Quiero llegar a ver El señor de los cielos

Y luego me preguntan el porqué de mi disgusto por juntarme y platicar con las sobrinas de papá, si están remensas y, el 90% de las veces, no tenemos tema de conversación en común.

 Ayer fuimos a comer a un restaurante chino cerca de Barranca del Muerto, desde que vieron la carta se quejaron horrible de los precios: argh qué caro está, que ya no querían antojitos sino comida corrida, grrrr todo elevadísimo y seguro era una bicoca… meh, me enojé.

En cuanto llegaron los platillos que habían ordenado todos se sorprendieron porque estaban copiosos, desbordaban sabrosura y gordura (grasa también, nunca dije que fueran light) y se las comieron bieeeen chingón y sin respingar, hasta que llegó la cuenta. A mí me pareció un precio justo por las porciones…

Mientras comíamos, estaba en la pantalla del lugar Charlie y la fábrica de chocolates y aparecía la cuenta regresiva para la entrega de los Oscar y le dije a mi mamá: ya quiero llegar a la casa a verlos, me urge. Peeeeero, la sobrina en cuestión me responde: "yo qué chingados voy a estar viendo esos pinches premios, yo ya quiero llegar a ver otro capítulo de El señor de los cielos. Ése sí vale la pena…" (no pus guau).

Digo… no es a huevo ni que todo el mundo lo tenga que ver y salir un experto en cine; pero ps… no sé, no hay comparación. O quizá sea: ambas estamos de chismosas y perdiendo vida aplastadas tres pinches horas frente a la TV, no cambia nada.

Lo que sí es que ahora fueron los Oscar, pero pudo haber sido otro evento trascendente y ella me hubiera dicho que "cómo ver eso, si (inserte su novela favorita) está mejor y le aporta más" (que también me ha pasado en otras ocasiones…).

A mí me creen una mamonsísima porque veo los Oscar, el americano, ¡tengo un equipo!, me choca el soccer y leo. También porque lo mismo hablo de política que de deportes… pero bueeeeno… es parte de mi formación de comunicadora.

Me caen mal y me caigo mal porque el post se ve como si los Oscar fueran LA verga y no.

Puaj…