jueves, 11 de agosto de 2016

¿Gorda o no gorda?: el dilema del 2016

Quizá al escribir de este tema me estoy subiendo al tren del mame, sin embargo me parece importante decir lo que tengo atorado en el cogote. La gimnasta Alexa Moreno no está gorda, repito: no está gorda.

Desde el lunes pasado ha habido un escarnio, burla y memes en torno al peso de la gimnasta mexicana, quien obtuvo su lugar para competir en los Juegos Olímpicos de Río 2016, y en verdad, siendo sinceros, los comentarios hacia el peso de Alexa sobran, no tienen razón de ser y se han enfocado más en su peso que incluso su logro y su desempeño. 

Con esto me pregunto: ¿cuántas veces México ha mandado gimnastas a unos olímpicos? La realidad es que México no es una potencia en esta disciplina, es más no es su fuerte; pero Alexa llegó con sus méritos y su supuesto sobrepeso lo alcanzó (que pesa 45 kilos, por si no lo sabían).


Alcanzó un lugarcito en una justa deportiva que bien ya quisiera estar más de uno de esos criticones, la presión debe ser extrema y el nerviosismo aún más, rayando en lo inadmisible, pero ella hizo un gran trabajo y aunque no levantó el nombre de México, dio una satisfacción, pequeña, ínfima si se quiere y que ahí está. 

Lo que me sorprende de toda la burla es que se centran en su peso, un tema que es importante señalar: la gordofobia. Sí puede que no se vea delgada como una rusa, ucraniana, japonesa, china o estadounidense, pero puedo apostar que así es su físico y contra eso poco se puede hacer. 

Por ejemplo, yo cuando practicaba box y pese a ir al nutriólogo nunca pude bajar de los 63 kilos y en vez de obsesionarme lo acepté, ¿por qué?, porque así es mi complexión, podré matarme de hambre, comer atún, amaranto y agua durante un año y aún así -puedo asegurarlo- seguiría pesando los mismos 63, quizá con menos grasa y más músculo o hasta pesaría más, ya saben que la carne magra pesa más que la grasa. 

Alexa Moreno es así. Y de verdad ya quisiera atarme las agujetas de mis botas veganas con un poco de gracia que tuvo ella al hacer su rutina. Qué decir del cansancio al subir escaleras en el metro, porque claro nos encabronamos cuando éstas no funcionan por reparación (no podemos incluir las escaleras de la línea naranja, ésas son mortales) o cómo va esa flexibilidad y cómo va nuestro sobrepeso u obesidad que tenemos y que por pereza, ocupaciones importantísimas o flojera crónica no nos hemos, ni siquiera, inscrito en un gimnasio o salir a correr por iniciativa propia. ¿Cómo vamos con esos pendientes, señores-señoras?

Esto lo escribe alguien que tuvo el sueño de ser clavadista cuando era niña y que por falta de tiempo, dinero y quien me llevara no se cumplió. Tuve ganas de entrarle a boxeo, pero mi disciplina era nula y esto es de admirarse en cualquier atleta: la disciplina. Esa mugre que nos quita la diversión porque debemos cuadrarnos, entrar al huacal y nos enseña a alcanzar metas de forma progresiva y sistemática. Los atletas, esos que se dedican de lleno al deporte, la tienen y vaya que eso sí les admiro y aplaudo. ¿Cuántos trolls tienen esa disciplina? Levanten la mano. ¿No? Bueno. 

Se los escribe una chica que a sus 16 se lesionó el cuello al dar una marometa y usó collarín dos semanas. Lo escribe quien a los 6 al saltar burro castigado se cayó y desvió el tabique. Quien salía golpeada de los ejercicios con cuerdas en cuarto año de prepa. O ésa que no hacía los patitos ni las carretillas en el box. Sí, pero amo ver cómo otros hacen lo que yo no hice y les admiro por el simple hecho de pararse ahí y hacer lo mejor (nota: es cuestionable, algunos lo han hecho con tanta hueva en estos Olímpicos que me dan ganas de darles un zape). 

Así que dejemos de chingar a los demás, dejemos de lado la burla contra Alexa y denle un aplauso, llegó a donde muchos de niños soñamos que llegaríamos. Eso para mí es de admirarse. 

...Y ahora estamos sentados en un comodísimo sillón godín. 

Gracias Alexa, eres un ejemplo para otras gimnastas y para tu grupo de scouts y para tu universidad y para otras generaciones que, estoy segura, tendrán aún más ganas de competir y ganar, pese a todo. 

PD: Hagan una reflexión respecto a la gordofobia, flaquitos de revista.

Alexa logró medalla de plata en salto de caballo en 2012.





Y lo más bonito es que se ve lo disfruta, bien bonito.

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