miércoles, 13 de abril de 2016

Me vieron la cara de turista

Llegando al aeropuerto de Lima moría de sed así que decidí ir por una botella de agua y puuuum al momento de pagar 27.50 soles, eso equivale a más o menos unos 150 pesos ¡CIENTO CINCUENTA PESOS! Un robo, mi freins.

Alonso me lo recuerda a cada momento, pero también es nuestra medida para saber si un lugar es o no muy caro. Ahorita bebimos cuatro maravillosos tragos de pisco en 44 soles, una ganga :3 y jugamos jenga en el trayecto. 

La altura me ha partido un poco la madre, estamos a 3,300 a 3,800 metros sobre el nivel del mar y me duele la cabeza, aunque con mis dulces de coca la cosa ha mejorado. También una limeña me regaló tantita hoja pata masticarla y pufff una maravilla, al minuto mi ritmo cardiaco estaba normal. 

Los gorros de beibi alpaca son carísimos pero se siente la diferencia (#dicen), y no me compré una chalina de vicuña por temor a que cuando llegara a México alguna asociación protectora de animales me la llenara de pintura o me dijera "maldita bruja" sin saber que esperan la muerte del animal antes de disponer de la piel. 

Son tan suaaaaaves. 

Ya probé la Cusqueña y el pisco. Hoy no hizo tanto frío, a excepción de cuando estuvimos en un sitio del que escribiré mañana, mientras les dejo esta maravillosa panorámica (disculpen, estoy algo borracha, gajes del oficio). 

**Nota al pie: espero, ESPERO, que la nena del cuarto 13 (o sea el de al lado) me deje dormir y no llore a las 3 de la mañana, pinche suerte pachiche y sin fe que tengo… además todo se escucha de un cuarto a otro, hasta me da pena reírme. 

Ah, qué bonito es Cusco (sin "z"), les diría me quiero quedar aquí, pero la altura… aunque no le hago el feo. :3 

Panorámica de la ciudad del Cusco 

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