En el camión le están poniendo durísimo al inhale y exhale de activo y apestaron todo. Ya estoy muy mareada y con el estómago revuelto, seguro así sí descanso chido ahorita que llegue a casa.
Todos olemos y no hacemos nada. Hablo en plural porque pues… yo tampoco hago nada, bueno sí… este post RrRrRrRevolucionario digno de ciberactivista para cambiar esta situación y que bajen a estos morros de la (Tres veces H) unidad de la Ruta 57.
Ya en serio, no hago nada y nomás me quejo. No actúo ante esta situación lamentable por dos razones: 1) que los dos morros me agarren a madrazos o me digan de palabras y nadie haga nada y 2) que después me los vuelva a topar y me golpeen para desquitar su rencor lleno de activo (braaaaaiiiiinsssss!), entonces mejor así y supongo que así estamos todos los aquí presentes, dormidos, anexos y conexos.
Es lamentable sin lugar a dudas que chavitos se droguen con algo que nomás les afecta (más) el cerebro y los pone todos idiotas en… unos dos o tres años.
Hace un par de años, vi a un grupo de pubertas de secundaria drogarse en el camión al lado de sus galanes de alberca (o cacharpo de ruta distinguida). Una de las chicas -la más mal hablada- iba sentada en las piernas de su novio, éste inhalaba e inhalaba y de pronto baaaam le arrebató la mona y no la devolvió durante un buen rato. Triste. Su amiga hizo algo parecido pese a que estaba renuente. Y es ahí donde me pregunto: ¿dónde chingados están los papás?
Pese a que uno puede o no probar variedad de drogas en su vida ilegales o no, creo que los papás deben estar bien al pendiente de sus morros más en estos tiempos de loquera y desenfreno.
En mis tiempos (#TíaCuervo), no había auge de mona, la onda era el tequila, el cigarro y la mota, quizá la piedra en algunos chicos. (No me enorgullezco, eh, lo digo pa' ejemplificar cómo cambian los tiempos. No se me vayan a ofender)
Aaaaunque también había más atención por parte de los padres, ahora -siento- les vale tres hectáreas enteras de verga qué pase con sus críos (no generalizo, conozco papás liberales y modersnos que ponen límites y están al tanto).
Y digan lo que digan *tono de político y eco de fondo* los valores familiares son los que forjan buenos ciudadanos, con esto mi mamá estaría orgullosa de mí por reconocerlo (¡hola, mamá!).
Y si van a traer chamacos al mundo, piensen que si va en decadencia la forma de drogarse les tocará cemento o beber alcohol del 96, porque las drogas se acaban y yo… yo quiero mi mona de guayaba… ¡sáquenlas!
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Jo... ahorita que llegué a casa, el vecino me recibió con uno de los éxitos pachangueros de bodas y XV años: de reversa mami, de reversa mami, de reversa, de reversa...
¿A usted le truena la reversa?
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