lunes, 6 de octubre de 2014

La mente es poderosa (y cabrona)

No mamen. Ayer ya estaba a punto de quedarme dormida y, de pronto, zas que se me aparece el desaparecido. Chale, yo conciliando el sueño tempranito porque no había luz, porque estaba cayéndose el cielo en forma de agua, porque ps qué aburrido estar así y ni señal tenía. Tanto pedo por llegar a la ciudad y tener tecnología Wi-Fi y se va la luz ¬¬ y, de pronto, baaam, se me apareció su carota y risa en mis sueños.

Pero. ¿Qué se me anda apareciendo el desaparecido en mis conciliaciones ensoñadoras no-profundas? Hasta me asusté aunque sentí, de algún modo, bonito que estuviera ahí conmigo (que estoy mal, lo sé) y… grrrr hoy no me lo puedo quitar de la cabeza. 

O quizá sí, tengo mucho trabajo, muchísimo. Al menos, ya entregué mi tarea (soy muy feliz por eso) y ahorita debo rehacer un texto de una entrevista que entregó Manati y no le gustó a la jefa-jefa.

Grrrr y es que yo tuve la culpa porque me estaba acordando de muchas cosas, precisamente de él, antes de dormir y se me apareció y fue un sueño breve-bonito lleno de recuerdos (sí, ésos que pendejamente desempolvé) y me sentí culpable por eso y ps la mente es muy cabrona y la imaginación peor y los sueños me traicionan y escribirlo me hace sentir mejor…


Ya me voy a trabajar y así me lo saco de la cabezota. 

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