No me considero una mujer despampanante ni que acapare las
miradas cuando llega, sí me considero atractiva y coqueta (punto a mi favor, bitches) y le saco mucho provecho (cuando quiero, a veces no tengo humor ni
ganas ni nada); por ejemplo cuando salgo a una fiesta termino conociendo
hasta al cotorro de la casa.
Mis amigos lo saben: no soy de las que se quedan
como el chinito nomás “milando” cómo
todos se la pasan moviendo el bote, platicando y demás. ¡No! Yo soy de las
pocas chicas con iniciativa (ahí nomás
soy bien sencilla) que sacan a bailar a un chico, ¿que no lo conozco?
Perfecto, “hola, mucho gusto soy Yoko”, total que siempre conozco a todos, no
por nada me gané el mote de ser “la chica fiesta” de la fuente que cubría.
Pero no sólo salgo con una innumerable cantidad de nuevos
amigos pachangueros como yo (¡no!)
también salgo con una lista de pretendientes que quieren invitarme a una cita fuera
de la fiesta y el desmadre y es de eso de lo que trata esta entrada, los tipos
de pretendientes con los que me he topado en mi vida (sólo hablaré de mi
experiencia, no quiero que me linchen si se me va alguno).
A grandes rasgos hay dos tipos de pretendientes: los pretendientes
mosca y los pretendientes con iniciativa.
Básicamente los pretendientes
mosca son aquellos que nomás te chulean, te bajan el cielo, la luna y las
estrellas con todo y polvo estelar (suena
a droga, je), pero que nada más no se aplican, no te invitan a salir
concretamente. Tú ya les dijiste que sí a todo y ellos se hacen bien güeyes, es
decir, se la pasan chingue y chingue y chingue y nomás nanaís. De esta clase
abundan. Son los clásicos: “estás bien bonita, bien chula, eres más
guapetona que la más guapetona del planeta (mis
vidas), me gustaría salir contigo un día” y así se la pasan eternamente
hasta que tu/su existencia es irrelevante y van a calentar la banca de alguien más…
En cambio, los pretendientes
con iniciativa son esa especie bien rara de encontrar porque éstos te
invitan derechito y sin escalas a salir. A lo que van. Son de los que donde
ponen el ojo, ponen la bala y en fa no vaya siendo que les coman el mandado. Prácticamente
te dicen: “me lates, ¿qué, te invito el
café/chela/vino/gorditas/tacos/malteada/antro/bar/cantina/pulcata para
platicar?” Y si les dices un maravilloso “sí”, ¡ya chingaron! Y se la pasan
chido.
También está otra clasificación de pretendientes:
Pretendiente común: sabes que está ahí, pero ni tú ni él
toman la iniciativa. O sea éstos siempre nos y los dejamos en el banquillo.
Pretendiente plan B: es el que dejamos siempre como
alternativa, si nos cancela el plan A, como sabemos que éste siempre nos dice
que sí, pues le llamamos.
Pretendiente potencial: me gusta, esta clase es la que me
gusta porque aunque aún no se tiran el calzoncito sí hay un “no sé qué, qué se
yo” que crea una tensión y coqueteo chido. Salen y se la pasan bien; pero ahí
hay algo que está por darse. (¡¡Ya dense
un beso, chingauuu!!)
Pretendiente canino: es aquel que tiene novia o compromiso
erótico-amoroso y que nos está insiste e insiste sin dejar a su quiubolesqué.
Pretendiente sexoso: esta maravillosa clase nos invita a
salir porque nos quiere tronar los huesitos de forma apasionada y brutal -claro,
todos lo hacemos con ese propósito en algún momento de la vida-, la diferencia es que nos la cantan
derecha: ¿traes tupper?, ¡que te voy a dar hasta para llevar! (¡el gaaaaaaas!).
Y la peor clase *retumba el cielo y los tambores, que suene
la conga y el timbal*, and the Oscar goes
to…:
Pretendiente acosador: es ése que sabemos que nos trae
ganitas, pero no nos convence o no queremos con él y se sabe nuestro color favorito, nuestra fascinación por el
grupo más bizarro del mundo, lo que desayunamos hoy en la mañana y hasta
cuántas veces nos lavamos los dientes. Y además todos los días nos manda mensajes, llamadas y “detallitos” inofensivos (según ellos porque tanta sapiencia asusta) para hacernos saber que están
al pie del cañón (tan guerreros ellos). Y si sales con alguien más cuando le dijiste que tenías el
bautizo de tu sobrinita, ¡se entera! , y te la hace de jamón… con esta
subespecie: ¡ojo, mucho ojo!
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He descubierto el hilo negro, puedo morir en paz.
Jajajajaja siempre se necesita un poco de cada uno de estos pretendientes
ResponderEliminarStalkers everywhere!!!
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