domingo, 28 de abril de 2013

Tinta y papel

Aquí me tienes, a tu lado, escribiendo pensamientos en tu nombre, imaginando escenarios vivos; ilusiones de colores: con forma, olor y sabor; etiquetas que nos forjan el cariño que sentimos, la pasión con que vivimos esta aventura, juntitos, abrazados en las noches de insomnio o exhaustos del devenir diario, de lo cotidiano que nos asfixia, que nos sofoca; que nos separa.
Aquí me tienes preparada para ti; lista para lo que venga. Atenta al movimiento y a la espera. Detesto tus ausencias, prolongadas y, por fortuna, finitas; pero más detesto que no me extrañes cuando despierta tu mano sin mano y tu cuerpo sin mi cuerpo… ¡cuánto lo detesto!
Y aquí me tienes deseándote mordiendo mi labio, pensando y fantaseando por ti, en ti y contigo; con tus manos. Tus manos… la única condición que tengo para que te quedes esta noche es que me dejes escribirte un cuento tomando como lienzo tu cuerpo, deja que mis manos recorran tu piel y que mis dedos sean la tinta y tu dermis mi papel. Deja que la historia de todo se quede escrita en nosotros, en nuestra piel y que nadie se entere de lo que hicimos ayer.

lunes, 22 de abril de 2013

De la primavera

¿Por qué primavera? Porque quiero que me recuerdes por una época, no por un mes o una fecha, por eso.

lunes, 15 de abril de 2013

Diccionario

Encontrar: de la acción encontrarte, encontrarme, encontrarnos.

¡Qué gratas sorpresas da esta vida al encontrarnos tan así en el camino!

sábado, 13 de abril de 2013

Poema: Táctica y estrategia-Mario Benedetti


Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos.
Mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible.
Mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos.
Mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos.
Mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple.
Mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.




[Mi estrategia es que un día no sé cuándo te diga esto al oído. No que me necesites, quiero que me pienses y me quieras]. 

martes, 9 de abril de 2013

Diálogo V: Box y amor

-¿Cómo andas?
- Pues mejor que tú, sin la mano lastimada.
- Jajaja, pero me gusta ir a entrenar y no lo quiero dejar por nada. Es bien rico sentir dolor por ejercicio…
- Eso suena muy…
- ¿Masoquista? Sí. Prefiero el box al amor. Al menos con box el dolor se te pasa con un naproxen.

domingo, 7 de abril de 2013

Felicidad

"La teoría de ella, la gran teoría de su vida, la que la mantiene en vigor es que la felicidad, la verdadera felicidad, es un estado mucho menos angélico y hasta bastante menos agradable de lo que uno tiende siempre a soñar. Ella dice que la gente acaba por lo general sintiéndose desgraciada, nada más que por haber creído que la felicidad era una permanente sensación de indefinible bienestar, de gozoso éxtasis, de festival perpetuo. No, dice ella, la felicidad es bastante menos (o quizá bastante más, pero de todos modos otra cosa) y es seguro que muchos de esos presuntos desgraciados son en realidad felices, pero no se dan cuenta, no lo admiten, porque ellos creen que están muy lejos del máximo bienestar. Es algo semejante a lo que pasa con los desilusionados de la Gruta Azul. La que ellos imaginaron es un gruta de hadas, no sabían bien cómo era, pero sí que era una gruta de hadas, en cambio llegan allí y se encuentran con que todo el milagro consiste en que uno mete las manos en el agua y se las ve levemente azules y luminosas".

Mario Benedetti, La tregua


¿Por qué no aceptamos que somos felices con lo que tenemos? ¿Por qué siempre queremos más? ¿Quién nos dijo qué es la felicidad? Para mí, no son simples matemáticas ni un 10 ni tener auto ni una casa en las lomas; la felicidad es reír, es llorar, es enamorarte y también sufrir. ¿Por qué sufrir significa felicidad? Porque sentir significa estar vivo y eso es suficiente felicidad. No sé a ciencia cierta qué es, cómo se ve o a qué huele. Supongo que huele al aroma de la tierra mojada o el crujir de las hojas secas en otoño, el cantar de los pajaritos en primavera o el sonido de la primera gota de lluvia en junio, quizá huela a madera y cítricos como tu loción o frambuesas como tu shampoo; quizá sepa a los fideos de mamá o al pay de limón o al ponche en invierno. Tal vez, sea como rozar la piel desnuda del otro o caminar juntos tomados de la mano y en silencio o besar su boca con pasión y amor. La felicidad quizá sólo sea verme reflejada en tus ojos negros, profundos y ver mi expresión en tus pupilas, que me mires extrañado y reírme; eso... eso es felicidad para mí.