Siguiendo con el mismo tema de ayer, es decir, las peores
citas, unos amiguitos me contaron la suya y, vamos, la mía se queda cortísima.
La más gruesa es la
siguiente:
El chico popular de la secundaria, después de no verlo por 5
años, que seguía hermoso, lo encontré en el mercado, mientras yo acompañaba a
mi madre al mandado, quedamos en salir esa noche a beber (era un juebebes).
Yo andaba en carro (niña de papá), fui por él a su casa,
fuimos por un par de cervezas a una cantina de señores (y no tengo nada en
contra de esos lugares, me gustan), después de un par de cervezas me dice que
no trae dinero para seguirla, decido no pagar yo y mejor llevarle a su casa a
que rompa su alcancía.
Llegamos a su casa, era enero, hacía frío, entré a su casa,
tenía una botella de vodka en el refri, bebimos, me comencé a sentir mal, no
había bebido tanto (ahora sé que le puso algo a la bebida), le seguí a la
recamara, me dejé hacer, a gusto y voluntad de él, lo que quiso.
Al día siguiente apenas podía caminar, no le he vuelto a ver
desde entonces.
La otra:
Mi peor primera cita fue con una tipa que llegó una hora
tarde. Fuimos a comer. En el camino me ignoró por completo, iba hablando por
celular con su prima y quejándose de su ex. Llegando al restaurante, yo ordené
y ella no pidió nada. Después se pone a hablar por teléfono con su ex,
diciéndole que estaba en una cita.
Mientras, yo me estaba comiendo mi hamburguesa, pero la tipa
horrible comiéndose mis papas y tomando de mi refresco. Me levanté por una
servilleta y cuando regresé se estaba comiendo mi hamburguesa. Total que antes
de colgar dice que se iba a besar conmigo. Ya estaba harto de su estupidez así
que le dije “ya me voy” y ella me responde “mi mochila está en tu carro”.
En el estacionamiento se sube a mi carro y no se quiso bajar
hasta que la llevara a su casa. Había un tráfico mongol. Fue un asco. Además la
chava no me gustaba nada, la conocí en un curso de cine y se me hacía
interesante, por eso acepté cuando ella me invitó. Cuando se bajó del carro me
sentí liberado. Ah, y era ex novia con quien hablaba no ex novio.
Y es que, mis amores, hay de TODO en la villita del señor.
Neta que hay chavos y chavas que están bien locos.
Debemos fijarnos más con qué rarezas salimos. ¡Ojo mucho
ojo! *tonito de Chabelo*
Mi sermón por hoy ha finalizado, pueden comer en paz, amigos
Godínez.
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