domingo, 27 de marzo de 2016

Reencuentro con Armando

Hoy, luego de muchos, muchos años, vi a mi papá. Había evitado verlo porque me daba miedo desarmarme ante él, que me dejara plantada o, bien, ser explosiva y decirle muchas cosas, pero no, todo fue muy amable, ameno, risas, lágrimas, reproches, juicios, recuerdos, plática de relleno y uno que otro consejo.

Yo fui quien le pidió que nos viéramos. En la mañana tenía un dolor tan grande, que cada lágrima que soltaba frente al monitor también era para él y mi trauma. Así que en un impulso le marqué, le pedí vernos, aceptó, pusimos lugar y hora. Ahí nos vimos. Me dio gusto verlo y abrazarlo.

Platicamos largo y tendido, pasamos de contarnos la vida cotidiana a hablar de lo mucho que quisiera perdonarlo y tener una vida mejor, relaciones más sanas y no buscar en ellos a mi padre, reproduciendo -desafortunadamente- el mismo modelo, el mismo patrón y le dije: pa' quiero perdonarte, de verdad, quiero perdonarte para poder ser feliz por primera vez en mi vida.

Sé que no volveremos el tiempo atrás ni estará conmigo en mis 15 o cuando me rompieron el corazón por primera vez... no, pero puede estar a través de mensajes, llamadas y charlas de vez en cuando para poderme sentir en paz conmigo, con él y poder ser parte de una familia, muy extraña, pero una familia.

Al menos, luego de una decepción que tuve ayer, el dolor en el pecho se ha disipado y las ganas de llorar también, ya no se me revuelve el estómago cada que pienso en aquello doloroso que me pasó... creo que algunas lágrimas que derramo en mis relaciones no son por ellos, son por él, por mi papá y al menos hoy ya derramé con él las que son para él y la estaca en el pecho ya se fue.

Aceptó que no fue un buen padre y yo acepté que es humano, que igual que yo tiene errores y, por primera vez, vi reflejadas muchas cosas de él en mí y no está mal, hay que verle el lado positivo: gracias a que coopero para darme vida estoy aquí, como sea pero estoy, y eso se agradece y por ello lo llevaré en mi corazón.

Gracias por el consejo, papá. Gracias por el abrazo. :D

2 comentarios:

  1. Perdónalo. No por él, por ti. Pagamos por nuestros actos, no por los de los demás.

    Lo que sientas díselo. Y escúchalo también. Ahora que aún pueden.

    Después, ya no tiene caso.

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    1. Sí, en eso trabajo. Muchas gracias por leer mis intensidades :)

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