sábado, 15 de junio de 2013

Silencio

Amor, quisiera volver a besar tus labios desde aquel día en que me robaste ese beso, esa caricia, esa mirada. 
Mi mirada fue hecha para mirarte, para contemplarte mientras hablas y compartes tu vida, tus ideas, tus molestias, tus anécdotas. 
Mi voz fue puesta para contarte historias, para endulzarte el oído, para acercarme a tu cuerpo y tu mente a través de la memoria. 
Mis manos fueron diseñadas a la medida de tu cuerpo, de tus brazos, de tus piernas, de tu pelo, de tu sonrisa; de ti, simplemente. 
Mi cuerpo es a tu medida y condición. A tus rasguños, tus mordidas, tus caricias, tus besos. 
Fui hecha simplemente para ti. 

Pero, ¿cuánto más podré callarte…? 

domingo, 9 de junio de 2013

Avellaneda

Desde que te conocí me encontré en ese dilema de sentirme Avellaneda. Sí, ya sé que ni soy ella ni tú eres Martín Santomé. Pero la situación creo que es propicia y compleja. Quizá algún día leas lo que escribo para ti, mientras dejaré esto como indicio, como recordatorio para que no se me olvide que es obligatorio juntar cada papel, tinta y memoria que te guardo.

lunes, 3 de junio de 2013

Rutina

"Jassiba despertaba en mis brazos pero sin darme cuenta se me habían convertido en los brazos de un amante empecinadamente rutinario que no entendía que en cada gesto amoroso se siembra primero y mucho después se cosecha". 

Alberto Ruy Sánchez, Los jardines secretos de Mogador