"Y no es la primera vez que me hiere un dardo el corazón: ya tengo en la implacable herida del amor. Quiero que después de incinerarme no se me ponga la inscripción de: "Elisa, esposa de Siqueo"; que el epitafio de mi lápida sepulcral sea como sigue: "Eneas le dio el motivo de morir y la espada; Dido se mató, con su propia mano".
Alberto Manguel, Breve tratado de la pasión.
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