domingo, 7 de septiembre de 2014

La experiencia Cinemex

¿Qué les pasa a los de Cinemex…? Todavía de que pagué 85 pesos por entrar a la sala Premium me salen con un servicio tardado y espantoso con las palomitas quemadas y un cuarto de maíz, medio quemado, al fondo. Y además no me dieron mis gomitas (los odio).

Oh, terrible. 

Fui con Oveja a ver Lucy a Reforma 2-22 (siempre me pregunté por qué no le llamaban doscientos veintidós, pero bueeeno, así los números hoy en día) y compramos para sala Premium, yo no había comido así que pedimos un combo pareja por 149 pesos, se tardaron aaaaños en llevarnos nuestras cosas engordadoras. Aaaaah, pero a los de al lado de nosotras se los llevaron en chinga cuando pidieron después. Llegó el chico y nos entregó todo, menos las gomitas y a los pocos segundos de entregado el pedido lo recordé y ni modo de gritarle en plena película (qué oso, goeeei).

A la mitad del bote de palomas, onda cuando Lucy ya andaba súper chida viendo las señales telefónicas y rompiendo madres a los orientales, me comí un par de palomitas quemadas, minutos más tarde me empecé a sentir pollo entre tanto grano de maíz palomero. El horror. 

Total que terminó la función y fuimos a reclamar amable y educadamente por las palomitas viejas, quemadas y "sin hacer". Nos llevaron a la cocina de las salas Premium, el chico habló con el encargado que si nos daban las gomitas, que si nos daban el dinero, que si nos recompensaban con otra cosa, no: nos devolvieron el dinero, bueno 128 pesos. O sea nomás nos cobraron los refrescos. 

Eso nos sirvió para ir a chismear al calor de un café y un chocolate en El Scary Witches en la Zona Rosa, ameno el lugar y creo que está a buen precio todo. Soy fan de los nachos de ahí. (Espero, mi queridísima Oveja que te haya gustado el lugarcito). Un domingo productivo y agradable, cómo no. 

Ah sí. 

La película está buena. Es muy útil para debrayar acerca del tiempo como unidad de medida, pensar en el potencial humano que creemos tener. También para pasar un rato bonito y simpático. Por supuesto, lo más importante es: se puede ser bonita, pelear con todos y romper madres sin despeinarte, sin que se te corra el maquillaje y, además, con tacones. 

Y una en chanclas salvando al mundo desde un escritorio. Estoy pérdida… 

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