"Gracias a los desvelos de esa alma sombría, en fin, puedo decir ahora que este cuerpo mutante es mi cuerpo. Lo cual es un alivio y simplifica mucho las cosas a la hora de escribir en primera persona.
Pero en realidad yo no soy la que fui ni la que seré; como mucho, no soy más que este instante de conciencia en la negrura, y ni siquiera estoy segura de ser eso, porque a menudo me veo a mí misma desdoblada."
Rosa Montero, La hija del caníbal.
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