jueves, 29 de diciembre de 2011

Postal 1

Tonos y fotografías


¿Me miras en esta postal? Pues no, soy yo quien la toma, bestia. Mi objetivo era que no saliera ningún metiche, pero, bueno, salen tres colados que le dan caché a la foto ¿o no?
Ese día llevaba mis jeans azules vintage que tanto me gustan, ésos con los que decías se me ven unas caderotas, y una camisa azul sin mangas. Bastante fresca. Hacía mucho calor, demasiado. Íbamos a tomar fotografías con Ximena y Víctor. ¿Reconoces el lugar? Es la subida culposa del Castillo de Chapultepec. Huíamos de Nora. Saliendo iríamos a comer gorditas a Mixcoac. Gorditas con tepache.
Yo sólo quería algodón de azúcar, en aquel entonces tenía la idea de no comer ningún esponjoso rosa hasta que volviera a enamorarme porque tenía una idea romántica para comerlo. Qué bueno que ellos me hicieron desistir de ese idea porque sino todavía estaría sin probar uno. De eso hace un año... ¡qué rápido se va el tiempo! Y tantas cosas pasan en un año, tantísimas.
Al final, terminé comiendo un delicioso algodón rosa, Nora nos encontró al bajar del Castillo, tomamos fotos de nosotros juntos, nos amabamos los tres, el viento pegaba duro junto con el sol y esa vista, tan bonita... prometo que otro día te pongo la foto y te cuento todo. ¿Sabes? Si te hubiera conocido hace un año, tal vez, me hubieras encontrado más entera o más rota, quién sabe, igual hubiera sido lo mismo, tú igual de temeroso, yo igual de indecisa y menos coqueta. Igual hubiera sido lo mismo... lo mismo o igual y no, tal vez hubiéramos salido y nos habríamos entendido y ¿ahora qué? Pos quién sabe ¿quieres ir conmigo al Castillo o Chapultepec? Aquí, en esta postal, también me sentía mal porque no podía estar contigo aunque no te conociera y eso me acercaba cada segundo más a ti. ¿Te emocionas? La neta yo no.

Diálogo ll

- Hija ¿tú necesitas los lentes o nada más los ocupas no más porque sí?
- No, los ocupo porque los necesito, sin ellos no veo...
- No ves a quien te chingas, mi'jita.
(Risas imparables)

¡Adiós 2011!

Cada año aprendemos mucho o poco de lo que nos ocurre. En lo personal, creo que aprendí mucho en el ámbito sentimental y pudo conocer lo que realmente esperaba y quería de una persona. Este año, particularmente, me quebraron el corazón muchas veces: sentí, no sentí, me vi engañada, me hicieron perder el tiempo, jugaron y prometieron; pero ¡qué más da! Eso ayudó a todo lo que ahora sé, quiero y tengo.

Fue un año de cambios. Terminé la carrera, ejercí mi redacción en el periódico El Economista, aprendí muchísimo en los pasillos del diario, conocí personas maravillosas. Asimismo, desarrollé mi paciencia, técnicas de negociación y poder lidiar con los egos enormes, inflados y con los incompetentes. Puse en marcha un proyecto de revista electrónica junto con compañeros de la facultad: http://lahojasuelta.com y ha sido difícil mas no imposible y me llena de orgullo y emoción el trabajar en él.

Agradezco muchísimo a las personas que llegaron a mi vida y se quedaron. También a las que llegaron y se fueron porque me dejaron algo y crecí. A las que erradiqué de mi vida porque eran lastres y evitaban que volara más alto y más ligera. Sin duda, fue un año en el que mis amigos fueron una piedra angular para esos cambios, apoyo y motor para lograr las metas.

Especialmente, agradezco a Trick por ser el gran amigo que es y por quererme aunque me saque de quicio; a Víctor porque sigue ahí como el gran escucha y un gran apoyo (todo pasará, lo sé); a Sara por las risas y los besos, por permitirme conocerla; a Fabiola porque descubrí que no eres tan mamona como te muestras; Alfredo te amo y eres una de las personas más importantes de mi vida (ya eres parte de la familia y viceversa). A Lalo, El Loco, Janeth, Luis, Estela, Nathalie, Ricardo, Erik, Gallo, Maribel, Víctor, Gónzalo y sus hermanos, Fernanda, Fabián, Abraham, Alan, Alan Miranda, Brenda, Brianda, Julyo, Katia, Ánuar, Carlos, Ceci, David, Dianela, Diego, Maribel, Mariana, Enrique, Iván, Omar, Ruy, Sam, Fabi, Ximena, Fernando y demás personas.

Gracias a todos por estar en mi vida. Cuenten conmigo para lo necesario.

Deseo que este año los colme de dicha, felicidad, dinero, amor, amistad, cariño, salud, bondad y paz en todos los sentidos.

También les deseo sexo, perversión, drogas, alcohol, dildos, fiestas en chones (la mejor del año), besos en cada fiesta, ligues por doquier y un chingo de excesos.

Los quiero harto, por eso se los deseo.

Señorita Cuervo.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Acerca de la poesía

"Fusión de ver y creer. En la conjunción de estas dos palabras está el secreto de la poesía y el de sus testimonios: aquello que nos muestra el poema no lo vemos con nuestros ojos de carne sino con los del espíritu. La poesía nos hace tocar lo impalpable y escuchar la marea del silencio cubriendo un paisaje devastado por el insomnio. El testimonio poético nos revela otro mundo dentro de otro mundo dentro de este mundo, el mundo otro que es este mundo. Los sentidos, sin perder sus poderes, se convierten en servidores de la imaginación y nos hacen oír lo inaudito y ver lo imperceptible. ¿No es esto, por lo demás, lo que ocurre en el sueño y en el encuentro erótico? Lo mismo al soñar que en el acoplamiento, abrazamos fantasmas. Nuestra pareja tiene cuerpo, rostro y nombre pero su realidad real, precisamente en el momento más intenso del abrazo, se dispersa en una cascada de sensaciones que, a su vez, se disipan". 

Octavio Paz, La llama doble 

miércoles, 14 de diciembre de 2011

El cisne en el bolsillo

Tiene tres años (casi recién cumplidos) que tengo un pequeño artefacto bien guardado en el bolsillo de mi chamarra de cuero. Un pequeño juguete que me regaló un chico: un cisne.

Era un hombre de 1.75 de estatura, cabello castaño largo y ondulado, camisa roja a cuadros, chamarra de cuero y vaqueros que resaltaban sus atléticas piernas. Su rostro era normal, como cualquier otro, aunque se notaba cierta inexpresividad y frialdad en él algo llamaba la atención; sin embargo, cuando lo miré a los ojos, noté una chispa y una pequeña sonrisa me dio. No sé cómo o por qué razón no dejé de pensarlo aquel día, mis pensamientos me torturaban recordan esa paradoja en su rostro, en la rigidez de su cuerpo. Aquella noche no pude dormir, tenía tatuada su mirada en mi mente y cada que cerraba los ojos, aparecía ese extraño y su sonrisa tibia. Sentía un vuelvo en mi corazón.

No sé cuánto tiempo pasó para que lo volviera a ver, perdí razón de las horas, los días y hasta de mis recuerdos. Creo que lo encontré en un pueblo cerca de Monterrey, casi iba igual que aquella vez sólo que ahora en su rostro había una barba de varios días, de ésas que raspan, y ojeras profundas que adornaban sus ojos misteriosos. Pareció reconocerme, se acercó, sonrió y me dijo: "Hola", creo que me dijo su nombre, pero no logro recordarlo. Mis vagos recuerdos.

Pasé una semana maravillosa con él, visualicé varios aniversarios de novios, de casados, cumpleaños de un hijo, peleas; sin embargo esos siete días bastaron para amarlo y este tiempo para padecerlo. Una mañana, desperté y en el buró del cuarto del hotel había una nota que decía: "Fui feliz, gracias. Sigue con tu vida, es mejor así". Sentí quebrar mi corazón o quizá se me encogió... al lado había una figurita en forma de cisne, curiosa, misteriosa, parecía el totem de él.

Creo que por eso lo he conservado y cuidado durante todo este tiempo en mi bolsillo, en su chamarra de cuero, tengo la esperanza, fe o ingenuidad de algún día encontrarlo. Dudo que pase, pero sigo esperando.

martes, 13 de diciembre de 2011

Diálogo I

- ¡Me gusta cuando me besas para callarme!
- ¿Sí?
- Sí. Podríamos sólo comunicarnos con besos...
- No me opongo.
(Silencio)
>Podríamos hacer un lenguaje de besos y ser pioneros en la materia. Escribir un libro que se convierta en best seller y vivir de las ganancias el resto de nuestras vidas. Y ahora que estamos jóvenes ir a fiestas, cócteles, consumir alcohol hasta morir y llenarnos de drogas para envejecer antes de tiempo y, por los excesos, cargar de por vida con un tanque de oxígeno.
- Jajajaja
(Silencio)
- Ya me vi... ¡qué divertido!

domingo, 11 de diciembre de 2011

Midoresca presentación

"Me dije: '¡venga, rápate! No te sentará tan mal'. Pero a los chicos no les gusta. Dicen que parezco un alumno de primaria, que es como si me hubiesen metido en un campo de concentración... y esas estupideces. ¿Por qué a los hombres os gustan tanto las mujeres con melena? ¡Sois unos fascistas! ¿Por qué pensáis que las chicas con el pelo largo son elegantes, dulces y femeninas? Yo conozco a unas doscientas cincuenta mujeres con el pelo largo que son de lo más vulgar".
Midori

Haruki Murakami, Tokio Blues