martes, 3 de febrero de 2015

No uso desodorante (horror)

Y es una realidad.

En septiembre que fui a ver a la ginecóloga para hacerme los exámenes de rutina y me dijo que estaba bien, sin embargo le comenté que presentaba una molestia en el pecho, me examinó y explicó que lo más probable es que fuera una mastopatía fibroquística, en otras palabras quistes fibrosos. Éstos son benignos (en la mayoría de los casos, a menos que se encuentren dentro de la glándula mamaria), por eso, para estar seguras: ella pa' darme el diagnóstico definitivo y yo para saber a qué chingados le estaba tirando, me mando a hacer un ultrasonido de glándulas mamarias.

Mi indecisión (sí, mántenme) me llevó a realizarlo dos meses después o sea hasta octubre o noviembre. Y la neta, iba con todo el temor del mundo: me chocan los hospitales, odio los trámites, detesto los doctores, tratar con enfermeras, tenía pánico de entrar a un quirófano o que me quitarán parte o totalidad de mi seno. Peeeero... cuando me estaban haciendo el estudio me dijo el doc: "usted está bien". Me regresó el colorcito a la cara, el alma al cuerpo, recobré la tranquilidad. No tenía nada. El dolor a veces se produce por grasita que se acumula ahí y ya. Menos grasa (chocolates, papas, semillas, cacahuates, almendras, nueces y aceite), más fibrita y ejercicio: listo. Sin pedos.

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Tiempo atrás, hace como unos cinco años, tomé la decisión de no usar más desodorantes porque no los necesitaba. Me explico: un día iba en chinga loca (como siempre, mi impuntualidad me traicionó o más bien luché, inevitablemente, por que no llegará tarde. En vano jeje...) y por las prisas ni me puse desodorante. Me di cuenta a medio camino y pensé: "nomamesnomamesnomames... voy a apestar, ¡el horror!", sin embargo no fue así. Nadie se dio cuenta que no traía ni tampoco yo lo percibía, es decir: no apestaba a cebolla, ajo o de esos olores fuertes. Al contrario, olía dulzón.

Le pregunté a mi mamá y me dijo que no olía feo. Intenté varios días más y me empecé a sentir cómoda. Era un producto menos que DEBÍA usar en mi cuidado diario, así ya no tendría que batallar (porque es una l-a-t-a escoger el desodorante-antitranspirante "ideal") si compraba un roll-on, un spray y si éstos debían ser cuidado 24/7, con aloe, piel delicada, pH clínico, sudoración excesiva, con crema humectante; que si con olor a frutitas, a mango, a cítricos, sin olor, sin aroma y la verga de ocho patas. O sea es una infinidad de detallitos pendejos en los que una se debe fijar al comprar esos productos y carísimos. Pero me deshice de ellos.

Yo soy muy abierta (como pueden leer periódicamente aquí en el bló) y un día, me pareció natural mientras charlábamos mis compañeras asistentes editoriales de Editorial Patria por allá de 2012 (¡hola, chicas!) que no usaba desodorante. Uy, la reacción fue... ehm... aterradora, de asco, de desaprobación. Argumenté que no lo necesitaba, pues no sudaba en exceso ni apestaba a cabrón tras 10 vueltas a la ciudad ni a tacos de pastor de un mes. Pero no. Ellas me desaprobaron y les di asquito.

Así que cuando tuve oportunidad, decidí volver a usar desodorante (sí, tonta de mí por hacerles caso...) y me compré el Dove libre de betacarotenos (que según son los cancerígenos) y sin olor y en spray para no manchar la ropa que me encabrona mucho eso. (Me parece más desagradable que por estética tengan sus playeras manchadas con desodorante o por sudor químico, propio de usar esos productos, que usar algo más naturalito, la verdad. Pero es mi opinión radical.)

Me sentía "cómoda" aunque extrañaba no echarme un producto más en la piel. El empujón definitivo para dejar de usarlos fue el posible diagnóstico que me dio la ginecóloga y reflexioné que, para mí, no vale la pena torturar a mi piel con químicos que no necesito y que ni quisiera me benefician; al contrario, me perjudican, lastiman e irritan la piel sensible de las axilas, además que van oscureciendo la zona entre la rasurada y el químico.

También, hay días, semanas o meses en que no me rasuro las axilas y no porque sea sucia sino porque dejo de lastimar mi piel con el rastrillo y, de verdad, si intentarán darle un respiro de dos o tres semanas sin pasarse podadora por "las alitas", les aseguro que cuando lo hagan sentirán su piel suavecita, sin irritación y sin tonos rojos u oscurecimiento del área. Yo lo recomiendo y es maravilloso.

Pero yo soy hippie, allá ustedes...

(Si la aplican me cuentan, no sean gachas, chavas).

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Además esa cara de placer que ponen en los comerciales mientras se untan el desodorante es totalmente falsa. Arde horrible cuando te acabas de rasurar o depilar con cera o cosas bien sádicas.
Just saying...

2 comentarios:

  1. Yo intenté los mismo desde hace algunos meses, pero a diferencia de ti, yo sí sudo como varón o peor. Luego mi madre me dijo que la leche de magnesia es maravillosa y...sí, pero no conmigo. Actualmente uso la leche de magnesia tras la rasurada, pues evita que se irrite la piel y la deja suave, luego de ésta me coloco el desodorante. Yo quiero ser hippie y no por moda, por salud y por ayudar al planeta, pero mis genes lo impiden :(

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  2. ¡Me hiciste mi noche!
    Debo confensar que antes de tener novio aplicaba la misma que tu, andar de mujer lobo y mi piel mega coqueta xD

    Soy tu faaaans :B

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