miércoles, 11 de marzo de 2015

"Es que los hombres también sufrimos violencia"... (post feminista y quejoso)

("También", o sea que asumen y ven que sí hay violencia hacia la mujer, pero se hacen de la vista gorda, aja-ja... ya salió el peine). 

Hace un par de días, debatía con un amigo sobre que el chantaje emocional es una de las formas más efectivas de violencia y él argumentaba que las mujeres somos las expertas en hacer dramas para hacer sentir mal al otro u otra; sin embargo no coincidí del todo en su punto de vista.

O sea, en cuanto a violencia no importa si es hombre o es mujer quien la ejerce sino que pues es violencia, así de simple. He conocido uno o dos chicos que pasaron, neta, violencia durante su noviazgo mientras que he conocido a más de cinco amigas que la han padecido en más de una ocasión y no, no es porque 'pendejas' o porque elijan mal, el hecho es que ciertos tipos de violencia están tan aceptadas e invisibilizadas que las vemos/sentimos/asumimos como normales aunque son pequeños detalles que se van haciendo bolas de nieve.  


Por ejemplo, esta imagen retrata muy bien lo que sucede con la violencia hacia las mujeres, los micromachismos son tan comunes y aceptados que pos meh... es normal ni nos damos cuenta. Y creo que siempre me molesta un poco que los hombres digan: es que nosotros también sufrimos violencia por parte de las mujeres y sí les creo, pero no mamen, no veo por la calle morras gritándoles una serie de guarradas de lo que se les antojaría hacer con ustedes o de lo que les provocan. 

Tampoco sufren de manoseos ni son obligados a tener sexo. No son violados porque son más débiles. No he sabido de machicidios nomás porque se le pasó la mano a la mujer. En cambio, sí hay violaciones, sí hay feminicidios luego de haber sido violadas y torturadas, sí hay mujeres hospitalizadas por violencia doméstica, sí hay violencia económica y sí hay misoginia tanto de hombres como de mujeres. 

Yo viví a los 11 años el que un cabrón se masturbara frente a mi prima y a mí, a los 14 los besos forzados y toqueteos debajo de mi falda de un compañero de la secundaria, a los 16 me siguieron, a los 17 el que era mi novio me gritó en la calle, a los 24 -hace un añito- padecí los "masajitos" del jefe y que me tomara de la cintura y hace unos meses pasé por el "de tal forma, ya no me vas a gustar tanto"... 

Por razones como ésas, que han sido heredadas generación tras generación, nuestras madres, tías, primas, abuelas nos enseñan toda una serie de protocolos de "seguridad" desde niñas: 

NO andes sola de noche. 
NO te vistas provocativa. 
NO bebas mucho y si bebes ten cuidado que no te pongan algo en la bebida, por mucho que sea tu amigo. 
NO discutas con un hombre, si te dice algo no le hagas caso. 
NO uses faldas, vestidos ni ropa escotada no te vayan a violar por andar provocando. 

(Entre otras que se me escapan en este momento de la cabeza). 

No, señores, ustedes no sufren la misma violencia que nosotras y nosotras sí luchamos cada día por tener respeto de ustedes. 

Y no, no soy una odia-hombres, pero sí odio y odiaré la falta de educación y madre que tienen hacia nosotras. 
**** 
Aquí el texto que escribí sobre mi jefe. 
Aquí el de gritos en la calle. 
Aquí de un viaje en taxi.
Aquí el de los incidentes que he tenido y me han traumado. 

2 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo, pero lo triste y molesto es que esos "machitos" fueron criados por mujeres que vieron bien el que su hijo fuera violento porque así "jugaba". Todo empieza desde casa, aunque a veces ese sea el peor lugar para un niño.

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  2. Pues a veces no sé qué pensar... últimamente veo en los feisbucs publicaciones de unos tales Femichairos y no sé, no me gusta su enfoque.

    Esto de la igualdad de género es una cuestión muy delicada en la que aún estamos muuuuy verdes.

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