jueves, 30 de junio de 2016

Reto: ver las cosas buenas

Desde hace un par de meses me propuse, como meta personal, que al finalizar el día viera todo lo bueno que había tenido en él, el punto es dejar de enfocarme taaanto en las cosas negativas, esas pequeñas cosas que te pueden partir la madre en un minuto. Y sí, ha sido toda una aventura.

Primero, es muy cierto que hay una clara tendencia a ver lo negativo por encima de lo positivo, o sea nos enfocamos en ahogarnos más en las cosas malas que nos pasan que en eso bueno que quizá pudiera hacernos el día. ¿Como qué? Abrazar a alguien, que te lleven un arroz con leche a la oficina (gracias, Vane) , ver a un amigo que tienes meses sin ver, ayudar a alguien que lo necesite, es decir pequeñas, pero grandes acciones que nos impactan de forma chida.

Hoy entendí un poco eso. A veces darle a alguien un pequeño gesto de empatía puede cambiarle el día, no sabemos la carga que esa persona trae sobre sus hombros, qué pedos chonchos traiga y a veces nomás con darle una sonrisa le podemos hacer el día, al contarle un chiste o escucharlo ya hacemos algo bueno.


O como yo hoy que ayudé a un señor con las bolsas del Super. Es algo que hago comúnmente, cuando veo que alguien viene haciendo malabares en el camión y si yo vengo sentada cómodamente le ofrezco mi ayuda, si me dicen que sí: chido. Si me dicen que no: chido. Realmente también darle tus cosas a una completa desconocida es un albur. Digo... ¿qué tal que te baja tus cosas? Pero me parece buena la intención, me gusta pensar que toco positivamente a las personas.

No me considero la madre Teresa ni mucho menos la persona más feliz del mundo, siempre ando de pedera y con mi cara de pocos amigos por la calle, sin embargo también me agrada ser amable con los demás: las personas ciegas a veces necesitan ayuda y, desafortunadamente, el Metro no es muy de fiar con sus líneas guía ni tampoco su personal, evitar que se rompa su madre y choca está bien. Claro si tienes tiempo.

No sé. He tratado de cambiarme el hábito de al final del día mentar madres para mejor tomar las cosas buenas aunque sean mínimas e insignificantes porque más allá de darte esa onda de buena ondez se convierte en un excelente ejercicio para re pensar tu día y analizarlo, poco a poco empiezas a guardar lo bueno, las sonrisas y dejas atrás los enojos. Me ha resultado bien, espero seguir con este ejercicio mucho tiempo para volverlo un hábito.

Igual estoy pensando en hacer mi Gratitude jar y guardar ahí los momentos buenos para que cuando lo necesite los lea y me ponga chida y me llene de buena vibra, dicen que sí funciona, ¿ustedes lo han probado? Cuéntenme en los comentarios.

Y así las cosas en este cambio de actitud. Ya les contaré mis avances.


jueves, 23 de junio de 2016

Soñé con una fiesta de 2011

Hace un par de días soñé con una fiesta de abril de 2011 en casa de Fénix, uno de mis deslices gachos y de quien guardo un mal recuerdo. Supongo que esa celebración formó parte del álbum de malos momentos de ese año, que no fueron pocos.

Bueno, todo era igual. Todo. Íbamos en el coche de Alfredo, su primo Lalo y yo, después pasábamos por A y su amiga, sentía la misma incomodidad al verla llegar y platicar tan como si nada conmigo. El camino era el mismo, rumbo a Xochimilco. Feo y lejos, todo era igual. Llegábamos al lugar y al poco rato también llegaba Pity con su camisa marrón con grecas negras y su melena negra tan maravillosa que tenía, Sergio y Mariana.

También soñé que Alfredo y Mariana bailaban y se veían tan bien juntos. Luego sacaba a bailar al penoso de Pity y nos divertíamos mucho. Aquel día ese momento salvó la noche porque él me gustaba mucho y jamás bailaba (y menos salsa) con nadie. Sentía sus movimientos torpes y su nerviosismo en las manos sudorosas, intentando sonreír para fingir su pena.



Y bueno, en esa fiesta estaba Y, la "algo especial" de Fénix, y pues A que era "la novia" y yo que era "la otra" y otra chica que al parecer coqueteaba con él. Nos tuvo reunidas ahí, conviviendo entre nosotras, todo era lo mismo. Esa exacta sensación de enojo, impotencia y tomada de pelo que me recorría el cuerpo una y otra vez como un impulso eléctrico.

Lo que cambió en este sueño fue que luego de ver esa situación, iba hacia él y le daba una patada en la entrepierna. Alfredo me preguntaba si ya nos regresábamos a la casa y nos fuimos.

También manejaba Lalo y Alfredo iba consolándome en el asiento de atrás, limpiaba mis lágrimas sin decir nada y sólo me apapachaba.

Ahí terminó el sueño. ¡Terror!

¿Por qué soñé eso? Quién sabe. Pero qué pinche bonito sentí darle en las bolas a ese güey jojojo.

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Por cierto, la chica A estudiaba en la misma Fac que yo, sólo que ella estaba en Relaciones Internacionales, luego de enterarse que yo tuve ondas con F, me odió y retiró el habla (con justa razón, supongo). Sin embargo, se las daba de muy open mind y una vez que me la topé en la explanada con sus amiguitas, mientras pagaba mi cigarro, ella les empezó a decir que era una puta porque me metí con SU novio pese a que yo sabía que ella era su novia. Eeeen fin, yo sabía de una, no de las otras *grita Meryl Streep ¡gañán!*.

Cosas locas que me pasaban en mis tiempos desenfrenados. Mñe.

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Mañana voy al psicólogo, ya no más sueños sin descifrar, ya no más voces en mi cabeza, ya no más recuerdos gachos recientes, ya no más tormento. A ver cómo me va, igual si ocurre algo destacado se los cuente, pero sí me recetan diazepam se los regalo jajajajaja estén atentos.

lunes, 20 de junio de 2016

Warcraft, otro que hizo las cosas bien

Fui a ver Warcraft el jueves, rodeada de harto ñoño-gamer y mi gamer favorito de todo el mundo mundial: mi novio. Debo admitirlo: no sabía de la existencia de este juego ni de qué trataba ni siquiera que tendría una película y estaría tan chida.

Lo digo desde mi perspectiva de desconocimiento y que sí, la película me atrajo a seguirla viendo, o sea no sólo es una película gamer para gamers: NO. Es una película que entretiene, cumple y hasta supera expectativas, te cuenta de un modo agradable la historia del conflicto tremendo entre Orcos y Humanos.

No es una película exclusiva para los fanáticos del juego como lo fue Batman vs Superman que quedó mal con los fans porque les debió y quedó mal con el público en general porque no los atrapó; me atrevería a decir que se parece un poco a lo que ha hecho Fox con X-Men que aunque no conozcas la historia ni sepas quién chingados es Fulano o Mengano te atrapa y no te queda a deber nada. Pues Warcraft es así.


Hay muertes importantes en dosis adecuadas hasta guiños amorosos sin caer en el cliché pendejo de comedia romántica con acción, lo cual agradecí mucho. (Si hay algo que me molesta hasta el hartazgo es que combinen las películas de acción con sus toques románticos que puaj... ¡me hacen vomitar).

Garona. Me encantó la forma en la que lucha y su personalidad
Los efectos especiales están chidos. De acuerdo con Alonso, la película conserva muchos gráficos del juego, como las casitas y el mapa del reino de Azeroth. Hay escenas re iguales a las intros del videojuego. O sea fue fiel a sus seguidores y ¿qué creen?, estoy casi-casi segura que el objetivo fue atrapar a nuevos jugadores, seguidores o fans y lo consiguieron.

Fui fan de Durotan
Consiguieron atraer nuevos y conservar a los viejos, y eso, queridos lectores es lo que les aplaudo. Mi corazón salió feliz y pude ver la cara de emoción de mi novio, escuché su risa cuando salía algún guiño al juego y la sala estallaba en carcajadas, fue una sensación bastante agradable. Si no la han visto, la neta se las recomiendo ampliamente y ya luego hablamos.

jueves, 16 de junio de 2016

Me robaron la calma y volví a tener 11 años

Hoy mientras esperaba el camión en la esquina de mi casa, escuchaba mi música y veía cómo el transporte brillaba por su ausencia. 

Desperté de buen humor. Hoy veré a mi novio, iremos al cine a ver Warcraft  y comeremos palomitas y tacos al pastor, ¿qué más se podía pedir?, además me divertiría en el trabajo. 

Pero. 

Un pendejo, un hijo de puta, decidió arruinarlo. ¿Cómo? En su auto, desnudo y con el vidrio abajo se apareció frente a mí para que viera su pene… ya ni siquiera recuerdo qué diablos me dijo, perdió importancia o mi mente lo borró. 

No supe cómo reaccionar. Me volví a sentir igual de vulnerable que cuando tenía 11 años, con mi uniforme de secundaria diurna escondida en el zaguán de mi vecina porque perdí la noción de realidad. Reviví el pánico y sólo me puse a llorar. Le grité: "maldito cerdo"; pero nadie hizo nada. Nadie me preguntó qué me pasaba. Nadie me apoyó. Un chico pasó y se rió, no sé si de la situación o de que tenía un bonito día, pero me sentí peor. Sólo quería huir. 

Tomé un taxi y veía a todos lados, pensando que el tipo estaría ahí acechándome. Esperando mi descuido. No pasó nada. Estaba tan en mi rollo que ni me di cuenta que el taxímetro estaba alterado y me sentía tan triste que ni siquiera le reclamé por el exceso en un tramo que me vale hasta 18 pesos. Mis fuerzas se fueron de paseo un ratito. 

Luego vino la rabia. No anoté el número de placas y quiero olvidar la cara de mi agresor porque es eso: un puto agresor que me jodió el día. 

¿Por qué? Porque se robó lo más valioso que todes tenemos: la tranquilidad. Se llevó mi tranquilidad y mi seguridad de caminar sin saberme observada o perseguida. Me jodió el buen inicio del día. Esfumó mi felicidad y deseo que a ese maldito le pase lo peor, que choque, que ALGO le pase, ese tipo de personas ni siquiera deberían reproducirse. Y lo odio, igual que odio al que me robó mi inocencia, mi felicidad, mi tranquilidad y confianza cuando tenía 11 años, una estabilidad que me costó muchos años recuperar. 

Pero aún falta día y como todas luego de una agresión sólo nos toca recomponernos, rehacernos y volver a sonreír. 

Que nadie nos quite la sonrisa, si nos la arrebatan ellos habrán ganado. 


miércoles, 8 de junio de 2016

Hablemos de cortos animados de Disney

Ayer fue un día muy pesado en el cual ya no sabía si subía o bajaba o escribía o respiraba o qué chingados, hoy fue muuuuucho más relajado. Me estuve riendo, pendejeando en internet, leyendo mis blogs de confianza y además como hicieron reacomodo de inmobiliario pues perdí casi medio día en ello.

En la hora de la comida, mi compañera V fue a cotorrear con su prima y las dejé solas. De camino con mi nieve chingonsísima de arándanos pensé: me pondré a ver un capítulo de Sailor Moon Crystal. Pero. De pasadita a mi lugar vi a mi compañero M, que estudió en la misma vocacional que Alonso, y me puse a platicar con él. 

Total, empezamos hablando de U2, los videojuegos, que él no sabe que es un Warcraft y de las películas favoritas de Disney y que el orgullo gay y que Kung Fu Panda y que los cortos... ¡llegamos a nuestros cortos favoritos de Disney

Yo le hablé de Paperman que me parece una maravillosa obra al ser mudo y en blanco y negro, además es cursi y lo cursi sí me gusta y va conmigo (aunque lo pinches niego). 


Luego, él me habló de otro que se llama La luna, puffff chulada de corto, emotivo hasta más no poder y bello por donde se le vea, no hay más. Me encantó y casi se me sale la lagrimita Remi en la agencia. 


Entonces, le dije a V "M me pasó este corto, está bien bonito...", pues me pasó otro llamado Partly Cloudy que también está bien chulo y así me puse muy de buenas, me ataqué de la risa y me relajé de todo. 


Y ya. No era algo tan profundo. 

¿Cuál es su corto favorito? 

domingo, 5 de junio de 2016

Este domingo no me bañé

Fue un muy buen domingo. Hace un año fue la fiesta electoral en El Universal, con todo el equipo de Red Política y el mar de botana y estrés en la redacción, con más de 12 horas de jornada laboral con atascones de pambazos dorados, gratinados, albures (dignos de nunca brillar en sociedad) y risas, caídas de página, números, estar al pendiente por todos lados. ¡Ah qué recuerdos!

Sin embargo, ésa "yo" de hace un año quedó atrás.

Ahora di gracias al Universo porque fue domingo, hubieron elecciones locales en el DF y varios estados y yo estuve echadota hasta las 11:30 de la mañana, desayuné barbacoa, no me bañé, fui al cine y disfruté el partido de México-Uruguay en compañía de una Tecate y el amorts :D, ¿qué más se puede pedir?

Agradezco volver a disfrutar mis fines de semana como la gente "normal". Todo este ha sido un buen cambio y estoy muy feliz con ello.