sábado, 15 de junio de 2013

Silencio

Amor, quisiera volver a besar tus labios desde aquel día en que me robaste ese beso, esa caricia, esa mirada. 
Mi mirada fue hecha para mirarte, para contemplarte mientras hablas y compartes tu vida, tus ideas, tus molestias, tus anécdotas. 
Mi voz fue puesta para contarte historias, para endulzarte el oído, para acercarme a tu cuerpo y tu mente a través de la memoria. 
Mis manos fueron diseñadas a la medida de tu cuerpo, de tus brazos, de tus piernas, de tu pelo, de tu sonrisa; de ti, simplemente. 
Mi cuerpo es a tu medida y condición. A tus rasguños, tus mordidas, tus caricias, tus besos. 
Fui hecha simplemente para ti. 

Pero, ¿cuánto más podré callarte…? 

No hay comentarios:

Publicar un comentario