eliminé y bloqueé de Facebook, Twitter e Instagram porque ya no quiero saber nada de él ni conservarlo como un contacto laboral. Ahí entendí que había sido una buena decisión optar por la agencia de publicidad y no por la revista de tecnología porque H trabaja ahí y le tendría que ver la jeta.

A continuación pueden encontrar las capturas de pantalla:




¡Qué triste historia, verdádedios! 

lunes, 3 de octubre de 2016

¿Qué pasó en la #PlatziConf 2016?

El sábado Alonso me invitó a la conferencia de Platzi y estuvo espectacular, la forma de pensar, de crear o de armar un negocio son sumamente originales y se salen, casi por completo, de la caja y de los métodos convencionales de enseñanza, creación y pensamiento.

Por ejemplo, Freddy Vega, fundador de Platzi, explicó que esta plataforma de enseñanza online es una forma de romper con los métodos tradicionales de enseñanza, abriendo caminos más caóticos pero, a su vez, más flexibles hacia donde se quiere ir y lo que desea aprender. ¿Qué quiere decir con esto? Bueno, él puso una lámina que decía que pasamos 21 años estudiando y otros 34 años trabajando de algo que muchas veces no nos gusta y aplicando sólo UN conocimiento y que ahora con la tecnología y enseñanza online se pueden obtener otros conocimientos y cambiar ese modelo, o sea que de estar 34 años siendo unos godinazos, transformarlos en 34 o 44 años de conocimiento variado, de aprendizaje, de cambiar el rumbo hacia donde queramos ir.

Por ejemplo, en mi caso estudié Ciencias de la comunicación, pero ahora siento un gran desencanto por mi carrera, entonces puedo estudiar algo de Publicidad o Msrketing digital para obtener un mejor salario o puesto dentro de la empresa donde me encuentro o bien puedo aprender diseño gráfico para impulsar más mi blog o aprender programación para trabajar de eso en mis tiempos libres o estudiar la carrera de Creación de videojuegos, en fin... una infinidad de cosas para no limitar el conocimiento o sólo los años de escuela o universidad.

¿Ven? Está super chido, ¿no creen?

Además tuvieron ponentes cabrosísimos como de Y Combinator que cuestionaron cosas muy chonchas como el talento, los tiempos, cómo despedir a un empleado, o bien, cómo crear una start up sin morir en el intento, desde la creación de la idea hasta cómo promoverla tú mismo.

Lo mejor, lo mejor, lo mejor de todo es que ellos le apuestan bien chido a Latinoamérica porque creen que esta área que además de compartir historia, cultura e idioma, es un gran terreno para el desarrollo tecnológico.

En unos días iré subiendo los audios de las conferencias que estuvieron buenísimas y, por último, de los ignites que también ya les explicaré en qué consistieron. Me arrepentí mucho de no grabar la conferencia de Kevin Hale porque estuvo muy buena, pero bueeeeno... no hay error del que no se aprenda.

Ahí me pueden ver casi al frente de la foto, soy la de sudadera roja y Alonso está atrás de mí. Más atrás está su hermano, el cuñao. 
¿Hambre y cansancio?,  ¡pos selfieee!, pero estuvimos alegres de haber aprendido todo lo que Platzi nos ofreció.