jueves, 9 de octubre de 2014

Larga-larga charla con café y lactosa

Si ya sé que no debo beber leche entera, pero ahí me ven pidiendo mi capuccino sin leche deslactosada y mi panza me duele (¿me voy a morir?). 

Hoy vi a Grumpy y, pese a lo que él diga, fue maravilloso pues ya lo extrañaba mucho, aun con sus agriedades, comentarios atinados y regaños merecidos. Y platicar con él después de largo tiempo me hizo bien y me puso feliz y con buena vibra y actitud y siempre me ayuda a aclarar mis ideas. (Puntos para Griffindor). 

Hablamos de proyectos, los pedos que hemos tenido ambos en estas semanas sin vernos, lo invité a colaborar en algo que quiero hacer; pero como soy muy torpe para esas cosas ps le dije a él porque sí le sabe a eso que quiero hacer y me dijo que sí (pronto les cuento), bebimos café y tuvimos una larga charla: lágrimas y risas. 

Creo que me llevo tan bien con él porque no hace falta explicarle tanto cómo tratarme, entenderme y comunicarnos. Es como mi hermano y confidente y regañador oficial de mi caótica vida. 

Fue una bonita noche, aunque me duela la panza por la lactosa y mi pendejismo por pedir leche entera. Mueeeero. 

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Estoy en una disyuntiva llena de salsa, fiesta y diversión o una noche de salvaje y furibundo sueño profundo. Oh, no sé qué hacer. Oh, qué confusión. Confuso, confuso. 
Gran problema. 

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