miércoles, 9 de julio de 2014

La trasnochada en el Marra

El sábado fuimos varios amigos y yo a celebrar el cumpleaños de "mijarrón" Dianela, que cumplió veintitantos. Primero precopeamos en el "Santa Leyenda" a un ladito del Metrobús Nuevo León (goeeei, ya soy cool), ahí nos pusimos a platicar, bromear, reír todo al calor de las cervezas y los mojitos en promoción (2x1, ya saben godín godín, pero ahorrador) y los cacahuates nadando en salsa y limón. Mi amigo Grumpy pidió unos sopecitos de carne molida con muy buen sabor, la neta si van se los recomiendo. Los mojitos en promoción no están taaaan mal; pero no fueron mi hit. Quizá porque soy chelera de corazón.

Total que después de un par de horas, la festejada se acercó a preguntarnos si se armaba el after. Y surgió el clásico "bueno ¿y a dónde?" unos decían que a Zona Rosa, otros que mejor al Marra y otro par que nos fuéramos a un depa en Coapa. La neta es que ganó el famosísimo Marra.

Ahí íbamos Karina, Rafa, Dianela (¡obvio!), Nancy y su novio, Pablo (que no me cae chido, hola), otro chico que iba en mi facultad, una amiga de "mijarrón", el Grumpy y yo, todos rumbo al metrobús en busca del camino de baldosas arcoiris (¿entendieron? Arcoiris...), ejem... es decir a la estación Revolución y de ahí caminaríamos interminablemente hasta Bellas Artes (háganme el chingado favor) y de paso todos pasamos al cajero en plena medianoche (mamá que no te dé el soponcio).


Le cantamos Las mañanitas saliendo de la estación *entra de fondo la versión de Pedro Infante*, la gente ni nos miró raro, yo creo que pensaron "esta chaviza, ya han de estar borrachos" y la abrazamos y aplausos. Y ella, debo remarcarlo, se veía muy feliz (¡Te quiero, mija!) y ahora sí, agarramos nuestro rumbo cantando "y es que siempre estamos viviendo de noche...".

En el camino pasamos por el cigarrito, chocolatito Hershey's para agarrar energía, el dinero pa' las chelas, unas papitas para calmar el hambre (yo quería tacos, la neta o de perdis un sandwich del Oxxo o Seven), bromeando de esto y aquello, anécdotas de salidas previas (a las que no fui), ya saben... todo eso que pasa cuando vas con tus amigos caminando a las 12:30 por Juárez y Eje Central.

Llegamos al Marra y ujú al fin Yoko podrá bailar. Luego, luego entras y sientes el hornazo, el hervidero de sudor, cerveza, calor humano y fraternidad gay. Y de pronto te ponen Single ladies, Barbie girl, OV7, Madonna y un sinfín de éxitos que son como muy de ambiente. Y pos yo estaba como enana en juguetería, baile y baile, zandungueando, meneando, moviendo las carnes y la cadera, yo andaba bien divertida sacando mis pasos jotos: estrellitas, luces, pasos ridículos, la verdad. Ni el calor ni el roce frenético de los cuerpos me desanimaba. Grumpy nomás se reía de mí.

Se han de preguntar ¿y esta loca que se habrá metido?, nada -les respondo. Es muy cómodo como chica bailar rodeada de tanto machín y que no te anden tirando el bóxer a la primera meneada de cadera. Lamento que para mis amigos no haya sido la misma experiencia. (Sorry, chicos, después vamos a un teibol).

Al final... bueno... salí como pollo quemado, como bambi recién nacido, como Mummble (de Happy feet) cuando salió del cascarón, cansada; pero feliz. Sí les dije que llevaba tacones, ¿verdad? Toda una experiencia religiosa. Mi hinchazón de pies son otro tema.

#NoLoHaréDeNuevo

4 comentarios:

  1. Sea como sea, el Marra siempre es épico, aunque al día siguiente no puedas ni moverte :p

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  2. El Marra: ese bello lugar de arrabal, encuentro y desencuentro. Creo que hay lugares más hardcore, pero está chido el desmadre :)

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  3. Imagino a cierta persona bailando Single ladies, Barbie girl, OV7, Madonna jajajaja. No puedo dejar de reír jaja

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  4. Jajajaja ay mijarron gracias por ser parte de ese simbólico festejo :) y por estar ssiempre en las buenas y las malas tqmmm.

    P.D. un par de tacones pueden cambiar la historia.

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