Pues pasa que debemos guardar las apariencias "uy, no aquí no pasó nada-de nada", saludarnos, sonreír jijiji y ni cruzar palabra porque, ahora, ambos están casados. (Cosas locas que sólo me pasan a mí).
Digamos que el que menos pedos me causa es "el sobrino": ni nos pelamos y ya cada quien a lo suyo y tantán.
El otro, "el primo" puff con ése sí me gané odios, malos tratos, amenazas y mal-de-ojo de parte de sus hermanas feas y su mamá posesiva (hola, ex suegra mua mua) y nomás porque lo querían controlar a este vato.
Nos conocimos, hubo química, nos fuimos de viaje de Semana Santa (que casi me corren de la casa por no avisar) y salimos un par de veces, antes de que su familia se metiera e hiciera un caos. De hecho, le escribí varios textos que publiqué en el otro blog y en metroflog, después los linkeo que estoy en el cel.
Y después-después de todo ese borloteo nos vimos ocasionalmente, pero tuvo novia y ya ni la palabra me dirigió, se mamoneó (pus huevos, puto); en cambio cuando iba solo me hablaba y flirteaba conmigo y yo lo mandaba a la chingada, ¡pos quién se cree!
Y para no hacerles el cuento muy largo: hace dos años se casó y como ya no jalo a las fiestas fFfFfFamiliares ps ya no lo veo. Y ya, todos felices.
Igual y sí vienen; pero yo ni voy a estar.
Y que mi ex suegra y sus hijitas gachas a la vista se metan su mala vibra por el orto y que lo disfruten.
Bueno, ya me voy a mi junta editorial con Marnuj, nos vemos el miércoles en el taller, ¡no lo olviden!
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