miércoles, 14 de noviembre de 2012

Un otoño más

Se lee un otoño más, pero en realidad fue un regalo. He aprendido muchísimo y en tan sólo unos meses. Esa determinación no me la conocía, estuvo bien conocerla ahora porque me siento mucho más segura. Sé y reconozco que hay que chambearle en muchos aspectos más, sin embargo, las cosas hay que tomarlas con calma y poco a poco.
Sí, las cosas pasan por algo y las personas se cruzan en tu vida en momentos determinados, me consta.

La vida nos da trancazos; pero nunca son tan fuertes como para no levantarnos. ¡Voy por un otoño más!

¿Sabes?, es una bonita época para nacer: es otoño, es noviembre, es 13 y estás conmigo. También las lunas son bonitas, aunque amo más el viento de este mes porque es diferente... ¿no lo crees?

lunes, 5 de noviembre de 2012

La pequeña Olivia

No sé en qué momento algo me dijo: voltea, mira los detalles (mi terrible costumbre de mirar detenidamente a la gente). Efectivamente, mis ojos se posaron en aquella chica recargada en un poste bajo la lluvia, llorando. Claro, lloraba y eso se notaba en su piel blanca y su nariz roja.
Impulsada por algo le pregunté si necesitaba algo o le podía ayudar. Ella respondió que no, "es una tontería"; ¿de verdad?, insistí; de verdad, chaparrita. ¿Chaparrita? Curiosa palabra cuando se notaba que era mucho más joven que yo y mucho más baja de estatura.
-Es que es una tontería...-soltó mientras se limpiaba las lágrimas y contenía un sollozo.
-No creo que sea una tontería si te tiene así -le dije.
- Es que sí lo es, ¿quién sufre por un novio? -dijo más para sí misma que para mí.
-Todos. Todos hemos sufrido por amor, yo sufrí hace algunos años. Quien te diga que no ha sufrido nunca por amor, te está mintiendo -me miró a los ojos fijamente y sonrió.
-Es que mi novio ya no me habla... -volvió a bajar la mirada- y no sé por qué, de pronto, pasó.
-Tranquila, creo que todas valemos demasiado para depender de si nos llama un chico o no, ¿no crees?
-Pues... es que se alejó de mí, le llamé, se enojó y desde hace cinco días no me responde el teléfono -soltó algunas lágrimas, las limpió y me miró de nuevo, se notaba más tranquila-, dime, ¿cómo saliste de esa relación, la de hace algunos años, qué hiciste?
-Hice muchas tonterías. Tardé en reconstruirme y sufrí mucho; pero siempre se sale, ¿sabes? Y si tienes ganas de llorar, llora; si deseas gritar, grita; si quieres maldecirlo, hazlo; enojate, vive tu duelo. -me sonrió.
-¿Cómo te llamas?
- Yuriko.
-¡Qué bonito nombre!
- Gracias. ¿Y tú?
- Olivia.
- Tengo una amiga que se llama así -miré al cielo.
-Debe ser muy afortunada por tener tu amistad. -Sonrió y enseñó sus dientecillos.
-No lo sé, lo supongo. Tú también debes tener amigos aunque a veces no los vemos por estar enamorados, también me ha pasado -y reímos.- Te ves muy linda sonriendo, que no decaiga ese ánimo.
- Es que... ha sido una tras otra: me corrieron de mi casa, dejé de estudiar, dejé muchas cosas por él y él ahora me deja... ¡se aburrió de mí!
-No creo, tal vez lo que él te podía dar ya pasó.
-Oye... ya llegó mi cuñado, debo irme. ¿Me das tu número?- dudé un poco y al final accedí.
-Cuídate y ánimo.
-Muchas gracias -me abrazó y me dijo al oído- me salvaste de una crisis emocional, gracias, de verdad.

Y ahora sólo pienso que quizá salve una vida como dice Medina y me recordó a mí hace poco más de cinco años...

jueves, 1 de noviembre de 2012

Diálogo IV

-Mañana voy a salir.
-¿Con un chico?
- Sí, así es.
- ¿Es guapo?
- No lo sé... sólo me gusta.
- Oye... ¿y ese chico te pretende?
- ¡Ay, cómo crees, mamá! Yo lo pretendo a él
- Eres una cabrona...