martes, 5 de agosto de 2014

Augusto, my love

¡Agosto ya llegó, ya está aquí! *se pone a bailar*
Es curioso, pero siento que este mes traerá muchos cambios, el cierre de algunos ciclos, es hora de proyectos, de volar más alto y luchar por esos sueños que dejé en el perchero de mi habitación.

Me gusta agosto, me gusta cómo se siente. Es como si en automático se hubieran ido algunos fantasmas que me atormentaban con sus recuerdos cada noche, empecé con una nueva vibra, renovada, reluciente. Empezaré a dejar el equipaje que ya no me sirve para andar más ligera, demasiado equipaje jode la espalda y no ando de humor para tener una hernia discal (toco madera, toco madera…).

Ya mero se termina el año. Ya está más cerca mi cumpleaños. Mis 25 otoños. ¡Veinticinco!, ¿ya es momento de preocuparme por las arrugas? Al fin pude visualizar y concretar el nuevo tatuaje, sólo falta ir con la tatuadora a platicarle la idea, en dos meses será un hecho (bueno si todo marcha bien). Volvieron las ganas por los proyectos, por comerme al mundo.

Recibo bien a agosto, es el mes del cambio. Es un mes ideal para ya dejar ir, liberarme y volver a sentir.
Agárrense que nos vamos recio, chavos *tonito norteño*

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En otras noticias:

Manatí se quiere hacer mi amiga, pero yo no quiero (fuchi) *puchero*. 
Hoy coqueteé con un chamacón guapetón, mi debilidad son los hombres de barba cerrada, además la tenía bien cuidada (lástima que sea Godín), mañana le preguntaré su nombre.
No vuelvo a comer donas del Seven, ayer me comí una y me hizo daño. Además del remordimiento por sucumbir ante esos placeres bien culposos (¡soy una gorda!).

Hasta aquí mi reporte, Joaquín, vamos contigo al estudio.  

*entra No volveré de Chavela Vargas* (es la que estoy escuchando *se echa un shot de mezcal*)


1 comentario:

  1. SI no conociera la locura de tu cabeza me sorprendería hables de todo y nada :D

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