No exactamente de los hombres, claro. Pero sí de un ex. Verán ayer mi mamá quiso hacer una posada aquí en la casa y jamás me hubiera imaginado que a ese hombre lo volvería a ver y en una fiesta. Llegó porque es primo de una sobrina de mi papá (larga, larga historia) y creo que ella lo invitó. Obviamente nadie sabe sobre lo que pasó entre él y yo, a excepción de una tía de el muchacho en cuestión (y ahora ustedes).
Cuando llegó me temblaron las piernas. Pero tengo una razón.
Lo conocí en 2009, si no mal recuerdo, en una fiesta de la familia de él (su familia y la mía se llevan muy bien desde hace muchos años), nos llevamos bien, platicamos, nos entendimos y nos queríamos conocer, pero no nos pasamos los números. Así que intenté conseguir su correo con su prima (la sobrina loca de mi papá con quien no me llevo bien) sin mucho éxito porque no era el correcto. #BadLuckYuriko
Sin embargo, mis papás fueron padrinos de un sobrino de este chavo, así que fui a la fiesta y cuando llegó nos la pasamos juntos toooooda la tarde-noche, platicando, bailando y riéndonos como idiotas enamorados. Fue una noche bien bonita (escribí esto para él, denle clic y listo), aunque en ese entonces yo tenía novio me importó una y dos con sal porque ps este tipo me ofreció irnos de viaje y así lo hice. Me largué con él 4 días a Ixquimiquilpan y ni siquiera avisé y casi me corren de la casa cuando regresé. Todo un show digno de mi vida alocada.
Estuvimos saliendo un par de meses, peeeeero... sus hermanas (tan horribles y huecas, que se sienten tocadas por dios y las reinas del mundo nomás porque viven en Naucalpan que ni de su burbujita mínima han salido) y su mamá se empezaron a meter en la "relación", leían nuestras conversaciones, sabían a dónde iba, con quién, a qué hora: TODO. Y yo me cansé. Un día me dijo: es que quieren ir a hablar con tus papás y decirles todo. Ah sí: porque la culpa, tooooda la culpa, la tenía yo; él era el santo en este embrollo.
Sus hermanas fueron a hablar con una de sus tías (con quien me llevó muy bien y platicábamos de vez en cuando) y ella me defendió diciéndoles que yo era una buena chica, inteligente y estudiando mi carrera con harto empeño, tranquila y con aspiraciones y sueños, así que se dejaran de meterse en lo que no les incumbía (pinches metiches...). Después de todo el show horrible, decidí dejar de salir con él por mi salud mental, también porque me cansaba y mortificaba demasiado pensar en lo que esas personas les podrían decir a mis papás. Dejamos de vernos, pero no de hablar.
Curiosamente, con él tenía una confidencialidad muy poco usual en un tipo con quien apenas salgo y él sentía lo mismo. Así que esporádicamente nos veíamos y platicábamos de lo que nos había pasado y nos dábamos consejos. Quizá un par de veces pasó algo más. Hasta que nos hartamos.
Más bien, en una fiesta él fue con la que en ese entonces era su novia: una chica delgada, alta, linda, agradable; pero medio penosa y controladora. Cuando me vio en ese momento ni me saludó, no me dirigía la mirada ni nada por el estilo, sin embargo cuando se fue ella, empezó a cotorrear conmigo, hablarme y todo como antes. Lo mandé al diablo.
En 2012 me enteré que se iba a casar y escribí algo para él, de hecho el día de su boda yo me estaba muriendo de una cruda espantosa en la que terminé con omeprazol directo en la vena y pasé una Navidad restringida y comí pechuga de pollo con chayotes y brocoli (¿cómo se escribe? Me lo dejan en los comentarios) con una rebanadita de jamón de pavo, por aquello de los sabores navideños.
Y entonces, se casó. Nos habíamos eliminado de Facebook y ya ni usaba el Messenger, así que el contacto lo perdí.
Hasta que...
Seis meses después de que se casó me mandó un mensaje a Facebook (porque la tonta de mí no lo había bloqueado, no vi la necesidad para hacerlo) y me mandó una foto de (me da una vergüenza decirlo, pero a todas nos ha pasado) su pene...
Lo mandé a la chingada y le pedí que jamás me volviera a buscar porque no quería tener problemas ni con su familia ni con su ahora esposa.
Y... qué pinche fea está. No está linda, bonita, guapa ni buena. O sea... ¿qué pedo? Debería existir pena capital para quienes se queden con mujeres más feas. Eso se siente... extraño.
Es decir, tenía un estándar muy alto, y no lo digo por mí, sino por la otra chica que conocí y sus anteriores novias... y terminó con... ¡eso!
Ay, lo bueno, es que algunas sí aprendemos de nuestros errores y nos buscamos un error más guapo, igual de pendejo; pero más guapo...
Ay, Betito, qué malos ratos y malos gustos. Seguro tu familia lo apoyó.
Hola Yoko, nunca había tenido la oportunidad de leer tus entradas de éste blog hasta hoy que mi ocio es muy grande y aquí te va mi opinión.
ResponderEliminarDejando de lado que tu texto es un tanto confuso y se pudo haber resumido a las últimos 4 párrafos. Según mi experiencia, creo que del tal Beto todavía está enamorada y no lo has superado. Frases como "termino con...¡eso!" o "que malos gustos tiene" únicamente denotan (con todo el respeto que te mereces) mucha impotencia y ardides de tu parte. Y claro que lo dices por ti y no por su anterior novia, por algo lo escribiste (tal vez lo dices para justificar y darte valor para escribir ésto, digo, tal vez).
Se que te valdrá 3 kilos de (tú ya sabes de que) pero te conozco personalmente y se que para gustos hay colores peeeero.... no estas precisamente en el estándar del gusto general de los hombres. No me imagino cómo estará la susodicha.
Pero ésta tan solo es mi estúpida opinión, no le hagas mucho caso.
Saludos.
^ creo que a alguien le caló la anecdota
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