'Ojalá te queden lectores'

Pues resulta que la semana pasada y luego de haber publicado el post sobre el chiste sexista de mi compa, otro amigo -a quien apreciaba mucho- me comentó por Facebook que había dejado unas preguntas en el blog, como no apareció le pedí que volviera a comentar y lo hizo.

Vi las preguntas y le dije que le respondería hasta la noche ya que estuviera en mi casa porque estaba loggeada con la cuenta de Gmail de mi trabajo y no iba a comentar con ese correo algo que es personal, así que siempre respondo o comento mis/los post hasta la noche porque lo hago con calma y con la cuenta de este blog. 

Total que fue una peleadera durante más de media hora con este hombre porque pues… no le pareció que le haya dicho "te contesto más tarde" ni la "falta de profundidad de mi post". 

Y aclaro, para que no haya dudas, no es blog de análisis ni una columna, es un espacio vacilador donde pongo lo que me ocurre y se me ocurre desde ligues, pedos personales, traumas hasta berrinches y fotos de lo que veo. Pero no considero que todo lo que hago sea un medio que me exija profundidad. 

Sí, me molestó la actitud de que todo lo veo "blanco y negro" y más que no pudiera él entender que estoy trabajando y que respondo con calma porque me place. Sí, que tomara esa actitud estúpida, pesada y mala leche sobre un tema que no lo involucraba y ni lo tocaba y ni lo ofendía a él ni nada. Pero fue algo que se tornó personal. 

Sé dónde chingados ser seria. Sé dónde se escribe con profundidad. Sé que en mi trabajo debo ser precisa, sesuda. Sé que en este blog soy más libre, no tengo ataduras, no tengo línea editorial, no tengo presiones. Aquí puedo ser un poco más yo: de tripas, de corazón, de groserías, de coqueteos. 

Querido Jorge: muchas gracias por la amistad, gracias por revisar mi texto narrativo en diciembre y gracias por compartirme tu columna y aceptar mis comentarios. Yo perdí un lector y tú también, a mí. 

La vida sigue y ni tú ni nadie cambiará la línea de este blog porque soy yo. 

Por cierto: el amigo Gustavo me ofreció una disculpa y me ofreció una disculpa. Además dijo que el chiste no refleja su forma de pensar y no lo juzgara a través de él. Y ya, todo fine con él. 

Pero todo mal con el otro intenso. Lástima y chaú.