No puedo pensar claramente. No puedo dejar de llorar. Me duele el pecho, la espalda, la cintura y no me pasa el alimento, al menos ahora ya me da hambre, pero me da asco la comida. La felicidad se fue de vacaciones, ojalá regrese pronto no porque la extrañe sino para estar mejor.
Tengo miedo y tengo ansiedad. Al menos controlé cuatro ataques de ansiedad ayer, y no sé cuánto más voy a aguantar esta condición frágil, sin voluntad, sin decidir, sin estar…
Eso es lo que más duele, no estar. La culpa… no estoy bien, sinceramente estoy mal.
Al menos hoy tengo terapia y ojalá me ayude a no temerme, que se me olviden esas ideas horrendas y aclare mi nublada mente.
Volví a fumar, volvió la depresión y no me gusta nada.
¡Ey! Reponte pronto. ;)
ResponderEliminarGracias, muchacho, voy saliendo poco a poco.
EliminarSaludos.