jueves, 31 de julio de 2014

Diario de un ex amor (Parte 2)


(Púchenle play y que empiece la segunda parte...)


-Has sido la grata sorpresa en este momento de mi vida, le dije. 
-Lo mismo te digo. Exactamente lo mismo, me respondió.

¿Saben cómo se enamora a una chica con alas en cuerpo, mente y corazón? Se le enamora dejándola libre, volar por los cielos para que después vuelva. Así se enamora a una chica como yo o, por lo menos, así me enamoré yo en esta ocasión.
Si hay algo que disfruto mucho de compartir mis momentos con otra persona es que se me dé mi espacio, tiempo, aire y libertad.

Verán cuando salí con Andrés, en ningún momento hubo contacto físico, sólo era charla y risas, nada más. Esa situación me tenía bastante cómoda debido a que se respetaba mi espacio y, creía yo que las cosas iban tranquilas, sin prisas, paso a pasito (como la canción de Angélica María), sin sentirnos obligados a nada de nada, libres pues (o esa era la idea, básicamente).

Sin embargo, un domingo que fuimos a tomar un café a Plaza Santa Fe (mira mamá, tienes una hija cool) entre tanta charla, anécdotas de la facultad, logros estudiantiles, cositas personales y demás, él, de pronto, me abrazó mientras estábamos sentados y me puse roja.

jueves, 24 de julio de 2014

Diario de un ex amor (Parte I)


Petición: Pónganle play y ahora sí, empiecen la lectura. 


Esta es la historia de un chico que conoce a una chica y una chica que se enamora de ese chico, ésta no es una historia con final feliz.
Es una historia real que no le pasó al amigo de un amigo, me pasó a mí y me rompió el corazón. Es una historia donde él se llama Andrés y yo me llamo Yuriko, él tiene 26 y yo 24, donde yo estoy loca y donde la vida me sorprendió con esa casualidad que duró exactamente cinco meses, ni un día más ni un día menos.

Tengo esa bonita costumbre (muy maldecible a veces) de agregar gente que no conozco a Facebook o personas que ubico de la facultad o amigos de amigos, por eso lo agregué. Siempre me pareció un tipo guapetón. Debo admitirlo siempre me han gustado los hombres con el cabello largo y esta vez no fue la excepción. Platicábamos de vez en cuando por el chat y nos divertíamos.

Oficialmente nos conocimos en la celebración de sus 26 en un bar en la Condesa, donde me sentí fuera de lugar entre tanto periodista deportivo, sólo hablaban de fútbol y uno que otro chiste local. No encajé, es la verdad. Y el lugar no está tan chido. Mi salida fallida fue sucedida por largas charlas con él donde cada uno se empezó a interesar por el otro, haciendo preguntas indiscretas y creando chistes locales. Nos estábamos conociendo, vaya, o nos queríamos conocer.

miércoles, 23 de julio de 2014

Diario de una planta

Tengo una planta. Me la regaló Yisus, mi ex dealer de gordura y dulces en la oficina. Es una rosa verde y está chula, oficialmente hoy es su día 1 y espero redimirme de mis intentos pasados en los que se me morían las plantitas :(. Al menos ésta yo la planté. 
Aprendí que nada de contarle mis problemas y loqueras, igual por eso se mueren… 

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Aquí una foto: 

Say: hello!! 

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PROMO: 
No se les olvide que mañana será la primera de nosécuántas partes que platicaré, cronicaré y reviviré la tragicomedia amorosa con el Andrés. 

Por su atención, gracias. El sermón por hoy ha terminado, pueden cenar en paz.  

Las latas personalizadas

Como todos ya saben (y si no saben es porque son de otro mundo, antisociales), la Coca Cola lanzó una de sus campañas de unidad, paz, amor, convivencia para compartir una bebida con (inserte el nombre que le aparezca). 
El pedo y lo que más me, cómo decirlo, JODE es que todos ya se subieron al tren del mame que quieren una latita con su nombre; pero olvídenlo aquellos cuyo nombre sea Tiburcio, Petronilo, Brayan, Britani, Guadalupe, Alejandra o Yuriko porque no hay chingaderitas de ésas con nuestro nombre. Y ahí radica mi problema, todos quieren tener un pinche envase de aluminio con su "maravilloso" y "único" nombre para tomarle una foto y todos le comenten: gooooeiiii, quiero una con el mío, qué chingón (denme un tiro, carajo). 
Ya mi Feis se ha llenado de fotos de sus jodidas latas y molesta, bueeeeno, mis ojos se molestan (jajaja, soy una mamona) con tanta basura visual. 
Ah, pa colmo también sacaron la alternativa revolucionaria de pseudo campaña de salud pública (ay, goooei el nombre me salió chido) donde en vez de decir "Pedro" traen las leyendas "Diabetes", "Obesidad", "Colesterol", etc., pero me siguen pareciendo igual de patéticas. 
Las únicas que son tolerables son las de Aragorn (es cagado) aunque ya lo había visto en uno de Starbucks… 
¿Y si le bajan unas cuatro rayas a su desmadre de las latas? ¿Dónde están los memes mundialistas, los de El Piojo? ¡Dóndeee! 

lunes, 21 de julio de 2014

La carrera Bimbo

Ayer realicé mi primera carrera de 5km y estuve muy contenta por terminarla sin acabar en urgencias con oxígeno y desfribilador. Pensé que iba a sacar el bofe y las entrañas en el primer kilómetro o que me iba a dar dolor de caballo o algo así bien fatídico, me imaginé lo peor pues (ya saben que casi ni se me da el drama ja).

Total que todo empezó el viernes cuando Blanca (hola, chula, serás famosa en mi blog) me dijo: "vamos a correr el domingo", yo alegué a mi favor que no tenía condición, que no había corrido y me convenció. El viernes, bueno más bien el sábado cuando fuimos al famosísimo Patrick Miller, me recibió con el kit (D:) y hasta ese momento me di cuenta que era MUY en serio.

El sábado fuimos por el número y el chip al Campo Marte. ¡Qué solazo hacía! Casi me derrito, acabé como jitomatito asado nada más de ese rato. Regresé molida a la casa y comí un pozole para recuperar energías, reposé un poco y subí a echarme el resto de la tarde. Me dormí "temprano", a las 10:30, para recuperar juerzas y ponerme chingona en la carrera. 

viernes, 18 de julio de 2014

Bullying

Les cuento: siempre fui una chica muy ñoña, de ésas que siempre sacaban 9 o 10, si sacaba 8 me moría, mi mamá jamás me obligó a sacar buenas calificaciones o a ser el primer lugar de la escuela, nah… ella se sentía como pavorreal porque eran nuestros logros.

Yo era la clásica que participaba en cuanta actividad escolar se le pusiera de frente: teatro, danza, canto (aunque siempre me rechazaron del coro por mi voz ronca), cuentacuentos, ortografía, declamación, oratoria, los concursos de escoltas (oso mil, era una nerda) y un largo etcétera.

Además era una niña simpática que le caía bien a los maestros, he usado lentes desde segundo de primaria, llenita, muy cachetona, orejona (a dios gracias que cambiaron), chillona hasta el hartazgo, platicadora, rebelde con causa y, repito, ñoña.

Por esas razones, mis compañeras, principalmente, me hacían a un lado porque yo no era la chica cool que entraba al coro o que gustara de usar moñitos o jugar con las muñecas, siempre he sido muy simple: cola de caballo y austera, es decir, sin tanto pinche guajolote en la cabeza.  Tampoco era de las que hablaban cosas de niña porque me gustaba platicar con gente más grande y me parecía más interesante que criticar a Fulanita porque venía toda mugrosa o porque se comía los mocos o porque su mamá se la chingó por tan malas calificaciones. Nah… ¡hueva!

miércoles, 16 de julio de 2014

Pretendientes everywhere

No me considero una mujer despampanante ni que acapare las miradas cuando llega, sí me considero atractiva y coqueta (punto a mi favor, bitches) y le saco mucho provecho (cuando quiero, a veces no tengo humor ni ganas ni nada); por ejemplo cuando salgo a una fiesta termino conociendo hasta al cotorro de la casa. 

Mis amigos lo saben: no soy de las que se quedan como el chinito nomás “milando” cómo todos se la pasan moviendo el bote, platicando y demás. ¡No! Yo soy de las pocas chicas con iniciativa (ahí nomás soy bien sencilla) que sacan a bailar a un chico, ¿que no lo conozco? Perfecto, “hola, mucho gusto soy Yoko”, total que siempre conozco a todos, no por nada me gané el mote de ser “la chica fiesta” de la fuente que cubría.

Pero no sólo salgo con una innumerable cantidad de nuevos amigos pachangueros como yo (¡no!) también salgo con una lista de pretendientes que quieren invitarme a una cita fuera de la fiesta y el desmadre y es de eso de lo que trata esta entrada, los tipos de pretendientes con los que me he topado en mi vida (sólo hablaré de mi experiencia, no quiero que me linchen si se me va alguno).

A grandes rasgos hay dos tipos de pretendientes: los pretendientes mosca y los pretendientes con iniciativa.

martes, 15 de julio de 2014

Del abismo

Me encontraste con el alma medio desnuda, medio vestida, medio consciente, a media luz.
Estaba en un rincón llorosa, aterrada, con las rodillas raspadas y algunos moretones en la cara. Rasguños en la espalda y aún sangrantes las heridas.
Entró un soplo de viento fresco a sanear el entorno. La cuidaste como se procura a un desvalido, con la ternura de curar una fiebre, como una frazada que quita el frío.
Limpiaste las heridas, las desinfectaste. Algunas fueron zurcidas delicadamente por tus dedos sinceros.
Me ayudaste a encontrar la esperanza y la fe en mí misma porque me hallaba perdida en el dolor, en el abismo.
Entraste a mi vida y pudiste hacerme ver que aún había felicidad en los matices sin importar las cicatrices, hiciste ver que del dolor también se aprende para ser más fuerte.
Y de pronto, sin que la luna y la luz lo advirtieran regresó mi sonrisa al rostro, la luz a mis ojos, el color a mis labios rosados; recobré la calidez de mi piel y el encanto por la vida, ¡regresó el amor por mí misma!
Entraste a acomodar mi existencia sin invadirla. Decidiste ayudarme a sacar los demonios para aprender a convivir con ellos y no vivir de ellos… jamás invadiste mi alma, sólo eras una maravillosa compañía.
Tras meses de la salvación y tu valiosa y amorosa amistad con sentido podemos hacer el amor por las noches, tocar la guitarra, cantar y acomodarnos en las noches estrelladas a beber té y platicar para que las heridas no infecten el sentimiento y mucho menos nos dañen el corazón.  

miércoles, 9 de julio de 2014

La trasnochada en el Marra

El sábado fuimos varios amigos y yo a celebrar el cumpleaños de "mijarrón" Dianela, que cumplió veintitantos. Primero precopeamos en el "Santa Leyenda" a un ladito del Metrobús Nuevo León (goeeei, ya soy cool), ahí nos pusimos a platicar, bromear, reír todo al calor de las cervezas y los mojitos en promoción (2x1, ya saben godín godín, pero ahorrador) y los cacahuates nadando en salsa y limón. Mi amigo Grumpy pidió unos sopecitos de carne molida con muy buen sabor, la neta si van se los recomiendo. Los mojitos en promoción no están taaaan mal; pero no fueron mi hit. Quizá porque soy chelera de corazón.

Total que después de un par de horas, la festejada se acercó a preguntarnos si se armaba el after. Y surgió el clásico "bueno ¿y a dónde?" unos decían que a Zona Rosa, otros que mejor al Marra y otro par que nos fuéramos a un depa en Coapa. La neta es que ganó el famosísimo Marra.

Ahí íbamos Karina, Rafa, Dianela (¡obvio!), Nancy y su novio, Pablo (que no me cae chido, hola), otro chico que iba en mi facultad, una amiga de "mijarrón", el Grumpy y yo, todos rumbo al metrobús en busca del camino de baldosas arcoiris (¿entendieron? Arcoiris...), ejem... es decir a la estación Revolución y de ahí caminaríamos interminablemente hasta Bellas Artes (háganme el chingado favor) y de paso todos pasamos al cajero en plena medianoche (mamá que no te dé el soponcio).

lunes, 7 de julio de 2014

Vídeo: Fantasía y realidad del amor



"Gracias por haber venido"

Y él me dijo: "Es algo parecido, algo que nos pasó a nosotros. Gracias por tanto y tanto."

Me dejó con el corazón destrozado, pero no cierres la puerta, deja que entre aire y luz que la soledad me acompañé por un tiempo. Al final vendrá alguien más y podré decirle:


"Bienvenido, ponte cómodo". 


viernes, 4 de julio de 2014

Poema: Enamorarse y no

Cuando uno se enamora las cuadrillas
del tiempo hacen escala en el olvido
la desdicha se llena de milagros
el miedo se convierte en osadía
y la muerte no sale de su cueva
enamorarse es un presagio gratis
una ventana abierta al árbol nuevo
una proeza de los sentimientos
una bonanza casi insoportable
y un ejercicio contra el infortunio
por el contrario desenamorarse
es ver el cuerpo como es y no
como la otra mirada lo inventaba
es regresar más pobre al viejo enigma
y dar con la tristeza en el espejo.


Mario Benedetti

jueves, 3 de julio de 2014

Taxista

Yo estudié y me titulé en la Facultad de Contaduría y Administración, de aquí de la UNAM. Cuando salí, estuve buscando chamba un año y nada; pues me salió la oportunidad de irme a Estados Unidos y la tomé. Estuve allá cuatro años, mandaba cada semana dinero para acá a mis papás y a mi hermana, que en ese entonces era una chavita, la apoyaba en sus estudios.

Cuando llegué allá, éramos cinco y en Nueva York nos dispersamos, "que Dios nos acompañe", nos dijimos unos a otros y pelas a otro lado. No sabía nada del idioma, lo aprendí en la calle, en la tele; trabajaba con un árabe que hablaba español, todos los trabajadores éramos latinos, salvo un libanés que era el cocinero. Dormía en el almacén del restaurante, entre los costales de arroz y papas, ahí me acomodaba y a dormir. Me bañaba en las regaderas de empleados y a trabajar. Le hacía de todo: chofer, repartidor, almacén, mesero, pasé por todos los puestos de ahí, vaya. Fue el único lugar donde trabajé y hasta el dueño me dijo, cuando me regresé a México porque mi papá estaba enfermo, que yo podía regresar cuando quisiera que ésa era mi casa.

Pues ya no regresé. Mi papá murió, era diabético y estaba delicado de salud cuando regresé. Después que mi papá murió, ya no quise regresarme porque no quería dejar sola a mi mamá y mi hermana. Hice buen dinero allá, construí mi casa, puse un negocio, me compré dos taxis con placas y todo, éste es el tercero y es sólo mío, o sea yo soy el único que lo trabaja, los otros los doy a trabajar; mi hermana se casó al poco tiempo, mi mamá sigue en pie, gracias a Dios. Me casé y soy papá. Le sigo metiendo a mi casa y aún ayudo a mi mamá...

No se crea, se ve de todo allá. Tuve amigos cholos, que son americanos y mexicanos o latinos; pero ah, cómo son de complicados y tienen muy malos modos; sólo hay que saberles hablar y ponerles límites. Hasta eso son buenos tipos.

No sé porqué quieren sacar a los latinos de allá... verá, al menos, en Nueva York y Los Ángeles la inmensa mayoría éramos latinos, casi no se ven estadounidenses nativos, son más latinos y de ésos más mexicanos y centroamericanos.


Y no, yo no viví el sueño americano, para nada. Yo quise ser mi sueño, así de fácil. Regresé para acá y la cosa sigue empeorando y más con este presidente... qué lata dan los políticos, ¿no? Siempre, desde que tengo memoria son lo mismo y siempre será igual, tal parece...

miércoles, 2 de julio de 2014

El adiós a Uriel

Siguiendo con la historia, hace una semana el susodicho de la entrada anterior me mandó un mensaje para saber si podríamos ir a tomar unas cervezas. El alcohol entre él y yo siempre es factor de ablandar las asperezas y dar pie a lo físico, entonces no le respondí. Me llamó y no atendí la llamada. Harta de ese ir y venir le marqué, me dijo que estaba cerca del periódico que si íbamos a beber y platicar, no acepté en primera instancia. Después de unos minutos, le dije sí, acepto. 
Lo vi y platicamos plácidamente. Él me vio feliz y hasta más joven. Yo lo vi más centrado y tan terrenal.

Entre la plática pregunté por su novia:

-Y... ¿cómo vas con tu novia? -lo miré de reojo.
- Meh... -suspiró.
- Ok, cambiemos de tema.

Y ahí, sólo ahí, se aclaró todo: para eso me buscaba insistentemente para no estar solo, tener alguien con quien divertirse, alguien que lo tuviera a flote de su infierno y hundirme en él y con él de nuevo. ¿Y saben qué? No, gracias. Suficiente tuve con vivir siendo la otra y esconderme para demostrarle mi afecto o emborracharnos para justificar lo que hacíamos. No, ya no más, Uriel.

Lo mejor fue que al despedirnos, él me abrazó con fuerza y sentí esas ganas de no quererme soltar como quien sabe que es la última vez que lo ves; pues sí esa sensación. Sólo me separé, le sonreí y dije "adiós, cuídate mucho".

Más tarde recibí este mensaje:
"Te pregunté si ya tenías novio cuando no me contestaste porque pensé que ya lo tomabas en serio y dejarías de tontear conmigo... pero al parecer sólo dejaste de tontear conmigo porque ya no querías hacerlo.", así las cosas. Lo sentí un poco dolido y hasta ardido; pero nada cambia las palabras de decirle, a muy buen tiempo pese a todo: "adiós, Uriel, cuídate mucho".


Y estoy feliz.

Mayo, 2013 
Acá la crónica de las cosas con él: Talón de Aquiles 

martes, 1 de julio de 2014

No necesito un novio

Pues bien, hace unas semanas recibí el mensaje de un ex amorío que decía: "Estás disponible para mí el 5?". Yo me encabroné por dos cosas simples que se referían a la disponibilidad y la exclusividad como si me manejara por agenda de clientes. No le respondí.

Sin embargo, ayer, en la madrugada, me mandó un mensaje de texto: "Te conseguiste un novio. Súper. Hubiera sido genial verte otra vez. Que te vaya chido :D"; hice de nuevo coraje entripado porque tal parece que en su cabecita hueca de macho sólo le cabe la posibilidad de que yo me niegue a estar con él (o con alguien más) sólo cuando estoy con alguien, cuando tengo novio o a un hombre a mi lado y la neta no. No sé si todos los hombres lo piensen así; pero qué equivocados están.

Nos creen tan frágiles que suponen sólo podemos negarnos cuando estamos con alguien, cuando tenemos una relación; no, chicos, también sabemos cuándo pararle a nuestro desmadre y más cuando algo no nos late de esa "relación", cuando no nos gusta ser la otra, cuando ya nos aburrimos de ustedes o porque ya nos cansamos de que nos vean la cara de idiotas ¡oh, sí!, no sólo ustedes como hombres pueden decirnos adiós, también por dignidad podemos hacerlo. Digo, también hay formas de pedir y decir las cosas.

Este hombre en cuestión falló en dos cosas:
1- Asumir, pendejamente, que puede pedir de mala forma las cosas. Tomen en cuenta, todos y todas, que en la forma de pedir está el dar, si ustedes le piden a alguien, por mucha confianza que haya, lo que sea de mal modo o con las palabras incorrectas, dense por non bienvenidos a la mesa de los placeres. Pudo haber escrito, la primera vez: "¿tienes algo que hacer el 5? ¿Podríamos vernos?" Suena diferente, ¿no?, hasta ganas dan de contestar.
2- Pensar que sólo soy fuerte como para negarme cuando estoy con alguien en plan relación amorosa seria. No, como dije antes, ninguna persona, sea hombre o mujer, necesita del otro para decir que no. Así sencillo; pero él claro que lo piensa, al menos de mí.

Mi consejo es: no asuman que una persona es débil, solitas también podemos mandar a chingar a su madre a quien nos hiera. Porque no necesito un novio para eso, sola puedo.

Abril, 2013