viernes, 27 de marzo de 2015

"¿Te conozco de algún lado?", táctica de ligue #203

Pues iba a escribir sobre los dramones en las relaciones que puaj me parecen detestables, pero como esto es más interesante, pues mejor les escribo de lo que ocurrió hoy.

Fui a cenar con Luma y Juan Carlos, su novio, a un Chili's. Salí del periódico y corrí, corrí para llegar porque se me había hecho tarde. Llegué, me instalé y miré esos ojos aborregados del mesero (sí, sí, del mesero) y nos sonreímos al mismo tiempo (sí, sí al mismo tiempo), se acercó y me dijo "en un momento te atiendo". (¿Qué dijeron?, ésta seguramente nos va a aventar su historia de amor, ¡pues no, chulos! Sigan leyendo).

-Jajajaja (yo) no tengo vergüenza, todavía ni me instalo y ya le eché el ojo...
-Espérate, caramba, todavía ni estás borracha y andas de coqueta (JC).
-Déjala, le gustó. (Luma).
-Además, estoy soltera, no tengo compromisos y puedo hacer lo que quiera (como coquetear con el mesero de Chili's por ejemplo).

Se tardo siglos en atenderme, pero cuando lo hizo fue amable y sí le sonreía y sí le coqueteaba y sí lo miraba cada que pasaba. Juan Carlos nomás me hacía burla de que me echaba mis miradas con el mesero y me ponía roja de que me cachaban (mamá si les esto, no es cierto... o bueno, sí, ya sabes cómo soy).

Estuvimos platicando, riendo, charlando, cantando canciones de Estopa (JC se emocionó), Caifanes, Madonna con su Isla Bonita, La oreja de Van Gogh, ellos bebieron margaritas de 39 pesos (*sufro mil* no puedo beber), yo sólo té helado. Comimos alitas y costillas (o más bien: huesos cubiertos con eeeescasa carne, ¿alguien sabe si puedo denunciar eso con la Profeco?), todo con poquito picante.

Cotorreamos un poquito más y pedimos la cuenta. Cuando se acercó a darnos la cuenta, él me dijo:
- Siento que te conozco de algún lado. ¿Dónde estudiaste?
- Estudié en la Políticas en CU.
- No, ¿antes?
- En la prepa 8
- No... yo iba en la 9, pero te juro que me pareces conocida de algún lado (yo nada más sentía que me ponía roja como jitomate maduro).
- Ah...
- ¿No te parezco conocido?
- (La neta no, pensé) Pues hay veces en que pienso "lo conozco" pero resulta que tengo deja vús porque resulta que no los conozco, nomás tengo esa sensación. Quizá sea eso. (O sea cantinfleé, pa' que me entiendan).
- Bueno ahorita les traigo la cuenta. (Bien romántica la cosa).

Y como yo, que no dejo pasar ni una, saqué mi agenda, arranqué un papelito, escribí mi nombre, mi celular. Devolvió el cambio y le entregué el recadito, "por si gustas llamarme".

"Yuriko..." y volvió a repetir que me le hago conocida. Se despidió de mí con un beso.

Ojalá me llame, pronto-pronto las noticias (si es que hay). Por cierto, él se llama Ulises.

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