“Otoko, la mejor medicina para una mujer es el matrimonio.
Otoko permaneció en silencio.
Otoko permaneció en silencio.
-¡El hombre es la medicina que da vida a la mujer! Todas las
mujeres tienen que consumirla.
-¿Aun cuando se trate de un veneno?”
Yasanuri Kawabata, Lo bello y lo triste.
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