martes, 27 de septiembre de 2016

Mirarse de frente y despojarse las dudas

Últimamente me he mirado cada vez más en el espejo y preguntándome quién/qué soy y para dónde voy. Si quiero esto o aquello. Si deseo o no esto. Si me quiero arriesgar o seguir la vida como la conozco. Mi mente se hace bolas y mirañas, luego tomo un respiro y dejo las cosas fluir. No, más bien algo dentro de mí me dice (en realidad me grita desesperada): "deja las malditas cosas fluir y que todo tome su curso".

Me miro al espejo y me pregunto si eso que veo es lo que quiero ser toda la vida. "Toda la vida", me repito irónicamente, como si supiera qué es eso de "toda la vida". Supongo que las cosas que me he cuestionado y cuestiono más seguido últimamente son parte de mi madurez y de mi avance en las terapias con la psicóloga. 

Observo esos ojos rasgados, cafés y medio ojerosos, me sonrío, noto las primeras líneas de expresión cuando me río, luego miro mis canas prematuras y suelto la carcajada. Pienso: "el tiempo es relativo y mis canas son absolutas y bellas". 

Me observo en sueños y me digo los deseos ocultos que sólo tres o cuatro personas saben desde hace tiempo, saben cómo siento tal o cual cosa en torno a un tema, uno o dos me han visto llorar por eso. Yo misma me pregunto si es necesario callarme y guardar en caja fuerte esos pequeños sueños que, en algún momento, me impulsaron a soñar. (Perdón la redundancia). 

Luego vienen mis cuestionamientos (absurdos) sobre si pensar, desear, sentir, imaginar mi vida así no sería una incongruencia con mi forma de ver de ahora. Y ahí, sólo ahí, todo se disipa y la claridad con que veo mi reflejo se nubla o se va dejándome ahí sola, repensando si estoy "bien" o estoy "mal". 

No. Más bien me repito: ¿será que me estoy traicionando? 

Un amigo hace poco me dijo que no es traicionarme a mí, a mis ideales, a mis sueños y a mis ideas revolucionarias, feministas, radicales o pendejas, sino que estoy evolucionando. Me río, más de nervios que de gracia. Evolucionar o madurar, son la misma chingadera, suelto enojada. 

¿Por qué traigo la mente echa un mixer tipo Infomercial? ¿Desde cuándo empezó este debate? ¿Por qué no me di cuenta antes? ¿Debo responder todo eso ahora? 

Respiro hondo. Me miro al espejo, me veo directo a los ojos y vuelvo a respirar hondo. Luego suelto: "deja que fluya, lo que tenga que pasar, pasará". Sonrío y mis líneas de expresión sonríen conmigo. Estoy feliz, aquí ahora, eso es lo que importa.


No hay comentarios:

Publicar un comentario