viernes, 29 de agosto de 2014

Yo *corazón* DF

La verdad es que ayer andaban bien chairos con sus comentarios en Facebook e igual yo andaba bien chaira de mis publicaciones. Y hoy igual andan de intensos, pero no dejaré que eso nuble mi maravillosa felicidad de que no me voy a Campeche *salta de felicidad*.

¿Por qué eso me hace feliz? Por simples y sencillas razones: no tolero el calor, me provoca dolor de cabeza, me pone de malas y hace que me menstrúe la nariz (sí, porque no para la hemorragia hasta que me hago un menjurje con alcohol), además me molesta mucho andar como espagueti chino toda escurrida de tanto sudor y ni disfrutas chido. Y según lo que me dicen la pisteada se acaba a las 10, después de esa hora sólo en antros, y no me gustan, y, para pronto, tampoco te puedes empedar porque lo que bebes lo sudas (¿así cómo quieren que pueda trabajar y soportar la carga? No manchen). Así no juego.

Y mi cabello es una esponjita que absorbe toda la humedad y andaría con mis pelitos como chayote (jajaja sería muy divertido tener una foto así) ni poniéndome todos los kilos de cera me quedaría chido el peinado de señora moderssna. También eso de trabajar con dolor de cabeza permanente no me agrada y menos viajar con Miranda. ¡Qué tal que me dice algo por mis tatuajes sensuales! No, no, no y más no. Ella no es chaira porque no tiene bagaje, ella es histérica.

Mejor en otro momento con más calmita yo me largo a Campeche. O Ensenada que es mi sueño dorado de playa *ojitos de corazón*.

Y lo peor, peor de todo es que los voy a abandonar y no les platicaré nada. No habrá internet, pero sí mosquitos. No habrá Facebook, pero sí calor. No habrá Twitter, pero sí humedad. No habrá blog, pero sí sudor a chorros. Habrá, seguramente, conexión a Internet en el hotel, pero no quiero pagarlo porque me saldrá en una millonada y soy una asalariada con muchas deudas.

De trabajar en la comodidad de mi oficina Godín en Santa Fe con aire acondicionado a estar en el calor de una habitación compartida, prefiero la oficina aunque me queje cada 5 minutos de Manatí, o blasfeme el caos de la ciudad. ¡No-me-importa-naaaada!


Me quedo en la Ciudad, sí señor, qué feliz soy. 

2 comentarios:

  1. Super Métsicodeefe, para mi también es una relación de amor masoquista. Me agarra a cachetadas cuando quiere (e.g. su tráfico, hurtos y gente histérica), pero me digo que lo hace "porque me quiere".

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