lunes, 7 de diciembre de 2015

¡Llegó diciembre!

Y apenas me doy cuenta. Sí, ya sé soy una distraída de lo peor pero este pufff se me pasó de volada cuando menos sentí ya era junio, luego agosto, noviembre y pum, se acabó. 

Estas fechas no me gustan del todo. La gente enloquece con las compras, los regalos de navidad, los ingredientes para la cena, dónde será la celebración, quiénes asistirán… demasiado ajetreo cuando es un mes donde necesito paz. 

Oh, sí. Necesito paz para reflexionar sobre el año que casi casi acaba (ya sé, ya sé… que eso a muchos les parece una mamada), todo lo bueno que hice o no, y lo que me gustaría realizar el siguiente año. Pa' pronto me gusta hacer balance. 

Y este año no será la excepción. Hay mucho qué hacer y dar las gracias y decidir cambios importantes y vocacionales, entre ellos mi tesis, que a ver cómo se dan las cosas. 

Bueno… en el periódico me darán un rico y refrigerado pavo, ya compré sidras para ambas fechas, ¿ya estoy lista para armar la pinche party? 

Nota al pie: no me siento tan extraña como otros años, quizá sea el amor o que he empezado a madurar como manzana o que ya empecé a soltar el pasado… quién sabe, pero me siento bien. 

Cambio y fuera. 

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