martes, 31 de marzo de 2015

Los dramas amorosos ajenos

El lunes pasado tuve que vivir una pelea entre novios en la que me vi envuelta. Estaba platicando con un dude reportero y él -ya bebido- me empezó a tirar el perro, que si provocaba que me imaginara poniéndome la pijama, que ojalá pudiera tomar su mano en ese momento y yo así: o_o?, y fui amable. Ni le seguí el juego ni nada. Sólo lo dejé ser, total a mí no me afectaba en nada y cada quien se hace responsable de sus vidas y lo que se dice.

Entonces, de pronto me escribió "si una vieja que profesa el "feminismo" y no tiene amor propio", yo sacadísima de onda le pregunté que no entendía su respuesta (pensaba que era mi amigo) y me dijo: "andas de ofrecida con mi ahora ex", entonces pensé ¿quién tiene menos amor propio: ella que escribe desde la cuenta de su (ex) novio o yo que ni la pelo?

Sólo alcancé a decirle que los pedos con él eran exclusivos de ellos, a mí no tenía por qué embarrarme, chaú. Y me fui a dormir.

Días después, me mandó un mensaje este tipo diciéndome que si YO entendía que ÉL tenía EXCLUSIVAMENTE una relación PROFESIONAL conmigo. Ajá. Que lastimó a una persona que quería. Ajá. Que actuó mal y no podía justificar al alcohol por esos actos. Ajá. Que ÉL no le dio el lugar debido a su novia. Ajá. Y que "la verdad" sí la quiere. Aja. Todo ajá. Y así acabó la conversación.

Y ahora resulta que me eliminó.

Me cae que las mujeres que son obsesivas, controladoras, celosas, posesivas y asfixiantes tienen éxito en las relaciones y una que es alivianada, buena onda, open mind es un fracaso emocional, argh conozco varios casos de amigos que por sus novias locas me eliminan o me dejan de hablar.

Ellos se lo pierden y yo me lo ahorro. Poséstosjotos qué se creen...

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Debo darme una limpia porque atraigo ese tipo de cosas últimamente. Lo que sí es que me encanta estar soltera y sin problemas de este tipo. ¡Ah, dulce libertad!

viernes, 27 de marzo de 2015

"¿Te conozco de algún lado?", táctica de ligue #203

Pues iba a escribir sobre los dramones en las relaciones que puaj me parecen detestables, pero como esto es más interesante, pues mejor les escribo de lo que ocurrió hoy.

Fui a cenar con Luma y Juan Carlos, su novio, a un Chili's. Salí del periódico y corrí, corrí para llegar porque se me había hecho tarde. Llegué, me instalé y miré esos ojos aborregados del mesero (sí, sí, del mesero) y nos sonreímos al mismo tiempo (sí, sí al mismo tiempo), se acercó y me dijo "en un momento te atiendo". (¿Qué dijeron?, ésta seguramente nos va a aventar su historia de amor, ¡pues no, chulos! Sigan leyendo).

-Jajajaja (yo) no tengo vergüenza, todavía ni me instalo y ya le eché el ojo...
-Espérate, caramba, todavía ni estás borracha y andas de coqueta (JC).
-Déjala, le gustó. (Luma).
-Además, estoy soltera, no tengo compromisos y puedo hacer lo que quiera (como coquetear con el mesero de Chili's por ejemplo).

Se tardo siglos en atenderme, pero cuando lo hizo fue amable y sí le sonreía y sí le coqueteaba y sí lo miraba cada que pasaba. Juan Carlos nomás me hacía burla de que me echaba mis miradas con el mesero y me ponía roja de que me cachaban (mamá si les esto, no es cierto... o bueno, sí, ya sabes cómo soy).

Estuvimos platicando, riendo, charlando, cantando canciones de Estopa (JC se emocionó), Caifanes, Madonna con su Isla Bonita, La oreja de Van Gogh, ellos bebieron margaritas de 39 pesos (*sufro mil* no puedo beber), yo sólo té helado. Comimos alitas y costillas (o más bien: huesos cubiertos con eeeescasa carne, ¿alguien sabe si puedo denunciar eso con la Profeco?), todo con poquito picante.

Cotorreamos un poquito más y pedimos la cuenta. Cuando se acercó a darnos la cuenta, él me dijo:
- Siento que te conozco de algún lado. ¿Dónde estudiaste?
- Estudié en la Políticas en CU.
- No, ¿antes?
- En la prepa 8
- No... yo iba en la 9, pero te juro que me pareces conocida de algún lado (yo nada más sentía que me ponía roja como jitomate maduro).
- Ah...
- ¿No te parezco conocido?
- (La neta no, pensé) Pues hay veces en que pienso "lo conozco" pero resulta que tengo deja vús porque resulta que no los conozco, nomás tengo esa sensación. Quizá sea eso. (O sea cantinfleé, pa' que me entiendan).
- Bueno ahorita les traigo la cuenta. (Bien romántica la cosa).

Y como yo, que no dejo pasar ni una, saqué mi agenda, arranqué un papelito, escribí mi nombre, mi celular. Devolvió el cambio y le entregué el recadito, "por si gustas llamarme".

"Yuriko..." y volvió a repetir que me le hago conocida. Se despidió de mí con un beso.

Ojalá me llame, pronto-pronto las noticias (si es que hay). Por cierto, él se llama Ulises.

miércoles, 25 de marzo de 2015

Querido diario

Nunca tuve un diario con candadito y cubierta rosa. O bueno sí, tuve uno, pero no era una persona constante al escribir quizá por indisciplina o porque mi vida era igual de divertida que una pared en un pueblo olvidado.

Rara vez llegué a escribir alguna anécdota divertida en él, aunque me propuse escribir diariamente para dejar constancia de lo que hacía o pensaba, sin embargo al releer lo que escribía me enojaba al notar mi odio hacia mí misma, me sentía indigna, tonta, fea, gorda e incapaz de lograr algo así que no había mucho que guardar. Por esos años me peleaba a diario con mamá, siempre fue una relación muy complicada y más en esos años en que quería escapar de algo que ni yo sabía qué era, eso en la prepa se volvió esencial. Luego tenía un liguecito, Iván, que jugaba conmigo y me ilusionaba, estando presente un par de veces coqueteaba con mis amigas y eso me podría, como no podía expresarlo nomás lo vertía sobre mí, porque la culpa era mía.

No había grandes cosas que registrar que no recuerde: la vez que me besé apasionadamente con un dude en la puerta del estacionamiento en la secundaria-cárcel y el director nos cachó. O cuando Uziel se fue a Copala y creía que tenía roto el corazón. O los concursos de escolta o cómo me llamaban gorda y lo mal que me sentía cada mañana con mi cuerpo adolescente sin desarrollo.

Una semana escribí religiosamente a diario, luego a falta de adrenalina desistí. Recuerdo que en seis meses había escrito nada más nueve o 10 días, una miseria, al año tiré ese diario.

En la prepa intentaba lo mismo, pero mi seguridad estaba cada vez más por suelos y sufría una fuerte depresión. Sí tenía ganas de suicidarme, nunca lo intenté, bueno una vez con pastillas, pero sólo logré drogarme demasiado sin mayor percance. Aclaro: todo lo que escribí durante mi estancia en la ENP 8 giraba en torno a mi amor "puro y real" hacia Israel, no escribía de mí sin escribir de él. Dependiente, sí.

En la carrera pasaba algo similar, pero era de mis ausencias de él o de alguien más, durante los primeros semestres la pasé mal, hasta que conocí a Víctor y a Gerardo, quienes fueron mi contacto con el mundo y reafirmaron mi confianza en mí y mis alrededores. Ahí aprendí a escribir de mí para entenderme y terapearme, pero tampoco fui constante, todo era cuando fluía o la inspiración, esa prostituta que se niega el 90% de las veces, tocaba a mi puerta, principalmente de noche.

Luego gané confianza, bajé de peso, me miré al espejo y me vi linda, sexy y todo lo que no había disfrutado de mí al fin lo gozaba con todos sus pros y sus contras, me sonreía y no me importaba dar una cara buena a los demás si no lo quería, sólo me complacía a mí, bueno… en ese sentido, muchas cosas que pasaron en esos días también giraban en torno al galán en turno, para quien también escribía.

Todo esto viene a que mi falta de constancia y de confianza nunca ayudaron a que fuera constante con algo (o alguien), fue hasta que descubrí Metroflog y después Blogger que pude ser un poco más periódica en lo que escribía, aunque hay meses (lo pueden ver) que no escribí nada porque no me nacía o no había nada interesante, hay otros donde sólo hay uno o dos textos y todos eran más "literarios" (frustración clásica de periodista).

Fue hasta que tras la partida del ex y descubrir el blog de Plaqueta, decidí que este blog (su-blog-de-confianza) se convertiría en mi diario vacilador donde escribiría todo lo que quisiera: ocurrencias, vivencias, amores, desamores e iría documentando mi vida personal y colectiva. Fue la mejor decisión, y reto, que pude tomar porque aquí estoy: feliz, más segura y con más proyectos gracias a este espacio. Mi querido diario, mi gran desafío.

Por cierto: ahora tengo mi libreta negra, no es un diario; pero es mi "recorte" de vida para mí y nada más para mí. :) (Tampoco escribo a diario sino cuando se me da mi chingada gana, no siempre hay grandes cosas que contarme).

lunes, 23 de marzo de 2015

Ellos y su forma de ligar enviando fotos desnudos

No sé, no entiendo, no me cabe en la cabeza cómo hay hombres que creen que es sumamente efectivo o agradable que a una le envíen fotos desnudos o de sus penes erectos o que a alguien le interese como, primer acercamiento ligador, una foto de ese tipo.

Ayer un tipo que recién conocí me hizo la plática por Whatsapp, que cómo estás, bien jijiji, que qué haces, que me pongo la pijama, que si me mandas foto de lo que tú quieras y como quieras, no'mbre te acabo de conocer, ay ándale, que no, bueno te mando una mía y tarán: era una foto de él desde los muslos hasta la barbilla completamente desnudo.

Todavía el muy zoquete me preguntó ¿qué parecía la foto?, sólo atiné a decirle: oh, fue un gusto haberte conocido, chaú.
Primera: no le iba a seguir el juego.
Segunda: me pareció sumamente patético que no hubieran transcurrido ni 30 minutos de conversación cuando ya tenía una foto de él sin pudor mostrando sus carnes.
Tercera: parece que porque una le da el número de celular lo interpretan como un "quiere sexo".

Y, lo más importante, por ese "quiere sexo" sus cabecitas huecas maaaaal pedo lo interpreten como "seguro le va a prender una foto de mi pene, es sensual" y no. Pendejo-patético y terrible.

Prefiero seguir sola que estar topándome con esos tipos al por mayor, abundan como cucarachas. Quémenlos vivos y con leña verde, malditos.

domingo, 22 de marzo de 2015

Mis ojitos me arden y tengo ojeras terribles, pero todo es felicidad

Puaj… estoy madreadísima, pero qué buena velada pasé ayer. Tan buenérrima que dormí -cual bulto- a las 4am (uy, tempranísimo), todo fue en honor al cumpleaños del amigo más gruñón que alguien pueda tener (y aguantar): Grumpy *entran fanfarrias*.

Hace un par de semanas, su ex (o actual, no sé, desconozco su vida en ese sentido) me invitó a su fiesta de cumpleaños y acepté gustosa. Fue Dianela, Rafa, Karina, Pau, dos amigos de Grumpy y su hermana.

Nos la pasamos bien chevere cotorreando de esto y aquello, cantando las canciones de Flans, analizando la causa de la muerte del Hijo del Perro Aguayo (lamentable por donde se le vea), vimos la caída de Juan Gabriel, coreamos la de El chico del apartamento 512 y Como la flor de Selena. Y así hasta que, de pronto, uno a uno fue cayendo. La primera fue Dianela, Karina, Rafa, Pau, yo y los demás…

No bebí. Me divertí, me desvelé pero hoy tenía que trabajar (mi triste vida de periodista empedernida) y me tocaba abrir. Me metí a bañar temprano, me apuré, doblé las cobijas y todavía me dio tiempo para recostarme otro rato. Llegué al periódico 10 minutos antes de mi hora de entrada.

Diablos, qué bonito fue hacer 20 minutos al trabajo. ¡Hermoso! Podría acostumbrarme, analizaré mudarme o si sí continuo con el plan de ahorro para comprarme un depa.

Ya ahorita caeré a mi cama como res sedada. ¡La extrañé todo el día!
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Tengo los primeros dos cómics de ocho portadas alternativas que sacará Marvel, para armar el póster de Avengers: Age of Ultron, aquí donde vi la información.

Gracias, Vale por entregarme el de Hawkeye y llevarme a conocer ese lugar barato y delicioso :3

viernes, 20 de marzo de 2015

A quien corresponda

Sabes... ha sido complicado darle vueltas y vueltas durante días que se fueron convirtiendo en semanas y así hasta llegar al mes en el que tuve tiempo para pensar cada palabra para explicarte mis sentires más profundos, ésos que nunca te dije ni mucho menos te pude escribir.

Siempre he tenido miedos profundos, arraigados en lo más hondo de mi inconsciente por eso huyo ante situaciones que, potencialmente, podrían hacerme feliz, pero no las quiero. O sí las quiero mas no de forma consciente.

Me diste miedo con tu sonrisa perfecta, con tu voz rasposa y agradable a mi oído habituado a The Creedence. Con tu porte seguro, tu cabello azabache y ondulado. Quizá fueron tus manos suaves que me hacían temblar con cada roce o las mariposas que hacías sobrevolar en mi abdomen cada que me besabas. Tal vez fueron tus ojos transparentes que te delataban, la plática inteligente y retadora con que me cautivabas o las risas francas que cada noche en la cama me obsequiabas.

Fueron las películas perfectas que siempre veíamos en la Cineteca o las horas tirados en el pasto de la Facultad. Me diste miedo y por eso huí. Así como tú huiste al final, un final que no me esperaba, inesperado como tu llegada.

Desprovista me encontraste y así fue la misma forma en que me dejaste. No te culpo, yo tenía miedo profundo, enraizado, inagotable a que me fueras a dejar como me dejó mi padre o que murieras como el abuelo. Esos miedos increíbles que son ciertos.

Son mosaicos los que ahora veo. Caleidoscopios de 17 años. Prisión de temores. Sinsabores de angustia. Calabozo de frío, lágrimas y estrés. Temor a la pérdida, a las salidas. A las llegadas. A las huidas.

No te culpo cuando dijiste "me voy a Cancún, chaú" o "en estos momentos me encuentro en Uruguay" o "la estoy pasando muy bien en Cuernavaca", era natural y de esperarse saber que ya me olvidabas o quizá nunca me hice suficiente para que me recordaras.

No te culpo cuando me enteré que salías con tres chicas más o cuando supe que te habías casado ni mucho menos cuando soltaste "tengo dos hijos", era natural y de esperarse que ibas a ser así de cruel conmigo.

No te culpo por haberme llamado en la madrugada desde el aeropuerto sólo para decirme que me querías y que luego desaparecieras de mi vida, ni por haberme hecho creer que podría funcionar esta relación pese a la diferencia abismal de edad entre tú y yo. No te culpo y te perdono.

Te perdono por haberme hecho llorar por tantos años porque decías -prometías- que ibas a quedarte esta vez, sólo esta vez, conmigo, para siempre, abrazados y jamás apareciste. Te perdono el involucrarme en tu vida pese a que querías sacarme de ella a como diera lugar. Te perdono las heridas por presumirme a tu nueva chica.

Puedo perdonarte las miradas despectivas y las mil veces que sentía cómo me dabas la espalda cuando más te necesitaba. ¿Cuántas veces no me hiciste llorar con esta soledad compartida?, ¿cuántas veces tuve que hacerme la fuerte para evitar tus burlas?

Me perdono las salidas inconclusas, los planes estropeados, los viajes indefinidos, los puntos sin final, las heridas, las palabras, los cuentos, las cartas, los desvelos, las caricias, los gritos, los reproches, las víctimas, los celos. Me perdono por haberte querido más de lo que esperabas, por cocinarte una lasaña, por darte lo mejor que había en mí, por mostrarte lo peor que tengo.

Me perdono los enojos y también las alegrías. No haber ido a Six Flags, Tepoztlán ni a Argentina. No conocer Querétaro juntos ni haberte presentado a mi familia. Me perdono no haber sido honesta contigo, por engañarte cuando más te amaba, por besarte hasta que me dolían los labios. Comida con amor para el alma y me perdono sobretodo que dejarte entrar en mi vida cuando sabía que nunca me querrías.

Nunca lo has sabido ni lo sabrás. Esto nunca te lo enviaré ni a México, ni a Cancún, ni a Uruguay, ni a Alemania, ni a Francia ni a Xochimilco o Ecatepec, sólo sé que esto que te escribo es para ti. Para ti aunque nunca lo vayas a leer.

jueves, 19 de marzo de 2015

Tragedias Godínez de ayer y hoy presentan "Olvidé mi cuchara"

Oh, tragedia nacional. 
Ya me disponía a comer mis sacrosantísimos alimentos, abro la bolsita godín de cuadros para sacar mis tuppers godinez de comida y calentarlos, cuando descubro que ¡no traje cuchara! 

¡Argh…! Me encabroné. Aquí no es como el trabajo con los coguorquers vaciladores, ¡no!, aquí no hay cubiertos colectivos… así que me chingué. 

No conozco a nadie como para decirle: "tendrás un tenedor/cuchara/algo que me prestes es que se me olvidó" (tonta). 

Entonces, mejor-mejor, le mandé guatsap a Karina pa que me prestara el suyo y como ya iba a subir a comer me recomendó ir por uno con la señora de la fruta. 

Así que tuve que bajar, dejar mi comida en la entrada, salir, ir con la señora de la comida frente al periódico, pagar un peso por mi cubierto y volver a subir y hacer mi oso no-tan-obvio. 

Grrrr… pero ya comí mi coliflor con queso panela y frijoles. Mi misión ha sido cumplida. 

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¿Quién dijo que es de buena eeeeducación decir "provecho" cuando las otras personas están a media mordida y entrón a la comida? 

Pinche Manual de Carreño no sabes nada de buenos modales. 

martes, 17 de marzo de 2015

Casi-casi me atropella una mujer apresurada

Fui a renovar mi EcoBici a la Gayosso de la San Rafael, el trámite fue rápido y sin mayor contratiempo. Me dijeron el reglamento de tránsito del DF (después hago un post sobre eso) y los motivos de baja obligatoria del servicio. Salí e iba caminando por Sullivan (hasta hace unos cuatro o cinco meses fue que conocí la famosa calle de las putas, no sabía dónde quedaba. Oh, qué poco he vivido) cuando de pronto una vieja loca no se detuvo del todo y casi me avienta.

Le dije: 'pendeja' y en cuanto se puso el verde en el semáforo se fue en chiiiinga. Argh... odio a los automovilistas, con todo mi ser porque son bien cavernícolas y me dan ganas siempre-siempre de darles una madriza o a su nave.

No respetan los señalamientos.
No respetan al ciclista.
No respetan al peatón.
Se la pasan mensajeando o hablando por celular.
Van desayunando/comiendo/romanceando.
Las mujeres se van maquillando.

Los peatones:
No cruzan por las esquinas.
No respetan los semáforos y como ven que no viene coche se les hace fácil pasarse.
No saben para qué sirven los señalamientos de tránsito.
No conocen los pasos de cebra.
No usan los puentes peatonales.
Caminan por las ciclovías.

Los ciclistas:
No respetan los semáforos.
Se pasan los altos.
Andan por la banqueta.
Van en sentido contrario al flujo vehicular.
No respetan al peatón.
No usan casco.

El problema está en que no saben/sabemos de civilidad ni de sentido común. Y nada más nos enojamos unos con otros con el camión, con el cochecentrista, con el ciclocentrista, con el peatón, con el gobierno y volver a empezar.

Bueno... sigo viva, pero el coraje nadie me lo quitó un buen rato. ¬¬ (hasta que encontré unas picafresas y me alivió el alma).
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El peatón- Jaime Sabines

Se dice, se rumora, afirman en los salones, en las fiestas, alguien o algunos enterados, que Jaime Sabines es un gran poeta. O cuando menos un buen poeta. O un poeta decente, valioso. O simplemente, pero realmente, un poeta. Le llega la noticia a Jaime y éste se alegra: ¡qué maravilla! ¡Soy un poeta! ¡Soy un poeta importante! ¡Soy un gran poeta! Convencido, sale a la calle, o llega a la casa, convencido. Pero en la calle nadie, y en la casa menos: nadie se da cuenta de que es un poeta. ¿Por qué los poetas no tienen una estrella en la frente, o un resplandor visible, o un rayo que les salga de las orejas? ¡Dios mío!, dice Jaime. Tengo que ser papá o marido, o trabajar en la fábrica como otro cualquiera, o andar, como cualquiera, de peatón. ¡Eso es!, dice Jaime. No soy un poeta: soy un peatón. Y esta vez se queda echado en la cama con una alegría dulce y tranquila.

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Pronto-pronto post con más carnita y punch.

lunes, 16 de marzo de 2015

Chappie y lo divertido que tiene

Pues Chappie no es la gran cosa ni nada. A mitad de la película me aburrí porque yo esperaba más acción, madrazos y pues no sé… violencia. Digo, se estaban peleando por un robot indestructible y que tenía conciencia, pero no hubo nada bueno. 

Además fue un desperdicio enoooorme verla en 4DX (quiero mi dinero de vuelta jaja), ante la falta de acción no hubo mucho efecto. La verdad, prefiero ver una película en salas tradicionales porque ya no sabía si estar al pendiente de los momentos de acción de forma visual o preocuparme porque los silloncitos me dieran madrazos. Nonono quiero lo tradicional, pipol. 

Me encanta Hugh Jackman como actor, pero puaj… decepcionante su papel, su peinado de vendedor de metro de la Ciudad de México y bérmudas de cazador australiano (sí, sé que es australiano, pero no tenía por qué chingados verse como boy scout). Por último, un pésimo-pésimo malo que no brilla por su maldad… no me enamoré de él ayer. Lástima. 

Tuvo sus partes buenas-divertidas de reflexión. Diego-chef me dijo que era increíble que un robot tuviera más conciencia sobre la maldad humana que nosotros los humanos. Además la transferencia de conciencia de un cuerpo a una máquina para garantizar la supervivivencia e inmortalidad es un tema muy loco. Que no la vean los extremistas católicos-cristianos porque van a gritar que desafía los mandatos divinos. Pero… a mí esa parte me gustó. 

Chappie es cursi hasta el hartazgo y es un animalito que va aprendiendo qué chingados es el mundo, pero tiene un complejo como de Tarabilla y argh es desesperante. 

La mejor escena es cuando Chappie le da una santísima madriza a Jackman, lo deja casi moribundo y le dice: "Te perdono, hombre malo"… jajajaja así son los ex, en general, o sea te madrean, saquean y muelen tu alma para decirte: está bien te perdono jajaja. Qué vacilón. (Ay, Yuriko te estás proyectando, qué oso gooooeiiii ya no eres de oooonda, osh…). 

Yo digo y recomiendo que esperen a que salga en el 7 algún domingo a las 10 de la noche como película estelar o veanla en sala 2D porque ya más no vale la pena. 

Lo mejor: la bagui de tres quesos que me comí antes de la película. Deliciosa, pero excesivamente cara. ¿Puedo reportar a Cinépolis porque no me dijeron que el jamón de pavo y el aguacate tenían costo extra? 

¡PROFECOOOOOO! 

sábado, 14 de marzo de 2015

Encuentro con el ex

Todos los paisajes cambiaron, en todas partes hay andamios, en todas partes hay escombros. Eso es lo que dice. Mi geografía, Roberto. Mi geografía también ha cambiado. Eso es lo que dice.
Mario Benedetti. 


Luego de pensar y pensar y repensar y volver a repensar ir o no a la pachanga de Marisol, decidí ir. Se me hizo fácil y tenía ganas. También al aceptar que iría ya sabía que había una posibilidad del 90% de encontrarme con Andrés y eso me aterraba, me hizo sudar frío.

Luego de un precopeo con Luma, Sol y sus amigos, decidí ir a La Chilanguita a celebrar con Mari. Luma fue valiente y un gran apoyo (muchas gracias por acompañarme, lo aprecio demasiado), me tranquilizó antes y durante. Cuando llegamos, él no estaba y me sentí tranquila y sin tensión, sin embargo, luego de casi dos horas de estar ahí llegó.

Volteé y de reojo lo vi. Se me heló la sangre. Si me saludaba cómo iba a reaccionar: ay, hola, ¿cómo estas? *sonrisa hipócrita* u hola *a secas* o quizá simplemente ignorarlo. Pero ninguna era la opción. No sabía cómo reaccionar, qué hacer, qué decirle; ser amable; ¿y si me odiaba?, ¿y si me hacía algo y lo golpeaba? Siempre imagino el peor de los escenarios posibles y, en verdad, me imaginé el peor a lo largo del día. Pronóstico que no pasó, obviamente.

Llegó un momento en que un amigo de él, estando en bolita, le empezó a decir: "güey, ahí, atrás de ti, está Yuriko, ¿le habló?", extendió su mano hacia mí, pero antes de tocarme la quitó porque él le dijo: "no, güey, no...". Volví a sentirme incómoda. Luego de un par de veces más que le dijo este chico a él que pues me hablara, volteó, me tocó el hombro y me dijo el universal: "hola, no te había reconocido". Lo único que hice fue corresponderle el saludo con una sonrisa.

Todo lo demás prosiguió como si fuéramos amigos que teníamos tiempo de no ver, que cómo estás, que qué haces, ahora dónde andas, qué ha sido de tu vida... y a lo largo de la charla me sentí relajada. Ambos estamos pelones jaja. Bromeamos con que parece que se quitó 5 años de encima, me hizo burla porque siempre me piden mi credencial y recordamos una salida donde al querer entrar a ver El lobo de Wall Street me pidieron mi -hace un año- IFE y me puse punk.

Nos reímos de las diferencias entre nosotros. Seguimos siendo muy opuestos: él tan quieto, yo tan intempestiva y cambiante. Lo miraba a los ojos y no me veía en él, no reconocía algo de mí en él, sólo ahí supe que me había perdonado, que todo el odio, rencor, resentimiento y todo lo malo se había esfumado, que vernos sonreír había sido la forma más sana de sanarme y cerrar este capítulo que tanto me hizo -hice- sufrir tanto.

Luego de casi media hora, tal vez más o tal vez menos, me despedí de él. Nos dijimos cuídate, nos abrazamos y adiós.

Quizá me sentí tan tranquila con esta partida porque así es como las personas deben despedirse con una sonrisa, con un abrazo y un adiós definitivo Así debimos despedirnos y no con lágrimas y no con promesas estúpidas, no con "podemos seguir siendo amigos", no con "te quiero y jamás te lo dije", no con "espero te vaya bien" entre el dolor, no con problemas idiotas ocasionados por las diferencias. Así es como debimos despedirnos Andrés y yo, aquel 17 de mayo: con una sonrisa y un abrazo.

Y de pronto me sentí como una ganadora y no dejaba de sonreír. Todo lo malo que había pasado se desvaneció en tan sólo unos minutos, con unas palabras simples y el mirarlo a los ojos me hizo darme cuenta que -al fin- me había perdonado. Y por alguna extraña razón sentí que había recuperado algo de mí. Siento que puedo volver a escribir como antes, algo en mí volvió: las ganas y la pasión por algo que había dejado en el camino durante el dolor: Yo.

"Mi geografía también ha cambiado", es mi conclusión.
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Me soñé con el cabello largo, como antes, y esa chica de cabello largo, ondulado y negro, me miraba a mí la de ahora con cabello corto y negro-azul, y  me daba una sonrisa tan abierta y tan franca que hay una ternura en mí y para mí en este momento que no puedo describir.

:D

Para mí: 

miércoles, 11 de marzo de 2015

"Es que los hombres también sufrimos violencia"... (post feminista y quejoso)

("También", o sea que asumen y ven que sí hay violencia hacia la mujer, pero se hacen de la vista gorda, aja-ja... ya salió el peine). 

Hace un par de días, debatía con un amigo sobre que el chantaje emocional es una de las formas más efectivas de violencia y él argumentaba que las mujeres somos las expertas en hacer dramas para hacer sentir mal al otro u otra; sin embargo no coincidí del todo en su punto de vista.

O sea, en cuanto a violencia no importa si es hombre o es mujer quien la ejerce sino que pues es violencia, así de simple. He conocido uno o dos chicos que pasaron, neta, violencia durante su noviazgo mientras que he conocido a más de cinco amigas que la han padecido en más de una ocasión y no, no es porque 'pendejas' o porque elijan mal, el hecho es que ciertos tipos de violencia están tan aceptadas e invisibilizadas que las vemos/sentimos/asumimos como normales aunque son pequeños detalles que se van haciendo bolas de nieve.  


Por ejemplo, esta imagen retrata muy bien lo que sucede con la violencia hacia las mujeres, los micromachismos son tan comunes y aceptados que pos meh... es normal ni nos damos cuenta. Y creo que siempre me molesta un poco que los hombres digan: es que nosotros también sufrimos violencia por parte de las mujeres y sí les creo, pero no mamen, no veo por la calle morras gritándoles una serie de guarradas de lo que se les antojaría hacer con ustedes o de lo que les provocan. 

Tampoco sufren de manoseos ni son obligados a tener sexo. No son violados porque son más débiles. No he sabido de machicidios nomás porque se le pasó la mano a la mujer. En cambio, sí hay violaciones, sí hay feminicidios luego de haber sido violadas y torturadas, sí hay mujeres hospitalizadas por violencia doméstica, sí hay violencia económica y sí hay misoginia tanto de hombres como de mujeres. 

Yo viví a los 11 años el que un cabrón se masturbara frente a mi prima y a mí, a los 14 los besos forzados y toqueteos debajo de mi falda de un compañero de la secundaria, a los 16 me siguieron, a los 17 el que era mi novio me gritó en la calle, a los 24 -hace un añito- padecí los "masajitos" del jefe y que me tomara de la cintura y hace unos meses pasé por el "de tal forma, ya no me vas a gustar tanto"... 

Por razones como ésas, que han sido heredadas generación tras generación, nuestras madres, tías, primas, abuelas nos enseñan toda una serie de protocolos de "seguridad" desde niñas: 

NO andes sola de noche. 
NO te vistas provocativa. 
NO bebas mucho y si bebes ten cuidado que no te pongan algo en la bebida, por mucho que sea tu amigo. 
NO discutas con un hombre, si te dice algo no le hagas caso. 
NO uses faldas, vestidos ni ropa escotada no te vayan a violar por andar provocando. 

(Entre otras que se me escapan en este momento de la cabeza). 

No, señores, ustedes no sufren la misma violencia que nosotras y nosotras sí luchamos cada día por tener respeto de ustedes. 

Y no, no soy una odia-hombres, pero sí odio y odiaré la falta de educación y madre que tienen hacia nosotras. 
**** 
Aquí el texto que escribí sobre mi jefe. 
Aquí el de gritos en la calle. 
Aquí de un viaje en taxi.
Aquí el de los incidentes que he tenido y me han traumado. 

jueves, 5 de marzo de 2015

¿Soy o no soy zorra?, el dilema postmoderno

Hace un par de semanas que platicábamos las chicas en mi ex oficina, alguien sacó a colación a Taylor Swift -ni siquiera recuerdo por qué o con qué motivo- y nomás escuché después: "pero si es bien zorra", taaan normal y tan quitado de la pena que me extrañó (no tanto, ahora que recuerdo) que una mujer lo dijera con demasiada naturalidad. Salido del alma. 

Me volteé y le pregunté el porqué y ¡zham! es porque… pues… este… eeeeh… ha salido con muchos chicos. La neta me sentí ofendida y mi amiga en cuestión me empezó a enumerar los chicos con los que salió que incluían al güey de Crepúsculo. Y aunque hubiera salido con medio Estados Unidos eso no demuestra nada. 

Aclaro que me sentí ofendida porque he salido con muuuchos chicos y hubo una temporada en que mis amigos los apodaban o simplemente ni los identificaban porque durábamos saliendo una semana, por mucho dos y cambiaba, alegando que me aburrían. Entonces, siguiendo la lógica de mi amiga, tomando en cuenta que he salido con cantidad que pasa de 10 chicos eso me hace una zorra. (Hola, mamá, mira no me he titulado, pero me puedo jactar de ser rete zorra y avispada, siéntete orgullosa…). 

Y bueeeeno, no me parece tan mala idea porque la cerrazón mental y la sociedad nos han inculcado como niñas que nomás estamos diseñadas -remaaarcado- para estar con un -remaaarcado- solo hombre y que quien está con más tiene mierda en el cerebro y hay que apredrearla. Aunque si un hombre sale/está con más de una es un cabrón y hasta le aplauden. 

Así que analizando la situación no me ofendió tanto porque pues sí he salido con muchos, pero qué chingón me la he pasado cosa que las mojigatas -dudo- puedan pasarla un 10% así en sus grises vidas. 

¿Y asté chupa, muerde o mastica? ¿O se le hace agua la canoa? 

PD: por salud mental dejemos de crear etiquetas y de nombrar a las personas por cómo viven, hacen y lucen; creo que nos evitaríamos muchos arrebatos y malas pasadas. Vivan y dejen vivir o morir, según sea el caso. 

miércoles, 4 de marzo de 2015

Primer día superado (casi) con éxito

Luego de la acidez marca "traigo el infierno en mi estómago" que me cargo por los nervios y el ajetreo de días previos, todo el día resultó exitoso.

Ya firmé mi contrato temporal -el primero de tres antes del definitivo-, lo que se traduce como que ya vendí mi alma clasemediera al periódico, me entregaron mi credencial con una foto donde no se me ve el mechón tono brisa marina y mis ojitos apenas son perceptibles (jajaja ojitos de regalo, así me decían en la secundaria), trae hasta mi número de seguridad social (que ni pinches sirve para nada, digo… si me casi muero llegando ahí me podría morir, ya he tenido experiencias cercanas del tercer tipo con esos cavernícolas). Me emocioné cuando me la dieron *vuelco al corazón*.

A mí y otros dos ingresos nos pasaron a dejar a la redacción, una en el cuarto piso, la chica de las botas vaqueras y yo en el quinto (¡le tomé foto sin que se diera cuenta!), quería saludar a Karina mas no pude nos fuimos por otro laredo.

Lo malo de ser "el nuevo" son las presentaciones: "mira, ella es Yuriko, la nueva…", "¿Yuriko, verdad?" (clásico de clásicos en mi vida), "¿Tu nombre es japonés?" (otro clásico) y los básicos: "bienvenida", "cualquier cosa que necesites aquí andamos", "mucho gusto" y blablabla.

Otra cosa mala es que no tienes pinche acceso a ni madres: que quieres entrar a la plataforma no puedes, que quieres entrar a la plantilla no puedes, que el correo no tienes y se vuelve un poquito tedioso, mientras leía y leía y leía notas de política y mis blogs pendientes o atrasados.

Y la peor de todas es no saber en dónde jodidos se encuentra algo vital, como el baño… (bueno, ya sabía su ubicación desde que fui practicante ahí) o el comedor, en mi caso. Ya me hacían Karina y Blanca comiendo en las imprentas *insertar meme de Obama Not Bad* porque mi sentido de ubicación es muy malo en sitios laberínticos como el periódico. Pero ya supe dónde queda y mañana llevaré mis alimentos en tupper-godín para no olvidar los tiempos en la agencia y los coguorquers vaciladores (¡los extrañé mucho!).

(Alguien dígale a la Sra. Carmen -la de la comida- que encontré un mejor precio, sazón y porciones chingonas. Por tan sólo 35 pesos tienes sopa, arroz, frijoles, guisado y agua, todo estuvo muuuuy rico. La sopa sin tanta grasa, con jitomatito y sazón chiiiido. Fui feliz.)

Estuvo leve y chido. Héctor -de quien hablé aquí- se acercó a saludarme aunque ni se había percatado de mi adorable existencia, y está lejitos de mí lo cual me da tranquilidad :), no queremos problemas con su ex loquita que trabaja ahí.

Me sigue doliendo el estómago, ya me compré una leche de magnesia pa' que me aliviane y ni así, ya se me calmó la acidez pero el chingado dolor persiste. Si no supiera que la leche de magnesia es laxante ya me la estaría tomando como agua de tiempo grgrgr…

Si muero, mis cómics se van conmigo. He dicho.

Ahora sí, mi lechita-mi omeprazol y a dormir.

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Saludos a Iván, hermano de Dinorah, porque le gustó este blogcito vacilador y, sin conocerme, le caigo bien. Gracias y buena vibra. :)

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Y en mi funeral que suene esta:


FIN

martes, 3 de marzo de 2015

Trámites con tenis andando

Ayer fui a dejar mi mundo de papeles a El Universal -mi nuevo trabajo- para que me hicieran mi examen médico y ya me entreguen mi credencial y todos esos trámites burocráticos, que tanto odio.

Creo que el error fue haber ido al periódico en tenis, con mis tenis azul turquesa -nuevos y limpios- porque todos los trajudos que pasaban se me quedaban viendo feo y por encimita del hombro, pero puaj... equis somos guapas... ¡no es cierto!, no importó mucho porque iba a dejar papeles y llegué en bici y me fui en bici, así que los tacones no son una opción, no para mí.



Los otros dos chicos, que también van a entrar a trabajar mañana, fueron más decentes que yo. Uno fue de traje, saco, corbata, camisa y zapato boleado -muy pinche, por cierto- y la otra chica de pantalón azul marino, blusita negra, saco negro y botas vaqueras que estaban bien feítas, pero pos iban más, mucho más, ad hoc que yo al código de vestimenta del lugar (m-a-m-o-n-e-s).

Luego me di cuenta que la chica, es una chica trans y tenía más bubis y pompis que yo, y sus piernas de trompo de pastor: gordas gordas sus muslos y sus pantorrillas reflaquitas... después -platicando con ella- descubrí que hacía fisicoculturismo, por eso tenía esos muslos y brazos dignos de un boxeador. Mis respetos y muy amable ella.

Pasé al examen médico: que tengo 4 kilos de sobrepeso (¡pinche gorda!), que tengo las amigdalas grandes y por eso ronco (tanto que me jactaba de no roncar), que si el Bioelectro sí me quita las migrañas que porque no sirve, que no estoy loquita ni incapacitada para trabajar, (Doctora: ¿escuchas voces? -Voces: dile que no, dile que no... -Yo: para nada, doc :D), que no tengo sífilis (en serio, me mandaron a hacer un VDRL aka: examen de sífilis), que estoy bien de mis triglicéridos y mis leucocitos y todas esas chivas que los médicos sí entienden: APTA PARA TRABAJAR. (No consumir drogas sí funciona).

Entregué el veredicto final y me fui. Mañana debo presentarme para iniciar mi primer día como coeditora del portal El Universal Estado de México, ahora por allá nos leemos y por aquí. Échenme sus buenas vibras y sus bendiciones porque estoy bien nerviosa.

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Por cierto, ayer soñé que quien será mi jefa me enviaba un correo, revisé en la mañana y no había nada: falsa alarma.

¡Ven! A ese grado llegan mis nervios...  

domingo, 1 de marzo de 2015

Adiós, nalgón...

Sin duda alguna, el viernes fue uno de los mejores días del año y donde pude superar uno de los miedos que más me han afectado en los últimos meses. También cerré un ciclo y pronto abriré otro, donde me esperan nuevos retos, aventuras, personas y crecimiento, estoy segurísima que me irá muy bien.

Todo empezó a la hora de la comida, fuimos a comer y beber cerca del trabajo, el clásico precopeo, con motivo de mi despedida y la noticia que les quería compartir. En realidad, los platillos tampoco fueron cosa de otro mundo, pero sí el precio de la cerveza (dos por 15 pesos), total que nos quedamos ahí un buen rato y nos valió una pura y dos con sal que tuviéramos que regresar a trabajar (aunque la neta yo ya no tenía por qué regresar).



Después fui por mi tarjeta de crédito (ya me vendí al sistema cuando dije que no lo quería hacer porque pienso que los créditos son del diablo, pero ahí me ven pidiéndola sólo porque la necesito para pagar mis viajes planeados y las vacaciones de mis papás) y huí temprano del trabajo y seguimos bebiendo en el lugarcito al que fuimos.

De hecho, ya había cerrado el dueño el lugar, pero nos dejó seguirla y consumirles sin ningún problema.

Con esta canción me hizo llorar César porque es tradición que cuando alguien sale de la empresa se le pone una rolita de José José, a mí me tocó esta:


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Después nos fuimos al karaoke Chelato's Bar y continuamos la fiesta chida con todos los chicos, cantamos desde Julión Álvarez hasta Cristian Castro, pasando por Lupita D'Alessio y Yuri hasta las salsas chidas. Ahí Sol me regaló un par de rosas (que no quieren abrir y temo que se secarán muy pronto) y brindamos porque la vida nos juntó y fuimos felices.