Deberían apedrearme por mi impuntualidad terrible que no me llevará más que a la soledad y me convertirá en un ser aborrecible (y me lo merezco, cómo no).
Meh…
Les cuento.
Conocí a Gabriel en la secundaria, clásico morro desmadroso y simpaticón, aunque nunca me gustó. Se juntaba con otros desmadrosillos: Daniel, con quien me di unos besos y me pidió la prueba de amor, le regalé un Carlos V (yom, yom, eso valió mi "amor" por ese gordito), y César a quien he visto recientemente y platico muy chido.
En la prepa 8 nos encontramos Gabriel y yo, nos hicimos amigos y un día a mí se me salió de manera natural decirle: bue… me gustas, pero pues que todo siga igual (lugar común, pero me gustaba mas no taaaanto) y me dejó de hablar. Parece que le dije: tengo lepra… *sniff*
Después de 9 años de no verlo me agregó a Facebook no sin antes mandarme un mensaje donde se disculpaba por haber sido inmaduro y dejarme de hablar. *Not bad* Lo acepté. Platicamos y quedamos en ir por unas chelas para charlar chido y esas cosas. Él boxea (puntos para Griffindor).
Y pues hoy nos íbamos a ver. Y ya no lo vi. Y eso me pone llorosa y enojosa conmigo…
¡Me caga vivir en el hoyo pozolero donde vivo! No pasan taxis, no pasa el camión. Tuve que caminar kilómetro y medio para intentar tomar un taxi. Todos ocupados (es culpa de Mancera, ¿cuántos más, Mancera? ¡Cuántos más!), subí hasta Los Arcos y tomé el primer camión: Tacubaya, jijo de su pinche madre, irme de rodillas hubiera sido mejor. Me bajé mejor y tomé un taxi, bajé del taxi y me manda el mensaje de "discúlpame, sólo tenía una hora, ya me voy". Le llamé y no me contestó (dos veces, dios, Telcel y mi registro de llamadas son testigos). Le mandé mensajes de disculpa y tampoco.
Entiendo tu enojo, Gabriel, perdón. Si me retiras el habla o me bloqueas de Facebook, de Whatsapp o de tu vida, lo entiendo. Podremos sobrevivir jajaja… (no es gracioso, Yuriko…).
Y pues ahorita me estoy chingando una torta de jamón con queso y no unos tacos de carnitas bien atascados y engordadores, qué pinche triste y miserable mi situación. Que me lleven a la hoguera. (Guaaaardias).
Por otro lado, venía pensando en que igual y el destino quiso que no lo viera, de esas cosas maldosas o lo que llamamos karma *entra pista de terror*, sí, igual y el karma dijo: "me lo voy a chingar porque te dejó de hablar en la prepa cuando le dijiste que te gustaba", pero pos yo qué culpa. Chia… ya aprendí la lección.
Ya me voy al Centro a comprar pendejaditas y barnices y una peluca rosa (seeeee) y a comer tlayudas sin salsa, con todo y mi dolor de rodilla por correr ese tramo.
Ay, mi rodilla.
Ay, mis hijos.
Ay, Gabriel.
Ay, mi impuntualidad.
Ay, mi culpa.
Ya me voy a llorar. Ahí pa' la otra será, espero.
Seguro fui su peor cita ever… *sniff*
Gabriel perdónala!!! Yuriko es la "The Super Little wave (La súper ondita)"! *_*
ResponderEliminarquien quiere estar, esta...
ResponderEliminarCuando tu impuntualidad te quite algo que te importa quizás empezarás a llegar temprano
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