martes, 20 de marzo de 2012

Postal 3

¿Sabes? Hoy recordé los tiempos en que me alegraba de que llegara la primavera porque dejaba de ser una niña para convertirme en una mariposa, una florecita, un ave o una abeja, y eso me hacía muy feliz.
Aquí tenía cuatro años, fue mi último año en el jardín de niños. Dimos un paseo por la colonia, todos íbamos disfrazados de leoncitos, tigres, abejas, mariposas, hadas, solecitos o flores, ¡qué bonito es recordar esos días! Y los veo tan lejanos como si hubieran pasado más de cinco décadas…
En ese entonces, no me preocupaba el dinero, el status, el futuro ni el pasado; era feliz con vivir el presente, con ser lo que era. Es maravilloso ser niño; pero es aún mejor cuando eres una niña, eres delicada y dulce, y creo que a las niñas les sienta bien la primavera, les dibuja una linda sonrisa.
La miro y no me creo que sea yo. Era linda, ¿verdad? Anda, halágame. No. Halaga a la pequeña de la foto que fui alguna vez… 

1 comentario:

  1. Halago tus labios rojos de entonces y los de ahora. Y la mirada coqueta que no se te quita con nada.

    Besos, señorita cuervo.

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