jueves, 6 de noviembre de 2014

Defectos en la adopción

Tras un par de semanas de platicar con Lu, decidí conocerlo y platicar. Quedamos de vernos en Bellas Artes, llegué tarde y después fuimos al Café Trevi (cerca del metro Hidalgo). En el camino nos platicamos el significado de nuestros tatuajes y me enseñó los principios básicos para hacer malabares. 

Ya en el café me contó de sus relaciones pasadas y cómo era en éstas. Total que charlamos de esto y aquello, sin mayor preámbulo ni problema. Más tarde, me fue a dejar al Zócalo porque iba al concierto de Triciclo Circus Band (my love). 

Me mandó mensaje de que le había gustado ese rato conmigo y le agradecí la plática que, para mi gusto, fue amena y divertida. Quedé en verlo el miércoles y fuimos a comer al Barrio Chino, caminamos por el Centro e hicimos malabares, que iba progresando; nos despedimos y tantán. Me llamó el domingo y salimos, al llegar me abrazó muy efusivo y con sentimiento; lo dejé pasar. 

El martes siguiente me dijo por Whatsapp que le gustaba y que si yo le gustaba… soy la peor para romperle la ilusión a alguien y mi corazón de pollo nomás no me deja, entonces no le pude decir que no me gusta. Así que le di la vuelta al asunto y todo quedó… al aire. 

Me insistió en salir y le dije que no porque tenía trabajo. Vaya, no era TAN falso porque en ese entonces tuve que trabajar en lo de la FIL y mi curso de periodismo narrativo y me encontraba saturada, pero no tanto para no querer ver a alguien (si me importara). Así que me dejó pasar. 

Mis razones para no aceptar su adopción, no sé si fueron aceptables pero quizá sí sean poderosas (o ninguna), él no me gustaba en muuuuchos sentidos: desde su forma de vestir siempre desarreglado como un adolescente adicto a las patinetas, su ligereza y falta de rumbo, demasiado protector y cómo era de ermitaño en sus relaciones anteriores. Además, tiene esa insoportable forma de llamar la atención y me desespera mucho en una persona. Eso no le quita que sea buena persona, sin embargo, no es un chico para mí y de eso estoy segura. 

También él llegó a la página porque no le gusta socializar y le cuesta conocer gente nueva, así que las redes ayudan a los tímidos; pero yo no cambiaría por nada el trato en vivo y todo color. 

Por ese entonces, salí con otro chico que me propuso sexo (así derecho) y otro que no acabó nada bien y fue por una tontería mía… 

1 comentario:

  1. Las cosas pasan por algo, yo también estuve en esa página y conocí al mismo chico del cual mencionas que las cosas no funcionaron por tu culpa y créeme no iba a funcionar porque él es una persona bastante difícil, no es mala onda pero es difícil. Tal vez hay algo más afín a ti allá afuera. ¡Saludos!

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