jueves, 31 de diciembre de 2015

Nota al pie: agradacimientos

Ya casi se nos acaba el año. Ya se nos fue el 2015, pero quiero agradecerle a cada una de las personas que se cruzaron en mi vida y me dejaron una lección de vida, una enseñanza, una sonrisa o una amistad de la que se aprende. 

Fue un año difícil en muchos sentidos: cambios, adaptarme a una fuente que nunca me gustó y a la que empiezo a tomarle el gusto, emprender proyectos con mucho trabajo y dedicación, algunas cachetadas en el ámbito de la salud, la muerte de mi abuelita, aceptar el pasado y mi responsabilidad en muchas cosas que cometí antes, empezar a perdonar cosas a mi papá... uffff hartas cosas. 

¿Ven? Fue complejo. 

No sé por dónde empezar. Supongo que por mi mamá, quien me dio uno de los mejores consejos de la vida, por sus caricias, abrazos y palabras que me ayudaron a ser una mejor persona, por fortalecer más nuestra relación y ser una excelente mujer y ejemplo. A mi papá-no papá por las risas y la comprensión. 

Gracias a Luma por tu amistad, por las sonrisas, por la paciencia, por el cariño, por todo. Te quiero mucho. A JC porque sin él no habría conocido a Alonso, a quien amo y valoro demasiado en mi vida, también le agradezco el apoyo, pues sin él no sé qué habría hecho con la noticia de septiembre. 

Elisa eres una excelente compañera de trabajo y amiga, cómplice, apoyo, ¿qué sería de los domingos sin el chisme tradicional? Te agradezco las sonrisas y los abrazos, las margaritas y las carcajadas. Te abrazo de corazón a corazón. 

A cada uno de mis compañeros de trabajo porque es el mejor equipo que he tenido, porque he aprendido de cada uno de ustedes y aunque me hagan bullying les agradezco formar parte de mi aprendizaje. 

A Marianita por la charla y el café para decirme que no está mal ser caótica, porque a veces el caos es bonito. A Alberto Aceves por su amistad valiosa de tres años, confidente, amigo y charlador de café, vamos por otro año más. 

Trick, amigo, hermano, bro, te adoro por seguir en mi vida, por ser un ser bien chingón y cachetón, por bailar cumbia y darme el crédito por enseñarte a bailar. Sabes que no hay palabras para agradecerte cada una de las aventuras, las pláticas, las letras que nos escribimos. 

Blanca, chulada, mil gracias por seguir siendo mi amiga. Pese a todo lo que ha pasado nuestra amistad seguimos y te quiero mucho. 

A todos gracias, sé que me faltan, siempre me faltan, pero a todos gracias. Les deseo todo lo mejor, salud, amor, dinero, trabajo y hartos orgasmos, buen sexo y que no les falte nada. 

Les abrazo sus cuerpecitos pachoncitos, de corazón, y les aprieto sus nalguitas cariñosamente. 

¡Feliz 2016! A rumbear, beibis. 

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