miércoles, 19 de agosto de 2015

¿Cólicos? ¡Tomen, les regalo uno!

De verdad, uno de los momentos más difíciles en la vida de toda mujer (bueno, casi toda) es cuando dan cólicos. Sí, esos dolores espantosos e incómodos que vienen acompañados de la menstruación. Aquí con el dolor, el sangrado se vuelve poca cosa, un efecto secundario, un daño colateral… 

Sé que muchos pensarán: "no mames, por qué hablas de cólicos" (porque se me da la gana), pero es necesario hablarlo para que deje de ser un tabú extremo, igual que la menstruación. 

Desconozco de dónde chingados salió la idea de que la menstruación debía llamarse "esos días" y que "esos días" eran felices y si usas Always o Kotex el sangrado te hará lo que el viento a Juárez. Pero no. 

Estar menstruando y con cólicos (para rematar) no se parece en nada a lo que nos anuncian en la televisión o en los desplegados de publicidad en internet, noooooo. No es como Barbara Mori usando Saba ni una anda feliz con vestidito bailando en la disco… nada de eso pasa, a menos que sea necesario.

¿Por qué es improbable que eso pase? Es simple: una se inflama, se empastilla para soportar el dolor, se toma algún tecito para aminorar las dolencias y ni quieres salir porque tienes miedo de mancharte la falda o el pantalón, te da pánico oler mal (porque también nos han dicho que la menstruación huele mal, pero no, eso pasa después de muchas, muchas, muchas horas). Tampoco es gelecito azul que de cuaja en cuanto sale. ¿De dónde salió la idea, digan? 

Entonces: ahí estás, iniciando semana laboral (¡qué oportuna!), con dolor en piernas/cabeza/cintura/cuerpo, inflamación y mal humor. Ni ganas te dan de sentarte porque te vayas a manchar ni te quieres parar porque te puede dar el bajón (¡horrible!). Tomas tu paracetamol/Syncol/Buscapina/Naproxeno/Ibuprofeno para calmar los cólicos marca "no mames". 

Te sientes de la chingada… el dolor e incomodidad no te deja trabajar a gusto: estás desconcentrada, torpe, distraída y sensible e irritable, pero ahí te encuentras en la oficina mostrando tu mejor sonrisa, tu mejor empeño y esfuerzo para sacar la chamba porque no puedes pedir uno o dos días de incapacidad o de home office, lo soportas, aguantas. "Soy una guerrera", te repites. 

Pero, ay, la gente dice que somos unas pinches exageradas al lloriquear por los cólicos, ja, porque nada más es un dolorcito pequeño… digo, habrá mujeres que jamás sabrán lo que es un dolor de este tipo; sin embargo hay otras que nos ponemos excesivamente mal y sobrevivimos.  

En fin… ¿no quieren un cólico? Tengo muchos, les regalo uno, anden.  

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