No mamen. Ayer ya estaba a punto de quedarme dormida y, de
pronto, zas que se me aparece el desaparecido. Chale, yo conciliando el sueño
tempranito porque no había luz, porque estaba cayéndose el cielo en forma de
agua, porque ps qué aburrido estar así y ni señal tenía. Tanto pedo por llegar
a la ciudad y tener tecnología Wi-Fi y se va la luz ¬¬ y, de pronto, baaam, se me apareció su carota y risa en mis sueños.
Pero. ¿Qué se me anda apareciendo el desaparecido en mis
conciliaciones ensoñadoras no-profundas? Hasta me asusté aunque sentí, de algún
modo, bonito que estuviera ahí conmigo (que
estoy mal, lo sé) y… grrrr hoy no me lo puedo quitar de la cabeza.
O quizá
sí, tengo mucho trabajo, muchísimo. Al menos, ya entregué mi tarea (soy muy feliz por eso) y ahorita debo
rehacer un texto de una entrevista que entregó Manati y no le gustó a la
jefa-jefa.
Grrrr y es que yo tuve la culpa porque me estaba acordando
de muchas cosas, precisamente de él, antes de dormir y se me apareció y fue un
sueño breve-bonito lleno de recuerdos (sí,
ésos que pendejamente desempolvé) y me sentí culpable por eso y ps la mente
es muy cabrona y la imaginación peor y los sueños me traicionan y escribirlo me
hace sentir mejor…
Ya me voy a trabajar y así me lo saco de la cabezota.
No hay comentarios:
Publicar un comentario