lunes, 25 de agosto de 2014

Trauma arácnido

Hace rato estaba escribiéndome con Arafat y pues no sé ni por qué salió el tema de mis historias macabras de arañas y pues creo que la siguiente historia es la más traumática de toda la historia del mundo mundial.

Muchos saben, y si no saben les cuento, que soy una loca que pierde la cabeza (todavía más, aunque parezca imposible) cada que ve una pinche arañita aunque mi mamá diga que son de buena suerte esas chiquititititas, pos no, cuernos, yo nomás no las paso ni las pasaré (disculpen, no las tolero) debido a mi más grande trauma de la infancia, ahí les va desde lo más profundo (y traumático) de mi ronquísimo pecho cuervesco.

Yo tendría como seis años, era una escuincla sin tantos pedos mentales (qué tiempos aquellos, caray), y mi tío compró plátanos machos. Yo nomás veía que estaba uno palpite y palpite y palpite. Entonces fui con mi tío y le dije, no me creyó (pos si no estaba loca, chingaú). Le dije a mi abuelita y no me creyó.
Volví a ver los plátanos (jajaja se escucha a albur) y sí, chavos, se seguían moviendo. Fui de nuevo con mi tío y me hizo caso, fue a ver y le sorprendió. Total que agarró un cuchillo y al momento de abrir el plátano salieron millones (quizá más o quizá menos, tal vez exagero) de arañitas pequeñas (¿es pleonasmo?, si saben, me dicen #CuervoIgnorante y duuuu-doooo-so, como la canción de merengue jajaja) que cubrieron la mesa redonda que teníamos. 

Me quedé petrificada.


Mi tío en chinga loca fue por el alcohol y les prendió fuego. Se escuchó muy feo, como cuando fríen el chicharrón, pero más ojetón. Esa es mi triste historia *saca su pañuelo*. Tengo razones para que no me gusten las arañas y pa temerles y aunque no… son muy feas y traicioneras, jum, muy mi aversión… 

**** 
Les dejo esta joyita. ¿Todavía la ponen en los XV años y en las bodas y en los sonideros y en las reuniones retro? No se hagan, sí se la saben *hace el baile de la mona seeen-suuuaaaal*


¿Aún existe Ritmoson Latino? ¿O igual es muy noventero, principio de los dosmiles? #TíaCuervo

4 comentarios:

  1. jajajajaaj....Yo amo a las arañas y todo tipo de insectos... Algun día te llevare una tarántula, para que tu aversión, o bien se quite o termine por refrendarse sin remedio alguno.

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    1. Gracias por tu maravillosa comprensión.
      En realidad, ya he tocado una, nomás me puse nerviosa, pero nada de paros cardíacos ni nada... sólo sudorcito en las manos (#iuuuugh).
      Las tolero, pero no me gustan. ¡Estoy traumada!, ¿no lees?

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  2. Haha que historia tan curiosa, yo la única que recuerdo es que una vez le lancé unas tijeras a una prima mientras hacíamos la tarea, porque me dio flojera atravesar la mesa para dárselas. Evidentemente "se cortó" y me dijeron que buscara una telaraña para tapar su herida... errr, extrañamente recuerdo que si le funcionó O_o

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    1. Y me contó una enfermera una peor. Ya la publicaré.
      Respecto a que las telarañas paran la sangre ¡es cierto! Yo lo he visto. Igual la "telita" de la cebolla, ésa que está entre capa y capa, aliviana la hemorragia.

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