No te enamores de mí, le advertí, sólo puedo traerte
sufrimiento, siempre lastimo a los que quiero, no soy estable, soy voluble, me
enamoro rápido y luego me aburro, seguramente luego me quejaré de que nadie me
quiere cuando soy yo el que no quiere a nadie, soy como el agua de la playa que
va y viene y que arrastra todo lo que toca hacia sí, para luego hundirlo.
Tengo la mala costumbre de decirle “Te quiero” a todo el
mundo y es una lástima que todos me crean, sé que los hago sufrir, pero confío
en que luego se olvidaran de mí, confío también que luego podremos ser amigos
como siempre, como si nada hubiera pasado, como si todo el daño que hago se
borrase con un simple “¿Cómo estás?”.
No te enamores de mí, ya de amor no me queda nada, todo lo
que tenía lo entregue a alguien hace mucho tiempo y me quedé con nada, estoy vacío,
una cáscara es lo que ves, dentro mío ya no hay nada, por eso cuando estoy solo
a veces lloro y me entristezco, pero para los demás uso mi sonrisa tantas veces
ensayada que parece real.
No te enamores de mí, te lo advierto, Yo quiero que me
quieran, pero no puedo querer a los demás.
El buen lector.
Una advertencia irresistiblemente puntual... :)
ResponderEliminarAcerca de el caso de muchos... Andamos en eso jaja!
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