Es de llamar la atención que una considerable cantidad de nombre femeninos sean de cosas, mientras que muy pocos (o creo que ninguno, según mi recuento) masculinos sean de objetos o cosas.
Y eso me di cuenta gracias a una plática con mi estilista de cabecera, ella tiene dos hijas y me dijo que jamás le han gustado los nombres de cosas para niñas, entonces caí en la cuenta.
Llevo un par de meses masticando el tema en mi cabecita, armando y desarmando ideas al respecto hasta que llegué al siguiente punto…
Igual me pongo chaira feminista; pero estaba pensando que desde ahí empezaba la objetivización o cosificación de las mujeres porque qué bonito llamarse Luna o Rosa porque eres niña y a las niñas se les puede llamar como uno quiera, aunque sea un elemento de la naturaleza.
Por ejemplo:
Lluvia
Violeta
Azul
Margarita
Lucero
Rocío
Clara
Flor
Soledad
Alegría
Gloria
Entre otros más…
¿A qué voy? No sé, pero me pareció curioso. Igual y en algún momento lo retomo. Quizá diga: güey no mames, soy la verga y descubrí el hilo negro (que no lo creo). O tal vez: ¡qué oso! Ni razón tenía en esto… jajaja cualquiera de los dos me parece hilarante.
Mientras ¿cómo sería el neutro en español?: niñes, adultes, maches, hembres, perres, oficinistes… se escucha taaaan raro.