jueves, 29 de enero de 2015

Yo, lesbiana

Hace algunos meses, recién a que me corté el cabello, Héctor me dijo que en una de mis fotos parecía machorra. Machorra sólo porque, según él, me veía masculina y parecía un niño más que una mujer. En la foto aparezco con la cara lavada y de a copetito de Elvis, me gustó-me tomé la foto-la puse en Whatsapp y empezó la ofensa.

Nunca me he cortado el cabello para complacer a alguien y menos a un hombre. Venía de una depresión tras el rompimiento con Andrés y lo mejor que pude hacer fue cortarme la greña, dar un cambio radical, sentirme libre. Y así fue...

Total que siempre que me he cortado el cabello me dicen que parezco hombre, que eso es de lesbianas, de machorras, de mujeres que gustan de otras mujeres, de mujeres que están en contra de los hombres. Parece que, para muchos, cuando tengo el pelo corto soy inmirable, inapetecible, inexcitante; pierdo todas mis habilidades eróticoamorosasintelectuales femeninas para convertirme en un objeto masculinizado, así: por arte de magia, y esto, señores, me parece una mamada.

Cualquiera de mis capacidades no se van al caño, o al cesto de basura, cuando tengo el cabello corto. No pierdo capacidades al amar, al querer, al coger o al besar. No me convierto en un macho en la calle, en la cama o en la casa. No sean ridículos con esa forma de pensar machista, anticuada, retrógrada y cerrada sobre el cómo deben lucir las mujeres.

También en este tiempo, casi un año, me he dado cuenta del tipo de chico que quiero en mi vida: uno que sepa verme y apreciarme no por cómo me veo sino por cómo pienso y quien soy en toda la extensión de la palabra, no que me quiera sólo por mi cabello. (Ahora falta que me digan que no les gustaré por mis canas, que no son pocas, o porque me empezarán a salir arrugas, ¡ridículos!).

Y si todo eso me hace lesbiana, sí soy lesbiana, pero soy feliz con mis greñas cortas y negriazules, bola de reprimidos sin causa.

...y ya.

¡Sean felices y déjenme en paz!

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Oigan... ¿sí parezco lesbiana en la foto? ¿a poco saben cuál es la orientación nomas con ver una foto? ¡Sabiooooos!



"Me dije: '¡venga, rápate! No te sentará tan mal'. Pero a los chicos no les gusta. Dicen que parezco un alumno de primaria, que es como si me hubiesen metido en un campo de concentración... y esas estupideces. ¿Por qué a los hombres os gustan tanto las mujeres con melena? ¡Sois unos fascistas! ¿Por qué pensáis que las chicas con el pelo largo son elegantes, dulces y femeninas? Yo conozco a unas doscientas cincuenta mujeres con el pelo largo que son de lo más vulgar".

Midori

Haruki Murakami, Tokio Blues

martes, 27 de enero de 2015

Cuidado: NO mamar

En el trabajo escuchamos radio, d-i-a-r-i-o, primero nos toca la última hora de Carmen Aristegui (si Enrique llega temprano, ejem), después Dispara, Margot, dispara con Horacio Villalobos y Sergio Zurita, uno de los programas que más disfruto por la desfachatez, el lenguaje, las cosas geeks de Zurita y los comentarios de Horacio.

Total que hace unos días, creo que el jueves, hablaron sobre la lactancia. Horacio dijo que las mujeres al momento de amamantar se taparan y bromearon un poco con eso, pero jaaaa ahí no quedó la cosa. En el programa de hoy, un par de mujeres locas (porque no encuentro decirles de otra manera) fueron a hacer su mitote al programa, alegaban que sufrieron discriminación por parte de los comentarios que hizo Horacio respecto a cómo hacer su labor de amamantar a sus hijos.

La cosa se puso candente tanto en Facebook como en Twitter y en el programa ni-se-diga porque una de las mujeres argumentaba que cómo era posible semejante trato hacia algo tan natural como dar de comer a un hijo, que ella está a favor de la lactancia y el parto consciente y la verga de ocho patas.

Ah y pa' colmo anunciaron una manifestación (de 15 mujeres ja...) en contra de los comentarios realizados a lo largo del programa.

Se armó una milonga terrible y Horacio hasta se enojó, pero se enojó mal pedo y terminó diciendo: miren, señoras, les abrimos el micrófono para que expresaran su punto de vista respecto al tema. Yo soy responsable de lo que YO digo, no de lo que los demás piensan que digo (y le aplaudí).

Y pum, se acabó el programa.

En la oficina apoyamos a los de Margot, pues las exigencias y la discriminación que alegaban no tenían cabida en ese entierro, de verdad, escúchenlo y vean toda la sarta de mamadas que piden, me parecen mujeres que no tienen otra cosa que hacer que sentirse ofendidas por alguien que emitió su opinión.

No pueden imponer en lo absoluto andar con la chiche de fuera como si tal cosa alimentando al hijo, que si o quieres hacer: hazlo. Que si te quieres tapar: hazlo. Que si quieres esconderte para darle de comer a tu hijo: hazlo. Que si no quieres amamantar a tu chiquillo: no lo hagas. Que si lo quieres amamantar: hazlo. Que si quieres tener un parto "consciente": tenlo. Que si quieres tener cesárea: tenla. Que si no quieres abortar: no abortes. Que si sí quieres abortar: aborta.

No entiendo por qué las feministas-lesboterroristas-lesbofeministas intensillas quieren imponer (porque eso quieren hacer) un modus vivendi que no a todas les gusta o no les checa. O sea si neta no te late andar con las bubis de fuera en el camión alimentando al bebé, pues no tienen por qué obligarte a hacerlo. No tiene nada de malo es cierto, pero nunca falta el morboso (o la morbosa) que te va a mirar y te vas a sentir incómoda, y pues... tu hijo no tiene necesidad de que pase por eso cuando es un ser bastante inocente y lo único que quiere es comer.

Me chocan este tipo de mujeres que se ofenden por lo que un hombre dice, porque si igual lo hubiera dicho una mujer ni la hacen de a pedo (verdádedios). Si queremos equidad de género debemos empezar a poner en su lugar a hombres y mujeres por igual. Que si un hombre (por muy gay que sea) o una mujer me dice puta, me los pongo en su lugar, por igual. Que si una mujer o un hombre critican mi estilo de vida o mis decisiones, seguir de largo o bien explicarles que no deben meterse en mi vida. Tan fácil y tan sencillo.

Dejemos de hacernos las ofendidas por todo lo que digan los hombres, seamos parejas y dejemos de mamar con exigencias tan retrógradas como las que hacen esas mujeres y dejemos que todas y cada una de nosotras tomemos decisiones acordes a nuestra moral, ética, pensamientos y pudor.

Y tan tan, todxs felices.

¿A poco no?

(No me vayan a golpear y vayan a querer unirse a la manifestación...)

viernes, 23 de enero de 2015

Si decides (lo que sea) está mal

O sea eso es lo que piensa la iglesia y las que boicotean las campañas en pro del aborto y hasta aquellos (o aquellas) que rayan la publicidad del metro con leyendas como:
"ESTO ES UN ABORTORIO, VA CONTRA LAS LEYES DIVINAS, NO VAYAN"

Y yo me quedé pensando si en verdad es tan malo que un hombre o una mujer decidan si quieren o no tener hijos, cuándo hacerlo y si DEBEN explicarlo o no y porque chingados le ofende taaaanto a la sociedad.

He padecido durante un par de años que me digan que pa' cuándo voy a tener hijos, siempre les respondo lo mismo "no pienso tenerlos" y siempre es la misma reacción tipo letanía: "pero... ¡cómo! ¿en serio no piensas tener hijos? Deberías considerarlo, eh, porque nunca es bueno quedarse sola; ya si de menos no te quieres casar ten un hijo para que te cuide cuando estés vieja. La soledad no es una buena compañera" o la clásica "es que piensas así ahorita porque no te has enamorado así, hasta el tuétano y no has pensado en formar una familia". Y sinceramente todas me parecen patéticas, principalmente cuando me dicen que tenga UN hijo para que me cuide de vieja ¡el horror!

Bueno, total que cuando vi esa leyenda escrita me sentí sumamente triste porque vivimos en una sociedad educada en la que se debemos tener los hijos que dios nos manda, donde los hijos y el matrimonio son símbolos de éxito personal y reconocimiento social, que está mal abortar, que está mal decidir ser madre soltera (ahora no tanto, pero antes, pufff lo peor), divorciarte es malo aunque tu marido te pegue, te humille, te viole y golpee a tus hijxs no puedes dejarlo (aunque ahora también hay un poco más de apertura en ese tema).

Cuando tenía 17 años pensé que estaba embarazada, había terminado mi relación más larga, no sabía que hacer, había terminado la prepa y estaba esperando que la UNAM me dijera el plantel donde me había quedado. La angustia me mataba. El ex se estaba comportando como un maldito imbécil y patán, siendo hija única imaginaba un drama en casa y truncando mi vida por tener al hijo que no era hijo. Total que todo fue una falsa alarma y fui feliz.

En ese entonces, hace ocho años, no era legal abortar y como era menor tendría que haberle dicho a mi mamá y seguramente ella hubiera dicho que no, entonces... siendo legal a esa edad me hubiera chingado a tenerlo, sintiéndome frustrada, lo cual me parece sumamente ojete.

Y creo que entre los pinches religiosos puritanos que dicen que abortar es pecado (igual que es pecado cuando tus papás no te dejan trabajar jajaja lo escuché en una misa de agradecimiento porque una sobrina de la Esposa-bulto de mi tío se había titulado, pinche padrecito diciendo sus pendejadas de qué es pecado y la verga de ocho patas y yo con ganas de aventarle mi bolsa para que cerrara la bocota el ignorante), las organizaciones contra el aborto y la desinformación social hacen que medidas de sanidad como éstas puedan tener un "final feliz" y no una muerta más en las estadísticas por infección o desangramiento. Me parece que elegir que sí y que no, no está mal. Lo malo es que la sociedad siempre está de pinche metiche en lo que no le importa.

Yo aplaudo la legalización del aborto, si lo haría ahorita es otra cosa, pero el hecho de que te den seguridad y confianza al momento de hacerlo (al menos en el DeFe) es un súper plus. Quizá si hace muchos años hubiera sido legal, la amiga de mi mamá no se hubiera medio muerto en la plancha ni le hubieran desgraciado la matriz y quizá sí hubiera podido tener hijos más adelante.

Además, como he escrito antes, a nadie lo vamos a tener contento, mientras estemos contentxs nosotrxs pues que chingue su madre la gente. Total...

jueves, 22 de enero de 2015

Crónica de la vida chilanga

(Antes de empezar el post quiero disculparme por no haber escrito, pero he tenido mucho cansancio mental debido al trabajo, pero ya se está "aligerando" y eso me dejará con más tiempo para hacer lo que me gusta: escribir. Dicho eso, nos arrancamos recio :D).

Hoy estaba caminando con los coguorquers rumbo al metro y tuvimos que irnos por la otra acera porque Enrique siempre pone el desorden (no es cierto jajaja... un poco) y quería irse por allá que porque habían puestos de dulces y garnachas y que quería un cigarro y que la manga del muerto. Total, ya nos fuimos y casi me tuerzo el pie por correr al cruzar la ampliación de Paseo de la Reforma (es horrible ese cruce, pero bueno...), compramos el famoso cigarro, un mazapán para Angie y unos tamarindos deliciosos para mí.

Íbamos caminando cuando escuché como si se hubiera caído un costalito de papas, volteé y vi que una señora de edad mayor se había caído, me metí la cazuelita a la boca y corrí a ayudarle a la señora. Angie me ayudó a levantarla y Enrique y ella la llevaron a una banquita para ver si estaba bien.

Cuando le estaba limpiando la herida de la rodilla, empezó a decir llorosa que quería trabajo y debía irse para la terminal para regresar (¿a dónde? Lo desconozco...), se tranquilizó y saqué el agua que llevaba y Angie puso el papel de baño. Le limpié la sangre y la tierra, se le paró la sangre, vimos que estaba bien y le dijimos que se fuera con cuidado. Y pum se fue.

Lo curioso es que las personas curiosas pasaban y no preguntaban, a excepción de una señora que nos preguntó qué le había pasado, como yo traía la madre esa en la boca ni le respondí, los coguorquers le dijeron lo sucedido, la señora se ofreció a llamar a una ambulancia y le dijimos que no, que no era grave. Y una chica de una organización altruista nos ofreció gel antibacterial y como pude le dije que no, que eso es malísimo, ya limpia la herida solita se le haría costra. Fueron las únicas. Los demás ni en cuenta o igual no quisieron estorbar. Ahora sí que entre menos burros más olotes.

Más adelante nos encontramos a la señora y caminaba bien. Así que puedo decir que hice algo bueno en el día o noble, lo que sí puedo decir es que antes de ayudarla pasó una persona a su lado y no le ofreció ayuda. ¡Qué poca madre! Así la insensibilidad actual en la provinciana Ciudad de México.

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Luego en el metro, había mucha gente y pa chingarla me tocó frente a unos albañiles, digo... no me molesta mientras no me hagan nada. Pero noté que estaban viendo a mis piernas y a las de la chica de al lado, uno (que estaba de pie) le estaba haciendo señas al otro (que estaba sentado) y me echaba la mirada a mí.

Enojada, indignada y con ganas de desquitar mi coraje, guardé mi botella de agua en la mochila, la cerré, me quité la mascada y me la enrollé en la mano izquierda pensando que si me hacían algo de menos les soltaría un madre y unos rasguños patrocinados por mis uñas larguísimas.

Bajé tranquila y estoy tipos ni se me acercaron. El coraje nadie me lo quita y a veces tenemos que lidiar con este tipo de cosas muy parecidas, similares o anexos y conexos sobre el acoso callejero todos los sacrosantos días. ¿Y luego me preguntan que por qué soy agresiva? Porque a veces debes aprender a defenderte de este tipo de abusos.

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Pese a eso y a los coches y sus pitidos al por mayor, y al transporte deficiente y a la gente loca del metro que no respeta y avientan, y el tránsito y todo, la capital chilanga me gusta mucho, tiene una belleza extraña. I (caos) you, Mexicou City.

sábado, 17 de enero de 2015

Chismeando en la estética

Fui a decolorarme el cabello para pintarme un mechoncito azul, algo que se escribe y lee tan simple me llevó no una no dos sino tres horas de mi vida. En fin, ya quedó y se ve chingón. 

El punto es que mientras estuve ahí llegaron y se fueron varias personas quienes platicaban, chismeaban o se enteraban de cosas que ni les va ni les viene, lo cual me parece bastante cotorro. Las mujeres somos muy chismosas, hasta por genética lo podría afirmar; pero los peores chismosos son los hombres. Puf... ellos nos la matan y por mucho. 

Hubo un rato en el que éramos cuatro mujeres y un hombre, por una u otra razón salió que las mujeres somos unas vanidosas de primera: que porque somos unas aguantadoras al dolor por la depilación de las piernas, de las cejas, del bigote, del área del bikini, de las axilas y de lo que se les ocurra; porque tenemos muuuuundos de ropa y NUNCA tenemos qué diablos usar para una fiesta o una cita o una entrevista de trabajo (sí, me ha pasado); que somos re víboras; que no soportamos que otra lleve el mismo vestido en la fiesta ni que se vea igual que nosotras o que use los mismos zapatos (sí, también es cierto); que nos tardamos aaaaños en escoger el vestido "ideal", pero que regresamos por el primero que nos probamos (eso sí lo he visto, yo no soy así). 

Fue muy vacilador ver la expresión del señor de "ah, chinga, son muy cabronas". 

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Luego como ya me había aburrido, decidí ponerme a leer algo. Obviamente no tienen lectura de Milán Kundera ni Simone de Beauvoir, entonces me prestaron la TV Notas (sí, sí, leí el TV Notas ¡horror!) y como me cagan los chismes de famosos, me fui a la parte de atrás directito, bueno... leí la primera página y no sabía que Fernando del Solar tenía 41 años ni que estaba luchando contra el cáncer de pulmón, pobre cuate, me cae. Ya después sí me fui a las últimas páginas, me leí unas recetas bieeen chingonas que no me acuerdo, pero buscaré completas. Y leí lo que le consultan al doctor Abel Cruz (¿sí es doctor? ¿alguien sabe?) y también dio unos remedios bieeen buenos para las infecciones de garganta. Leí lo del consultorio sexual y qué vacilada, pero creo que todos hemos tenido dudas así al respecto. Y busqué mi horóscopo (ay, Yuriko, no mames, cómo lees el horóscopo...), pues sí, lo leí y wow... cosa bonita y positiva: según esas madres tendré buenas noticias en el trabajo y que tengo más claros mis proyectos (cierto), qué sé pa' dónde quiero llevar mi vida profesional y laboral (es cierto) y que habrá amor (¡qué emoción!), después leí mi ascendente y decía igual del amorts... que llegaría alguien para mí. ¡No le creo! 

En fin... fue divertida mi estancia ahí, aunque me desesperé. 

¿El resultado de mi cabello? 


miércoles, 14 de enero de 2015

La bisexualidad es chida

Esta es la bandera del orgullo bisexual

Mis amigos más cercanos saben que hago mi trabajo de titulación sobre la bisexualidad, entonces he leído un par de libros sobre el tema. (Aclaro: mi trabajo está tan en pañales que aún no paso del protocolo de investigación, pero este año sale porque sale. Toda, no el protocolo...). Tampoco quiero decir que soy una súper experta y me las sé de todas a todas sobre la bisexualidad y sus múltiples variantes o abanico de posibilidades, pero sí sé que ser bisexual es chido y no hay nada de que avergonzarse o preocuparse o sentirse mal (como en cualquier otra orientación sexual). 

Todo esto viene porque hoy estábamos platicando en mi oficina sobre eso. El tema salió porque yo les comenté a un par de mis coguorquers que una chica me está tirando la onda, entonces él me dijo: "mi novia tiene esas tendencias a veces..." y la coguorquer respondió: "todas y está chido". Yo le dije: "pues de hecho dicen que es natural". 

Les expliqué que la sexualidad es una construcción social y cultural que vamos aprendiendo con el tiempo y conforme crecemos, ya que cuando nacemos somos seres sin "orientación" sexual alguna o tenemos todas lo que sería un pansexual, somos humanitos que, sin importar el sexo, género, preferencia u orientación sexual, disfrutamos del contacto o bien lo rechazamos porque, como empezamos a descubrir el mundo, lo sentimos agradable o desagradable, se siente bien o nos parece molesto, son estímulos. 

Entonces, conforme vamos creciendo, la sociedad nos enseña qué es un hombre, qué es una mujer. Cómo debe comportarse una y otro. Cuáles son las "obligaciones" sociales y cuál podría ser el "castigo" por salirse de las normas sociales y culturales impuestas. Sin embargo, hay personas que simple y sencillamente sienten gusto-atracción por ambos sexos o por las personas sin importar género u orientación sexual, simplemente les gustan y punto. Y argumenté que eso NO está mal, al contrario, me parece muy chingón. 

Por ejemplo: en algún lugar de la India (o Asia) cuando se llega a la adolescencia y la hormona se alborota y se pone loca la cosa, se dividen a hombres y mujeres en las escuelas, creando una para caballeritos y otra para damitas, donde entre las muchas opciones es para que entre ellas y ellos se conozcan, se descubran y se entiendan sexualmente hablando. Es decir, está permitido tener sexo con personas del mismo sexo y así evitan embarazos y pues que descubran la sexualidad de manera "sana", sin embargo, una vez casados (heterosexualmente hablando) tienen prohibido meterse con alguien más, sea hombre, mujer o quimera. Nada más es del marido y ya. 

En otras comunidades, no recuerdo dónde, se permite que los matrimonios sean infieles con personas del mismo sexo, si se hace con el sexo opuesto son condenados a pena de muerte o cosas bien fatídicas. También hay más de 200 especies en el reino animal que son bisexuales, pero los humanos somos la única especie que se agrade por ser bisexuales u homosexuales. Grueso, ¿no? 

Bueno, total que le dije que ser bisexual es lo más natural del mundo o ser una curiosa, ya que las mujeres somos quienes más fantaseamos, según estudios, con personas de nuestro mismo sexo. Sexi... 

Además, los hombres no tienen por qué hacerse los puritanos que cuando son adolescentes se andan agarrando todo entre ellos, lo cual es sano pues es una forma de descubrimiento de la sexualidad, pero se hacen de "ay, no, yo nunca tocaría a un hombre" y blablabla... ¡patrañas! Todos fantaseamos con el otro sexo, según sexólogos. 

Al final, creo que se quedaron con cara de :O "no mames..." y seguimos trabajando tan tranquilamente. 

Y sí: ser bisexual es chido. 

NOTA: La bisexualidad no es ser un depravado sexual y que se hagan tríos o participar en orgías, los bisexuales pueden regirse por las leyes de la monogamia o no, como en cualquier otra orientación. Ni tampoco andan con un hombre y una mujer al mismo tiempo, no. Eso puede ser poliamor, pero es otra cosa. Los bisexuales son personas normales. 

Y si tienen dudas o quieren entender sobre la bisexualidad pueden leer el libro de Bisexualidades: entre la homosexualidad y la heterosexualidad de Rinna Riesenfeld con el que comprendí que la sexualidad, como todo en la vida, en el mundo y en el universo, no es estática y cambia. 


Y aquí el paraguas bisexual... 

martes, 13 de enero de 2015

En el recuento de los daños...

del holocausto del dolor y del trabajo han sido terribles. *sufro*

Han sido unos días particularmente complicados porque el coguorquer vacilador de Sebastián se nos enfermó de gravedad y anda en el hospital, no sé bien-bien qué tiene, pero al parecer tendrán que operarlo y siendo así pasará un tiempo fuera de circulación. ¡Te extrañamos en la oficina! (Soné muy godinez, pero hemos hecho buen equipo y ustedes entenderán cómo se siente una baja más en las trincheras).

Entonces, como el coguorquer vacilador está convaleciente en la oficina debemos arreglarnos para cubrir sus clientes y hacer sus notas, o sea debemos cubrir el hueco. Es trabajo extra al que ya tenemos. Ha sido pesado y eso que apenas llevo dos días. Pufff...

Pa' joderla traigo la espalda torcida y hasta el cuello me duele, yo le echo la culpa a la mochila-bolsa estilo maletín que uso por eso me urge comprarme una mochila nueva de tirantitos, una backpack chida que soporte mojarse por fuera y mantener todo seco por dentro, que le quepan todas mis chivas sin que sea una gigantesca masa más grande que la piedra de "El Pipila" (si es que existió el tipo éste), o sea quiero todo complejo en algo simple, pero sin que me cueste una millonada (la neta pagar 400 pesos por una mochila se me hace un exceso, pero si lo vale, la compro) así que escucho recomendaciones. Bueno... las leo, pero si me quieren hablar no tengo pedos.

En fin... el chiste de esto es que ando torcida, estresada, cansada y con unas ganas loquísimas de que me den un masaje, acá que me consientan una horita mínimo y me deshagan los nudos increíbles, de verdad increíbles, de mi cuello y hombros, para así salir chida y cantándole a la vida.

Algo como esto:


Pero. Por el momento me conformo con dormir bien, un tecito y un paracetamol para dormir y pasarla chido. 

Así que lamento que no escriba tanto. 

Por cierto: ¿Ya siguen Malcriando Cuervos en Facebook? ¡Pos dele like! 

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En otro orden de ideas *se acomoda el bigote* desde cuando he querido postear un vídeo que sé que a Daniel le va a gustar o de menos agradar. Igual ya lo viste, pero no importa. Ahí te va: 


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Ya me vo'a dormir que me está haciendo efecto la pastilla... zzzzzzzzz... 

¡¡Cucarachas, muchas cucarachas!!


Si hay algo a lo que le tengo verdadero pánico, terror y asco juntos es a las cucarachas. Las arañas he aprendido a vivir con ellas y sobrellevarlas, digo... no me gustan, pero meh... no me pongo pálida.

Hace rato venía en el camión muy feliz y concha chateando con un amigo cuando de pronto vi algo pequeñito moverse, no le hice caso. Seguí en lo mío. Después vi otra "cosa" más grande, como estaba obscuro, le eché la luz del celular y zham: una cucaracha.

Me levanté en chinga. Y casi acababa de subir al camión y faltaba camino. Lo bueno es que no iba tan lleno y ya no había tránsito, así que el camino fue rápido. Aunque la ansiedad de sentir que me caminaban esas asquerosas cosas por el cuerpo no se me quitaban...

Por cierto, cuenta mi mamá que cuando era niña y vivíamos cerca de casa de mis abuelitos habían muchas cucarachas y en primavera éstas se triplicaban al grado de que los vecinos en la noche quemaban con gasolina las coladeras y, cuenta, sonaban muy feo entre crujidos y "chillidos"; el punto es que cuando veía una en la casa me desmayaba. De eso no tengo memoria, pero me desmayaba. Tengo antecedentes de que esas porquerías no las soporto.

¡Qué horror lidiar con esas asquerosidades!

(Sí, este es mi peor miedo, las odio *llora echa bolita*).

jueves, 8 de enero de 2015

Eso que llaman "relación larga"

Desde hace algunos días me he sentido sumamente extraña respecto a este tema, aunque más que extraña me siento... avergonzada. Sí, avergonzada de que cuándo me preguntan ¿cuál ha sido tu relación más larga?, les tenga que responder con la verdad y es que mi relación más duradera no pasó de un año.

Me da pena decir: "ocho meses". Pero les miento, fueron siete meses y tres semanas, y de esa relación tiene casi ocho años (en abril serán ocho años), yo acababa de terminar la prepa. De ahí en adelante, mis "relaciones" fueron una serie de encuentros fugaces que van desde la semana hasta los cinco meses. Me causa escozor, a veces, explicar por qué han sido tan efímeros e inestables. Las más, me justifico con que era mi época de desmadre; otras digo que porque me da miedo el compromiso (y es cierto, no miento); las menos, culpo a ellos porque no funcionara.

Creo que he tenido gran culpa en no saber escoger a los hombres con quienes me relaciono. La verdad no pensaba quedarme con Fénix, un mujeriego de primera marca, ni con Hugo que tenía signos de alcoholismo severo, ni con Uriel que siempre me tenía como segunda opción en su vida, o con Héctor que nunca me consideró en su vida pese a que me quería. Creo que equivoqué la cantidad con la calidad del cariño y, sí, quise llenar huecos profundos con ellos, personas que no se podían quedar conmigo y a las que nunca les abrí mi corazón. Digo, aunque cuente todo a medio mundo, incluso aquí, no expreso con todos mis sentimientos ni los secretos más obscuros de mi vida ni de mis relaciones.

Preferí, y sigo prefiriendo, estar sola a tener que soportar una relación mediocre, donde no esté feliz ni plena, en la que me hagan pensar que estoy mal siempre, que la culpa es mía, que la de las fallas soy yo siempre, donde llore en un taxi camino a mi casa o abrazada en el coche de mi amigo porque un cabrón me quebró cuando vi que tenía su harem en la misma fiesta o alguien que ya no tiene nada que ver conmigo y que nomás por costumbre estemos juntos. No, prefiero estar sola. Ya no deseo ni personas mediocres ni relaciones a medias tintas.

Quizá por eso amé tanto a Israel (el novio de "ocho meses" con quien ahora me llevo muy bien y tenemos una relación agradable, cordial y amistosa) porque a pesar de que fue mi novio no una no dos sino tres veces siempre en los "descansos" estaba el amigo, el que soportaba mis lágrimas, mis problemas, mi caos emocional que apenas era la punta del iceberg. Nunca me reprochó nada (como amigos, eh; como novios, al final, fue otra cosa) y a veces sólo me escuchaba, tenía esa facilidad-habilidad de hacerme reír y sacar lo mejor y lo peor de mí en muchos momentos. Tal vez por eso aún lo conservo en mi vida.

También ésa es la razón por la que amo tanto a Trick, creo que es el mejor amigo que he podido tener y que el destino me pudo dar, me ha escuchado, soportado y aguantado todos mis dramas amorosos. Perdió la cuenta de cuántas veces me rompieron el corazón, de cuántos y cuáles eran los chicos con quienes había salido. Me limpio las lágrimas y los mocos, literalmente, cuando me puse a llorar por tanta mierda que traía en una fiesta. Hemos soportado muchas situaciones tanto de uno como de otro y, nunca se lo he dicho, gracias a él aprendí a perdonar y saber ofrecer una disculpa en el momento adecuado. (Alfredo, mi hermano de alma, es un caso aparte, muy parecido a lo que he vivido con Trick).

Me caga que a mis 25 años me dé pena decir que soy una fracasada emocional, una chica que no ha podido establecer una relación duradera, cuando todos pueden presumir de una; pero yo no. Yo me avergüenzo, aunque no lo demuestro, de no poder "presumir" cual trofeo social ese "logro".

No, amigos, no he tenido una relación larga. No sé si la tendré porque no creo en el valor de las etiquetas ni los títulos. Me gusta andar con alguien, no ser la novia de alguien, me caga el sentido de "es mío/a", la tenencia, la propiedad. No sé si quiero eso, creo que no. Me siento sin rumbo, perdida. Así que eso que llaman una relación larga y próspera y bonita, con vergüenza: no, nunca la he tenido.


miércoles, 7 de enero de 2015

Tintorería con banda ancha*

Entras y el lugar luce como una tintorería, hay camisas colgadas al fondo y en la pared al lado de las computadoras. Las camisas, sacos, abrigos, corbatas y pantalones ocupan el 70 por ciento del espacio de, tal vez, poco menos de 5 metros de largo y 3 de ancho, el restante es ocupado por apenas tres máquinas de monitor grande y viejo, con gabinetes de CPU un tanto destartalados. Cada una está separada por divisiones blancas de madera que te dan cierta privacidad para hacer lo tuyo. Huele a vapor, plástico y otro olor que no puedes identificar. Hace un poco de calor, pero es soportable, viniendo del frío de la calle, te parece cálido el lugar. Quien te atiende es un señor de cabello negro y grasoso, piel morena, de rostro maltratado por el acné y unas gafas de pasta grandes y opacas, desde su silla tubular y negra te dice qué máquina tomar, la señala y a dos pasos ya estás ahí: en tu silla alta y tu monitor blanco amarillento por el tiempo. A la izquierda está un señor de traje color azul marino y camisa amarilla, apresurado:

- Tienes una pluma y una hoja que me regales –te pregunta.
- Claro –se la ofreces.
- Muchas gracias, soy una persona bastante olvidadiza y estoy buscando empleo… ¿usted trabaja o estudia? –sueltas una risa ligera.
- No, ya trabajo. Hace un par de años salí de la Universidad y me dedico a mi carrera.
- Pero… -hace una pausa sorprendido- si se ve muy jovencito. Sus padres deben estar orgullosos de usted… los jóvenes deben ser quienes saquen de la mierda al país –finaliza y escribe algo en el papel.
- Muchas gracias –continúas con tu labor.

El precio por hora es de 10 pesos, la media hora está en 7 pesos y si quieres usar la diadema para hacer videollamadas te la alquilan en otros 10 pesos. Las impresiones a blanco y negro están en un peso con cincuenta centavos. Piensas que los precios son un abuso para tan lento internet y servicio tan deficiente, pero sigues ahí por la necesidad. Si quieres imprimir a color, depende la saturación de la tinta y te especifican que puede ir de 20 a 50 pesos por hoja. ¡Un completo abuso y estafa! La velocidad del internet no es rápida y la computadora se traba a cada rato porque faltan actualizaciones y un complemento Shockwave para acelerar la navegación.


Al desocupar la máquina, te das cuenta que el señor no está en su silla y no lo ves por ningún rincón del diminuto lugar. El señor de traje luce demasiado concentrado para molestarlo, así que esperas sentado en tu lugar a que regrese quien te pueda cobrar tu estancia ahí. Después de unos minutos, el mismo señor de cabello grasoso abre la puerta corrediza de cristal, apresurado, se sienta. Se disculpa y te explica que fue a platicar con el tendero de al lado, quien le contó que, otra vez, faltará el agua hoy y mañana por lo que tendrá que apartar cubetas y cubetas para que pueda trabajar y agrega que es muy difícil poder hacer algo en esas condiciones, las ventas bajan y por eso optó por poner unas computadoras en el pequeño local. No le quedó de otra, dice. También que cree que las cosas se pondrán peor con las marchas, los desaparecidos, las ejecuciones y los feminicidios. Le entregas el billete de 20 pesos, te regresa dos monedas de 5 pesos. Agradeces y te vas. Al salir te da la sensación de que algo te ha escupido de nuevo al mundo y al frío, como que te han devuelto a la realidad.

*Texto in situ para el Taller de periodismo narrativo 

lunes, 5 de enero de 2015

Una historia de día de Reyes

Hace muchos años, en un día como éste mi mamá me llevó a la feria en Iztapalapa. No sé si aún la sigan haciendo, pero para mí era bien chido andar del tingo al tango porque no pasábamos mucho tiempo juntas pues fue madre soltera  durante muchos años y debía trabajar. Así que le dieron el día y  aprovechamos para disfrutar el día juntas.

No recuerdo bien qué me habían traído los "Reyes", pero me trepé a las tacitas, a la licuadora donde me encontré a un ex compañerito de la primaria (que me agarró la pierna), jugué en las canicas y en otros juegos de destreza así que me gané varios juguetes y unas seis pelotas. ¡Bien chingona yo!

De regreso, en la noche, cuando nos subimos al Metro un niñito de unos cinco o seis años, se tiró al piso para limpiarle los zapatos a mi mamá: ella le tocó la cabeza y pidió que se levantara. El niño obedeció y mi mamá le dijo que no anduviera haciendo eso. El niño nomás se le quedó viendo a las pelotas que llevaba y no les quitaba el ojo.

Entonces.

Madre le preguntó si quería una. Él respondió que sí con una sonrisa grande, enorme, sincera, radiante. Acepté y le dimos una pelota.

Al tomarla, él la abrazó fuerte y se le iluminó el rostro, la botó una dos tres veces; volvió a abrazarla, la olió, la tocó completa; la botó de nuevo una dos tres veces; nos miró, sonrió, se salió del vagón y se sentó a botarla un rato.

Al avanzar el Metro lo perdimos. Pero cada año lo recordamos...


sábado, 3 de enero de 2015

Inicio de año jarcor

He querido escribir sobre lo que me pasó el jueves, luego de la celebración de Año Nuevo en casa de mi tía en Pueblo Quieto, pero como que no me ha salido o me da penita o pudor o qué sé yo. El punto es que me la pasé bien, pese a que siempre me predispongo a las cosas, bailamos, reímos, comimos sencillo, bromeamos y tenemos hartas fotos vaciladoras y vídeos cabuleadores donde nos vemos pachangueando en comunión familiar.
Dormí temprano, mi cuerpo ya está acostumbrado a descansar a cierta hora y me caigo de sueño a más tardar las 12, aunque esta vez me dormí a la una y media. Luego de un tequila. Fuimos a la fiesta de un vecino de mi tía, pero yo llevaba vestido y hacía mucho frío, así que me regresé a cambiar y como me dio hueva, ya no salí. Me quedé a dormir plácidamente. 

...hasta que ocurrió la desgracia. 

El hermano de mi papá es alcohólico y mala copea muuuuy cabrón, entonces escuché gritos, que todos salieron y como a mí me vale madre el mundo (que no debería, pero es la realidad, si no soy requerida, si no me llaman, pos mejor no le juego al chingón ni me meto, sigo dormida y ya después me enteraré del chisme, y eso siempre pasa), seguí dormida hasta que vi que metieron, cual trapo, al hermano de mi papá, perdido de borracho, mi tío lo sometió con una llave y cuando se separó zham vimos que estaba lleno de sangre. Sí, estaba descalabrado y cuando vi eso, ya me levanté. Mi tío no dejó de agarrarlo. Fui por hielo y agua para limpiarlo, cortamos sábila para pararle la sangre de la herida. 

Total que ya medio se había calmado y tuvimos que "someterlo" entre varias personas, yo traigo lastimada mi muñeca derecha, le tuvieron que poner café para que le hiciera costra y le dejara de sangrar... por fin, pude ver que la Esposa-Bulto de mi tío sí sirve para algo, ella ayudó a que él dejará de sangrar. 

Tras una hora de estar batallando con el borrachín, todos nos fuimos a dormir. La esposa del borrachín lavó la ropa del susodicho, de mi tío, el colchón y los trapos llenos de sangre. 

Al despertar, todo como nuevo, menos el borrachín que estaba raspadísimo de la cara y con la moral hasta abajo. Me ofreció una disculpa, la acepté. 

*** 
Por otro lado, mi tía y yo hemos tenido algunos problemas porque dice que yo le pongo cara cuando viene a la casa y que me quejo de que se quede a dormir conmigo. Y sí, tiene razón, estoy acostumbrada a dormir sola y ella ronca como trailero, por lo que despierto de malitas pues los ronquidos son la única cosa que me despiertan en la noche. 

Así que ella se le ocurrió que un buen momento para decirme las cosas era frente a todos, fue su problema. Me dice: "hija, ya cambia ese mal carácter".  Y le respondí: "mira tía, el día que tu hija loca cambie su carácter y la forma en cómo trata a sus hijos, entonces hablamos. A mí no me critiques". Se quedó calladita. 

(No me enorgullece aunque era necesario e imperativo poner las cosas en su lugar. Si no le doy lata a mi mamá, y mis papás no se meten conmigo ni mi forma de ser y me dejan hacer y ser quien yo quiera, no sé por qué les afecta tanto a los ajenos). 

*** 
También me di cuenta de algo que mi mamá hizo hace muchos años por mí y por ella misma, pero hasta ese día pude darme cuenta y se lo agradecí enormemente. Dolió, pero hubiera dolido más tener que soportar cada noche, cada día la preocupación de ver a alguien especial como estuvo este señor Borrachín. 

Las cosas pasan por algo y en el momento menos esperado, los cambios empiezan a dar frutos. 

***
Loquisímo inicio de año. Bien jarcor y, de nuevo, estoy enferma *toing*... 

jueves, 1 de enero de 2015

Estrenamos página de Facebook

Queridos seguidores de éste su blog de confianza: 

¡Ya tengo página de Facebook! ...bueno, el blog. Lleva activa desde hace dos semanas, así que si quiere leer mis ocurrencias a lo largo del día, las frases vaciladoras y todo lo que se me ocurra, dele laic a la página y nos leemos por allá. 

¿Dónde? 

Aquí: https://www.facebook.com/malcriandocuervos


La bandera de la Monu*

Se nota que días antes hubieron fiestas por todos lados, la basura en la calle lo refleja: máscaras, antifaces, botellas y latas de cerveza, una que otra calabaza tirada deja ver que Halloween ya pasó. 

En la esquina está el camión de la basura y cuatro perros alrededor, esperando un hueso o un pedazo de pan. Mueven la cola. Más adelante, cerca de la tienda de materiales de construcción está el gato atigrado tirado en la grava tomando el sol, unos rayos cálidos y tiernos, aunque el aire frío propio de esta zona alta de la Ciudad de México pega fuerte en las mejillas y sientes que te corta la piel. 

El gato echa miradas sin interés a su alrededor y comienza a limpiar su pata izquierda. El chico de los tamales grita “hay tamales, tamales calientitos: de dulce, de mole, de rajas. Ricos tamales oaxaqueños”, una y otra vez. Su triciclo es amarillo, al frente carga dos botes de aluminio y arriba una cubeta con vasos de unicel, rollos de papel de estraza, cucharas y bolsas de plástico. 

Las papelerías cercanas a la primaria se encuentran llenas. Los niños corren, las mamás van detrás de ellos. En la entrada se quedan muchas mujeres en pants, con tubos en el cabello, gorra, tenis, chamarras gruesas, platicando animadamente. Obstruyen el paso, no cabe un alma más en ese pedacito de banqueta. Una patrulla vigila de cerca la zona y un policía de tránsito modera el avance de los coches y permite a los niños pasar a la entrada de la escuela. Pocas son las tiendas que ya abrieron, aún es muy temprano. Pero los perros ya empiezan a buscar el alimento. 

Algunas mujeres bajan con pan y leche. El camión de ruta pasa demasiado lleno y deja enfurecidos a muchos que ya no pueden subir: unos esperan el siguiente, otros deciden caminar hasta la avenida principal. 

Al dar la vuelta, el camión del gas tomó el lugar del camión de basura y los perros ahora están echados al sol, en un pedacito de periódico, la portada sensacionalista de Metro, un niño pequeñito con uniforme de kínder lo acaricia, su mamá lo regaña y se van. 

Todo vuelve a la calma. El vecino quita los adornos de Halloween de su casa y lo sustituye por su clásica bandera de la Monu del América.

*Ejercicio del Taller de periodismo narrativo