jueves, 23 de enero de 2014

Él

La vida me sorprendió con él. Un día sin que yo me lo esperará (y sin que yo lo supiera) llegó a mi vida. Apareció en las pláticas, en las conversaciones; comenzamos a conocernos, a interesarnos por el otro; después a salir.
Salimos y platicamos. Reímos. Me di cuenta que su cabello me gustaba, su sonrisa, su conversación, la forma en que me hacía reír y sonreír. Después noté mis sonrojos, mi nerviosismo. No sentí, ni siento, mariposas en el estómago, siento emoción y se refleja en mis ojos y mi sonrisa.
Él apareció en mi vida, en mis días, en mis letras, en mis sonrisas. Está en mi pensamiento y cada que lo recuerdo me sonrío y le doy una mejor cara al mundo. Siento su apoyo, su calor. Disfruto su compañía y sus abrazos. Me toma de la mano. Me pone nerviosa y me sonroja. Él lo disfruta y yo, por qué no, también.
Me gusta que nos hemos llegado a entender y que no es difícil la comunicación con él.
Él fluye sin presión y me deja fluir sin presiones. Estamos en el entendido de ver qué pasa; pero me gusta que haya sido él, precisamente él, quien haya llegado a mi vida en un momento donde yo quería vivir la oscuridad, la soledad y llegó.
Llegó Superman al lado de Luisa Lane. Y su súper poder es hacerme feliz. Eso me basta.

3 comentarios:

  1. Da gusto que a alguien le vaya bien en el amor... yo cada vez creo menos en eso, al menos para mí. Tal vez algunos no estamos destinados a eso, quién sabe. Espero que tu Superman siga a tu lado, Luisa Lane. Batman generalmente está solo...

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  3. Leerte así, emociona. La sonrisa se transmite. Gracias por compartirlo y recordarnos que para eso es la vida, para vivirse, para sonreirse, para emocionarse, para estar y disfrutar, entregándose al momento y a la plenitud.

    Un gusto leerte. Abrazo

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